Arroyo del Águila y Río San Salvador - Oct/2024

Bitácora:

La previa
Muchas anécdotas hay de este Arroyo del Águila. Algunas pasadas de boca en boca y recolectadas por mí y otras relatadas de primera mano allá por el año 2012.
Provocaron que nos olvidáramos un tiempo de este arroyo.
En el año 2017 se planteó recorrer en río San Salvador desde el Paso De las Piedras unos 6k arriba de la desembocadura del Águila; pero como estaba muy crecido optaron por no hacer ese tamo.

Era hora de intentar volver y decidimos declararla como de máxima dificultad y acotar el cupo a 4 canoas. La fecha fue octubre. El clima era de 28 grados pronosticados (baños y disfrute garantizado).

Se armo el grupo con: Primo y Fio en la Ängiru Santo y Ernesto en la RaYeR Horacio y Pablo en la Otra Oportunidad Aqua y Javier en la AMPA Por comodidad volveríamos a ir en vehículos, 3 para ser mas concretos y un tráiler con las 4 canoas.

Viernes
Esta vez no manejaría y me pasarían a buscar de pasada por Rosario.
Los pronósticos daban lluvias y mucho calor, entonces esperamos al viernes el pronóstico de Nubel el cual dijo. Tormentas en la madrugada de sábado despejando al medio día y aumentando la temperatura hasta los 26 grados. Próximos a las 21 confirmamos la remada ya que algunos no podían posponerla una semana. Todo esto sucedió y no sucedió.

Sábado (de ansiedad)
Unos se durmieron y metieron para, otros se olvidaron de llevar una tarrina y el resto fue al club, cargaron todo y arrancaron con una lluvia fuerte.
Con una hora de retraso llega el convoy a casa y arrancamos todos por ruta 2 hasta Palmitas departamento de Soriano. Muy nublado pero poca lluvia, mas bien una llovizna tenue.
Tomamos ruta 105 hasta caminos vecinales para poder llegar al Águila en el Paso de Matos.
Estos últimos kilómetros, de caminos de tosca jabonosa y barrienta que embarraron todo a niveles incomprensibles, como su hubiese llovido 100mm.

Llegamos al paso y poca agua muy poca. Nuestro contacto Hugo Gérez del Club de pesca San Salvador y Náutico Dolores nos había advertido de la poca agua (gran noticia).
A el le encargamos la logística para dejar los vehículos y nos consiguió un terreno muy cerca del río y frente por frente al polideportivo de Dolores. Llevamos los autos al terreno contratamos un taxi (que resulto ser manejado por un conocido) y nos llevó al Paso nuevamente.

La travesía
Machetes, serruchos, navegar sin carga y mucha preocupación por lo sucedido en el Queguay en febrero, donde en la noche llovió tanto que salieron del río por tierra luego de perder una canoa. Y su revancha donde les paso lo mismo, hacían que dudáramos de largarnos y tomáramos todas las precauciones. Pero como en pronostico dio 10mm y 16 fueron los reales nos largamos.

Javier y yo en punta recorrimos apenas 50m y esperamos y esperamos: no podían haber roto ya, resulta que Horacio no había terminado de emparchar su canoa recuperada del Queguay en marzo, la remendó y arrancamos todos.
Lecho de arena y una piedra (roca) muy lisa y resbaladiza serian la norma, agua muy poca, caminábamos y remábamos. Comentábamos que hace 12 años no dábamos pie, dudamos en donde sería el lugar de los naufragios (no pudimos identificar los puntos de los 3 naufragios).

El arroyo corría lento entre hermosas galerías de árboles nativos y exóticos como la morera.
La primavera se veía por todos lados, flores, peces remontando a desovar, pájaros y aves.
Curvas con contra curva, sarandíes en medio del lecho, rocas y troncos, alguno cortamos el resto sorteamos.

De repente un lagunón (un gran lagunón); acá no habíamos estado por ende de aquí en más todo nuevo. El arroyo hasta su desembocadura en el San Salvador seria de lagunón.
Nos dijimos: esto es grado 5, no para nada es grado -1.
Al llegar a un entronque no sabíamos si ya habíamos llegado al río San Salvador o seguíamos en el Águila, fuimos para un lado, fuimos para el otro, el agua no corría, prendimos celu y confirmamos que estábamos en el río San Salvador y que era en el sentido este-oeste.

