cabezal de imagenes moviles area de link area de link
espacio

Canotaje Travesia

icono_kayakismo

icono_vela

icono_windsurf

icono_natacion

icono_canotaje_competencia

destacados

construcciones-navales

Relatos Canotaje travesía


Río Pelotas - Feb/1986


Bitácora:


Curso: Río Pelotas
Recorrido: Puente de BR116 - Estrecho del Río Uruguay (Marcelino Ramos)
Distancia: 250 km
Estado del cauce: Indescriptible
Clima: De muy frío y lluvioso a fresco y caluroso nublado
Días: 14
Lugares / acampar: Espantosos
Año: 1986
Fecha: 2/02/1986 al 15/02/1986
Departamento: Río Grande do Sul y Santa Catarina
Recorrido en Google Earth RioPelotas.kmz
Fotos:

 

 

¡TRAVESIA DEL ALTO URUGUAY!

 

Participantes: Carlos Machado y Victor Hugo Benavidez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Río Pelotas

 

 

 

(1ra. Etapa) domingo 2 de febrero: 1400 mts. sobre el nivel del mar, partida 15 hrs. desde puente sobre ruta 116 nos despedimos do Fernandez y Sra., y apenas doblamos el primer codo entra los grandes y empinados cerros llega el primer rápido muy largo y con cascadas que nos hace impracticable la navegación por el mismo, por la tanto bajamos y vemos caminando por un costado llevando la canoa.

 

Coma ven en este río corre entra una sierra muy alta encañonándose y formando largos rápidos y multitud de cascadas en total 8 ese día y otras tantos cascadas.

 

El río sigue bajando haciendo más peligrosa la navegación qua en total fue de solo 10 kms. ese día, acampando antes del 9no. Rápido, cenamos rapa de choclo y nos acostamos en un pedregal más o menos plano y al abrigo de unos árboles.

 

 

 

 

 

Lunes 3 de Febrero: Neblinas matinales qua persisten antes de embarcarnos y luego pasamos el 9no. rápido con algo de dificultad pues como los demás tiene cascadas, luego vendrían en cortos intervalos 6 rápidos más y los 2 últimos con saltos bastante complicados de 2 y 3 mts.. Pero el plato gordo lo tendríamos al final da la jornada cuando después de una garganta con 3 rápidos más viene la cascada qua bautizamos con el nombre de Cañón del Diablo que es un encajonamiento entre grandes piedras. Para poder seguir tuvimos que transbordar bultos y canoa por arriba. Después de esta garganta 4 rápidos más y ahí sí el gran cañón donde toda el agua del río se mete en caída y con gran estruendo en solo 4 mts. de ancho.

 

Por lo extenso y accidentado es a nuestro juicio imposible de navegarlo para cualquier canoero a riesgo de su vida, descargarnos por lo tanto la canoa y transportamos los bultos a un punto mucho más adelante y acampamos dejando la canoa atrás para irla a buscarla al otro día. No se le ve el fin del cañón, cenamos y luego nos acostamos para recuperarnos del cansancio de esta dura jornada. 15 Km.

 

 

 

 

 

Martes 4 de Febrero: Un poco nublado, el río creció un poco alrededor de 30 cm. debe haber llovido más arriba. Comenzamos el viaje trasportando la canoa un buen trecho en muchos lugares tuvimos que abrir paso a machete pues en lo parte superior de los riscos del cañón empezaba el tupido follaje del cerro, dejamos la canoa bastante adelante sin ver el fin del cañón y luego vamos a buscar los bultos, por lo tanto hoy no se navega; pues dentro del mismo cañón son caídas tras caídas sin dar chance. Tampoco vemos persona alguna entre esas sierras que abarca uno y otro lado del río sin permitir ver el horizonte, tampoco se ven animales; no se ven mamíferos solo algunos pájaros. Muchas avispas de dolorosa picadura y un gran tábano de gran lanceta y muy molesto. Nos bañamos en agua de vertiente bien fría y muy buena para tomar.

 

 

 

 

 

Miércoles 5 de Febrero: Alcanzamos la canoa y proseguimos con los paquetes 1 km. y vimos que en el último curso del cañón era imposible navegar. Bajamos la canoa desde el lugar que estaba con cuerdas; Luego navegamos hasta los paquetes, cargamos estos y proseguimos hasta al siguiente rápido el cual pasamos, también el segundo y a pie el tercero y cuarto y parte del 5to. donde tuvimos qua descargar nuevamente lo mismo que en el 6to., pasamos navegando 2 rápidos más. Al venir por una corredera nos sorprendió la presencia de 3 carpinchos con el rifle descargado. Lo cargamos pero ya ara tarde y desaparecieron.

 

Navegamos otro trecho hasta que nos frenó una fuerte tormenta, atracamos antes del 9no. rápido con cascada y tuvimos que trepar el cerro por lo que parecía un camino que nos llevó a una picada en el monte que parecía campamento de plantadores o alambradores. Armamos la carpa ya con fuerte lluvia y truenos poniendo las cosas a resguardo, usamos el querosén para hacer el fuego, cocinamos rapa en choclo con arroz y luego nos acostamos sintiendo por largo rato la fuerza de la tempestad, pero el lugar es un buen resguardo cubierto por los árboles. A la mañana siguiente fuimos por un camino que se internaba cerro arriba para ver si conseguíamos ver animales o plantas que nos fueron de utilidad, lo único que vimos fueron 2 pavas de monte pero fallamos el tiro. Plantas comestibles no encontramos ninguna y decidimos volver.

 

 

 

 

 

Jueves 6 de Febrero: cargamos y salimos y ya de entrada topamos con 7 rápidos, los cuales tuvimos que pasar caminando, en algunas pasadas cortas hicimos transbordo. No seguimos viendo animales y después de 2 rápidos más, viene la primera remada larga de 3 km. Estupenda caída de agua de un arroyo afluente y luego otra, de bastante altura: 40-50 mts., seguimos y se divisan nuevamente la zona de maizales, que en la zona del cañón no había y eso quiere decir qué allí deba de haber gente aunque todavía no hemos saludado a nadie. Viene a continuación un largo rápido que suponemos es el que da el nombré al río, pues su pedrero está lleno de piedras grandes y redondas. Acampamos a la entrada de un arroyo y arreglamos la canoa que tiene muy castigado el casco y hace mucha agua. Tendimos líneas de pesca con mojarras de carnada, pero no hay gran pique, comemos algo y de noche salimos a la laguna para ver si aparece algún carpincho pero no vemos a ninguno y volvemos a la carpa, dormimos hasta que nos sorprendió la mañana.

 

 

 

 

 

Viernes 7 de Febrero: Partimos sobre un rápido el cual pasamos a pie y parte navegando luego 2 más y después 5 más hasta una laguna que nos permitió navegar 2 kms. y luego 5 rápidos más. La característica a hacer notar en estos rápidos es que eran menos profundos, pero muy largos como para arrastrar el fondo de la canoa por eso nosotras aprovechamos para navegar la última parte del rápido. Cambiamos por ser más accesible para bajar ahora la parta de Santa Catarina o sea la margen derecha. Navegamos en una larga laguna casi 5 km. y paramos en un lugar para hacer acopio de maíz, cosas que nos da el río, además nos quedan pocos víveres. Seguimos por una zona de largos rápidos en las que nos manejamos como los anteriores. En esta etapa vimos las primeras personas a la orilla del río, las saludamos, 2 personas mayores y un botija, eran zafreros del maíz. Hicimos 2 rápidos completos esquivando rápidos pon el medio. Paramos a medio día para comer, luego seguimos hasta completar 20 rápidos. Acampamos en un arenal amenazando lluvia, tomamos mate cocinamos y comimos, guardamos las cosas que se podían mojar dentro de la carpa y al rato nos acostamos.

 

 

 

 

 

Sábado 8 de Febrero: Con jornadas diarias de 12 hrs. y siempre entre grandes montes sin ver el horizonte desde que salimos. Se nos hace bastante monótono esperar rápido tras rápido y siempre con la misma vegetación sin ver alguna llanura o la tan ansiada desembocadura del Río Canoas. Así y todo hubo un cambio, fue el primer día que realmente remamos algo: alrededor de 30 kms. Pasamos así 15 rápidos y los dos últimos de película de 1ra. categoría.

 

Tuvimos que hacer transbordo de bultos y traslado de canoa previo abrir camino a machete, remamos hasta lo noche acampamos en un lugar que nos pareció apropiado, era un pedregal con pequeña playa barrosa, allí cocinemos guiso de porotos con papas, zanahorias, cebollas y choclos, nos dio el tiempo justo para comer, pues empezó un fuerte chubasco. Con el estómago lleno nos acostamos sintiendo la lluvia que continuó durante toda le noche.

 

 

 

 

 

Domingo 9 de Febrero: Dura jornada de remo y gran desgaste físico en el pasaje de 20 rápidos, algunos de ellos realmente impresionantes por su largura, no hemos llegado aún el Río Canoas o sea que todavía no llegamos al Río Uruguay. Cruzamos una balsa y vimos un Volkswagen al final del camino. Saludamos más plantadores de maíz, hablamos con uno de ellos y nos dijo que el gobierno les da esas laderas de los cerros para plantar, entonces se afincan ahí. Luego del último rápido acampamos en una linda playa de arena, en verdad el primer lugar amplio que vimos, comimos y luego dormimos, no había gran pesca y tampoco vimos nada para cazar.

 

 

 

 

 

Lunes 10 de Febrero: Salimos buscando la desembocadura del río Canoas contando los rápidos hasta completar 20 pues un poblador de la zona non dijo que eran los que faltaban para llegar al río Canoas, Los primeras fueron bastante complicadas con grandes cascadas pero al completar los 20 aún no habíamos llegada. Hablamos más adelante con algunas personas que estaban acampando, turistas brasileños uno de ellos, dijo que faltaban 3 grandes rápidas y así fue efectivamente pues con los 20 del día anterior completamos 23 más ese día que fue de una durísima jornada, los pies están a la miseria pero por fin llegamos al río Canoas, allí comenzaba el río Uruguay. Para acampar tuvimos que subir una larga cuesto barrosa y la carpa la levantamos al final de un camino de montaña que desciende hasta cerca del río, pues allí dentro de 10 días seguirán la construcción de un gran puente cuyos gigantescos pilaren vemos y que unirá los estados de Río Grande y Santa Catarina, dando gran impulso e la zona. Nos aprovisionamos de algunos víveres en un boliche, ubicado del lado de Santa Catarina y que está ubicado también en la continuación del camino de le balsa y que es transitado por autos y grandes camiones. Aquí también siguen los grandes cerros, el Canoas trae muy poca agua y desemboca a 900 mts. del nivel del mar, cenamos algo y luego nos acostamos.

 

 

Río Uruguay

 

 

 

 

Martas 11 de Febrero: Salimos del puente en construcción rumbo a Machadinho, el próximo poblado distaste unos 45 km. y nos esperaba una zona de rápidos muy intensa y con más caudal de agua pues aparte del Canoas desemboca casi enseguida un arroyo que trae bastante agua por la margen izquierda o sea que este es el primar afluente del río Uruguay. Estos rápidos que cita son más complicados por lo extensos y por presentar zonas de ramas y troncos de árboles caídos, atravesados que obstruyen la navegación así como grandes piedras que por estar un poco más abajo de la superficie no se ven. Contamos alrededor de 10 grandes rápidos. Acampamos e mitad de la jornada para cenar y secar algunas cosan que estaban muy majadas y lavar otras, seguimos un buen trecho hasta acampar en una linda playa de arena y piedra entre 2 correderas, comimos algo y nos acostamos.

 

 

 

 

 

Miércoles 12 de Febrero: Luego de sortear una serie de rápidos arribamos a la cercanía de Machadinho. En la casa del balsero dejamos los bultos junto a la canoa habíamos hacho 15 Km. Nos dirigimos a pie hasta el pueblo distante 12 km. entre la sierra partiendo a las 16 hrs, con un sol muy intenso... Es un camino rodeado de plantaciones de maíz y grandes árboles, divisamos el río Uruguay en la parte de más adelante y vemos que hay un lugar que el río parece desarmarse y que gran parte de su caudal se vuelca a una espacie de cañón por la margen izquierda. Al principio el camino de duro repecho está jalonado por grandes bananales y árboles de gran tamaño ente estos vemos ombúes. Luego de unas eses interminables el camino entra a enderezarse y vemos las primeras casas de los plantadores. Uno de ellos non dice que pasando el próximo repecho que se encontraba algo lejos ya divisaríamos el pueblo. Además de plantar maíz, porotos, maní, tabaco, zapallo, sandías, mandioca, arroz, feterita, crían animales de corral, aves y algo de ganado pastoril. Las casas todas están construidas sobre pilotes como temiendo una inundación. Cruzamos mucha gente de la zona y seguimos viendo plantaciones con los distintos nombres de sus dueños. Pasamos por lo que parecía un club de hacendados de la zona, junto a él había una capilla, por lo que vimos que son muy católicos cosa que comprobamos ya en el pueblo, puesto que en la fonda donde fuimos a comer, había una cruz con un Cristo y una virgen con niños. La iglesia es muy grande, tratamos de encontrar un fotógrafo, para que nos revelara las fotos, pero no lo encontramos. Al entrar al pueblo, había como una aduana donde se hallaban sentadas varias personas de particular, les explicamos el motivo de nuestro viaje. Algunos de ellos nos dio la impresión de ser militares. Entablamos una amable conversación con ellos. Luego de recabar alguna información nos dirigirnos hacia el centro del pueblo que es muy pintoresco con casas de madera pintadas de vivos colores y techo a 2 aguas, construidas sobre pilotes. Algunas muy buenas de material con frentes de cantos rodados. Averiguamos para comprar vires y por nuestra facha barbudas y sin bañarnos pensamos que fuimos la atención de todo el mundo. Los hombres todos con sombreros de paja y gran curiosidad, a las mujeres les causaba gracia nuestra presencia, pero eran bastante ariscas. Compramos víveres en un supermercado, los precios más o menos igual que acá, igual que el calzado. Preguntamos a dos militares que estaban apostados en el medio de la acere de un lugar para pasar la noche, nos respondieron amablemente, que allí cerca daban posada y comida. Entramos, pedimos posada, ocupamos el cuarto, nos bañamos y afeitamos y luego salimos a caminar un poco. Volvimos, cenamos ahí mismo y nos acostamos.

 

 

 

 

 

Jueves 13 de Febrero: Nos levantamos y tomamos un buen café con leche bien servido dejemos el cuarto y dejamos las bolsas con los víveres para ir a comprar pan y ver si nos cambiaban plata Uruguaya. No conseguimos ni una cosa ni la otra y entonces nos fuimos hacia la balsa caminando llegando a eso de las 13 hrs., conversemos un rato con al balsero que nos ofreció agua fresca y nos fuimos río abajo enfrentando nuevos y complicados rápidos, pasamos 2 balsas más y acampamos a eso de las 19 hrs.

 

 

 

 

 

Viernes 14 de Febrero: Partimos rumbo a Marcelino Ramos, pueblo que dicen se ve desde la costa y este día remamos bastante pues agarramos largas lagunas con algunos rápidos, que eran más accesibles y qua no tuvimos que bajarnos y seguimos hasta las 14y30. Después de haber tomado leche con cocoa y avena. En esa parada en una playa con buena sombra hicimos unas tortas fritas medias pesadas pero que estaban sabrosas, descansamos un poco y luego seguimos hasta casi anochecer. Seguimos de largo Marcelino Ramos en cuya entrada hay un puente ferroviario y luego 2 balsas a 1 km. una de otra, allí hay algunos rápidos pero casi no tuvimos que bajarnos. Encontramos varios pescadores con barcas que eran zingadas con largas cañas tacuaras seguimos remando y doblamos unas largas curvas del río que seguía manso y casi al llegar la noche acampamos en un lugar alto entre grandes ramas secas y monte alto, ya empezaba a llover algo. Con poca luz armamos la carpa, hicimos fuego, tomamos mate y cocinamos una linda sopa con cebolla, zapallo de la zona muy rico, le pusimos la sopa Maggi y arroz que como siempre se habla mojado, luego nos acostamos.

 

 

 

 

 

Sábado 15 de Febrero: La verdad que partimos con grandes esperanzas de adelantar camino pero apenas salimos después de la primera curva grande nos enfrentamos a grandes rápidos en seguidilla, con el río muy trabado por grandes piedras e islas. Lo primero fue como una gran cascada en forma similar a una catarata no por su altura sino por su anchura atravesando en ángulo y con diferentes caidas. Nosotros nos metimos bien hacia la derecha para poder seguir avanzando sin bajarnos, pero ceda vez había menos agua por ese lado. Inexorablemente esto terminaría en una gran cascada y así fue afectivamente y no tuvimos más remedio que hacer transbordo, trepamos desde una hondonada hasta lugares más altos y allí iniciamos nuestra caminata. Allá a lo lejos el río no se veía. Solo una enorme depresión y como columnas de vapor cada tanto seguramente grandes caídas y a todo lo largo y durante 6 km. el estrecho y sinuoso cañón volcado sobre la margen izquierda con altas paredes rocosas hasta de 30 mts. de altura, mientras tanto nosotros estábamos 30 mts. más arriba en une laguna arrastrando la canoa con los bultos pero esto se terminó y entonces tuvimos que buscar en el mismo cañón un lugar que nos permitiera navegar. Nos pareció adecuado un lugar después de una caída en una pequeña entrada y por ahí bajamos los paquetes y luego la canoa, embarcamos y remamos unos 400 mts. hasta otra entrada sobre la margen izquierda y donde estaban unos muchachos pescando. Al salir, recuerdo que arriba del cañón sobre la margen izquierda estaba instalado un aserradero. Durante este pequeño trayecto notamos la enorme fuerza de los remolinos capaz de hundir una embarcación pequeña. Hicimos un transbordo hasta otro lugar que pensamos que podíamos salir pues era enseguida de otra cascada. Los muchachos que ya nos estaban acompañando admirados por la novedad nos ayudaron con los bultos y nos hicieron muchas preguntas. Nos preparamos luego de traer la canoa por las piedras entre los altos riscos y cargarla y entonces afrontamos la salida. Al principio estábamos en una contra corriente y no podíamos salir por mas quo la intentamos ni siquiera enfilar la canoa, tuvimos que bajarnos y afirmarnos en unas piedras que estaban un poco abajo de la superficie y dominar la canoa para sacarla de allí y enfilarla un poco más hacia la corriente principal. Luego con gran esfuerzo subimos y remamos impulsándonos con gran esfuerzo pese a ello un gran remolino nos desvió hacia una gran piedra y allí quedamos de costado, enseguida emplazo a entrar gran cantidad de agua sobre el costado que esta afirmado en la piedra, o sea el izquierdo. Intentamos salir desesperadamente de ella, esto fue el fin; más que salir la canoa fue tragada junto con nosotros y los bultos, ya no servía remar aunque lo hicimos hasta el final, la canoa fue arrastrada luego por la corriente. Solo se le veía una punta, la de adelante, los bultos quedaron flotando, menos el de la carpa que era muy pesado por las estacas de hierro las herramientas y el peso de la misma carpa además el bolso que contenía todo eso estaba trancado entre el asiento de atrás y la punta. Esa punta por lo tanto se hundió. Nosotros en los primeros segundos intentamos sacar los bultos hacía la orilla del cañón pero cuando parecía que podíamos, otro nuevo remolino nos alejaba hacia el medio. Nos pareció más sensato renunciar a ello y luchar por nuestra propia seguridad pues sabíamos qua cerca había una nueva cascada. Victo Hugo pudo ganar la orilla pero con gran esfuerzo luego de varios intentos fracasados pues los fuertes remolinos le impedían agarrarse da las piedras pero al final pudo y apenas salió corrió por entre las grandes piedras siguiendo un bulto del cual ya se veía poco, se le adelanto, vio un lugar bueno más adelante y se tiró a rescatarlo y pudo traerlo hasta la orilla. Yo mientras tanto luego del esfuerzo al tratar de arrimar 2 grandes bolsas fui arrastrado por la fuerza de la corriente y los remolinos qua neutralizaban mis intentos de nadar hasta una u otra orilla pues me sumergían. Tanto es así que en un momento dado trague un poco de agua y tuve que serenarme y poner en juego mis reservas físicas y mentales, me saque las zapatillas para mover mejor las piernas cuando me canse intente hacer la plancha pero, fue en vano pues me sumergía, por lo tanto busque otra oportunidad de ganar la orilla y esta se presentó en una curva que vi que me arrimaba un poca a la parad izquierda. Nadé todo lo que pude con alma y vida rasque el paredón con la punta de los dedos y no pude agarrarme y enseguida como a 1 mt. una pequeña entrada. Allí al fin pude llegar y agarrarme, les juro que nunca había visto más cerca la parca. Subí luego a tomar un resuello (respiración especialmente violenta o con ruido) agarrado de las piedras y note que mi respiración era muy intensa, me gritaban desde lejos los salude, esa fue la última vez que los vi, pues empecé a caminar río abajo, luego vi a Victor Hugo y seguí caminando. Victor Huyo me alcanzó, me pregunto por la canoa, le dije que la vi flotando una punta, el siguió muy rápido quería hallar un botero para rescatar las cosas; pasamos un hombre con paraguas que estaba pescando y le preguntamos.

 

Nos dijo que vio pasar bultos flotando, no distinguió la canoa. Ya Victor Hugo me sacó gran ventaja y llego el momento que me encontraba solo, descalzo caminando entre grandes piedras y ya con fuerte lluvia. El panorama era negro pero estaba alegre de sentirme con vida el salir airoso del peligro que me sucedió. Enseguida empecé a sentir voces lejanas que a medida que caminaba se iban acercando luego de un rato al subir un risco vi en la otra orilla del cañón 2 personas, pensé pescadoras o gente de la zona; que en realidad fueron nuestros salvadores que nos dieron la gran mano, de salvar gran parte, lo más importante de nuestras pertenencias. Lo primero que vieron y rescataron fue la cámara de auto con el travesaño de la canoa enganchado, un borde de aluminio y una caña de pescar de fibra de vidrio, luego las 2 grandes bolsas que yo no pude salvar. Cuando yo llegué hasta ellas ya estaba casi todo a salvo, ellos estaban del otro lado y Victor Hugo les largó la línea que ellos usaron para el rescate hacia el otro lado para terminar de traer la cámara y las otras cosas y me dejo a mí para traerlas y él se fue a buscar la bolsa que había rescatado al principio. Con esta gente tuve qua cruzar a nado varias veces y me ayudaron a vaciar también las bolsas para poner las cosas a secar. Conversé con ellos y a pesar de hablar un idioma distinto instantáneamente eran como nuestros hermanos. El Mayor Batista Alvez de Zouza y 4 hijos, el mayor, varón de 12 años y tres niñas en escalera. Nos ofreció su hogar para hospedarnos y adonde terminamos de secar la ropa mientras ellos secaban el dinero y todos los documentos. Gente muy industriosa y trabajadora, allí todos tienen siempre algo que hacer, también muy creyentes de Dios, en una forma muy positiva. El otro muchacho Adam Milton Cruz vecino de él de 16 años pero de buen físico. Nada bastante bien y se complementa a la perfección con Batista, nos acompañó un buen rato ayudándonos. De noche vino con el padre con al cual también charlamos largamente después de la cena que fue muy buena y completa reparadora de energías, nos tendieron unas mantas para dormir y esperar el nuevo día en el cual pensamos partir hacia nuestra país.

 

 

 

 

 

 

 

 

Relato: Carlos Machado

Fotos: Meramente ilustrativas obtenidas de Panoramio

 

 

Slide 3 Slide 4 Slide 5 Slide 6 Slide 7 Slide 8 Slide 9 Slide 10 Slide 11 Slide 12 Slide 13 Slide 14 Slide 15 Slide 16 Slide 17 Slide 18 Slide 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33

 

 

 

 

 

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

iniciocanotaje travesiarelatosrioshistorico

 

 

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 
 

 

 

 
Río Pelotas, febrero de 1986 area de link area de link area de link area de link logo windguru calendario calendario calendario area de link clima