Proseguimos, se cerro y empezaron una continuidad de lagunones con correderas al final. Muy pero muy lindas; que con 10cm más de agua hubieran estado espectaculares (como siempre decimos).
Era hora de que el pronostico se cumpliera, pero no, solo paro de llover, no salió el sol, no se levanto viento y no aumento la temperatura, apenas unos 14 grados (14 en la mañana y 14 en la tarde dan los 28 grados pronosticados embromaba Ernesto).

Poco lugar agradable para acampar, pero encontramos uno donde almorzamos, prendimos fuego y liquidamos la torta de fiambre de Horacio.

Vuelven las correderas y lagunones de continuo, algunas correderas eran pequeñas cascadas. En una de ellas paramos nos bajamos y le digo a mi proel ¿Nos largamos? Dale, me dice.
Y fue la primera volcada de Javier en su vida (creo), algo le entro de agua y escoramos y naufragamos, desaguamos la canoa cargamos y seguimos.

En el fondo plantas acuáticas por doquier, peces (sábalos y algún otro tipo más) en abundancia y un agua transparente brutal, igual la espuma blanca (químicos) se veía en algunos recodos. Así se dio el resto del día y sobre las 16 llegamos al Paso de Ramos (lindo parque). Decidimos acampar ahí. Llamamos a un taxi, nos vino a buscar y Dani volvió con el tráiler cargado de tarrinas con pertrechos.

El calor no apareció, buscamos mucha leña (en los Pasos es difícil encontrar) prendimos fuego como pudimos (los chicos que cocinan en el club nos birlaron el soplete). Galleta, queso y dulces fueron devorados al instante. Javier fue el encargado de las carnes, Ernesto de cocinarlas y el resto de comerlas, una delicia los chorizos saborizados. Como es costumbre se armó toldo (es obligatorio), cálido fogón y a dormir que se viene la lluvia (no pronosticada y confirmada).

Domingo
Como a las 5 comienza a llover y llovizna.
Desayunamos prendiendo un buen fuego bajo toldo, galletas de TaTa (una bosta) queso y dulce.
Desarmamos y a navegar, próximos a las 11, para de llover, vuelven las correderas y lagunones. Aparecen garzas y miles de Cormoranes que vamos arreando hasta el puente. Este ultimo tramo seria de unos 6km llegando al puente porque no podíamos ir hasta la península (Timoteo Ramospé) u otra parte de la ciudad ya que se desarrollaba el desfile de la primavera y no daban permiso de paso, evento multitudinario donde se bloquean todas las calles durante horas.

Remamos y a la distancia una barrera artificial, es un talud de tierra donde están construyendo el nuevo puente ya que el viejo es viejo y angosto. Encontramos un parque (La tablada) muy bien equipado con mesas y parrilleros más algún juego infantil, muy limpio donde almorzamos, y nos faltaban 1000 metros nada más. Llegamos al puente de la ruta 21 y fin de la remada.

Pero
Salen los choferes a buscar los autos, Hugo me había mandado un mensaje: no podrán sacar los autos porque el desfile se pospuso por lluvia.
Eran las 14, llamo y me dicen pudimos salir (los 2 D), pero a Javier no lo dejaron. Buscan el auto en Paso Ramos vuelven y comenzamos a cargar. Javier nos dice que tiene a 4 camiones por delante, evaluamos dejarlo y marcharnos ya que hasta las 19 no lo dejarían salir. Javier se la rebusca va para adelante para atrás, pide paso no le dan, encuentra una calle sin pavimentar con barrancos a los costados (canaletas), pone la 4x4 y se manda a campo traviesa y llega con el grupo, cubierto de barro (el auto).

Partimos todos chochos y contentos de lo vivido ya que a pesar del clima la travesía fue un éxito. Sin roturas, sin volcadas, sin peligros aparentes. Rumbo al acal, algunos paran en Rodo y otros siguen, quedándome yo en Rosario.

Concluimos y consideramos:
Todo depende del nivel de agua del río o arroyo.
Del clima (fundamental evaluarlo antes ya que últimamente cambia de un día para otro).
De la logística (este punto ayuda mucho si navegamos cargados o no).
Y del grupo.

Relato: Gerardo (aquaman) Ruske
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL