Río San José - Dic/1999 (Picada Varela)



Bitácora:


Curso: Río San José
Recorrido: Remontada y vuelta
Distancia: 14 km
Estado del Cauce: Óptimo para descenso, complicado para remontarlo
Clima: Nublado y caluroso
Días: 1
Lugares / acampar: -
Año: 1999
Fecha: 12/12/1999
Departamento: San José
Recorrido en Google Earth rsjpc99.kmz
Fotos: -


Travesía en Picada Varela


Foto de portada del relato

Como no aceptar la gentil invitación de parte de la Intendencia municipal de San José de hacernos partícipes de la inauguración del camping de picada Varela. Para los que no conocen éste se encuentra en el Km 92 debajo del puente de la ruta 3 con el río San José. No tuvimos tiempo ni de pensarlo cuando ya teníamos 9 canoas arriba del camión y 25 canoeros locos de la vida por mojar un rato la canoa.
Al llegar, la cara de asombro de nuestros nuevos compañeros lo decía todo: "como puede ser que este lugar no lo conocíamos teniéndolo tan cerca", y eso que todavía no lo remaron contestábamos los que lo conocíamos. Que más decir, no pasaron 10 minutos y las canoas caían como misiles del camión al río.
Cuando por fin logramos descargar todo, el río se hacía irresistible, tras discutir si lo remontábamos o lo bajábamos decidimos remontarlo para después volver con corriente a favor. Ya al salir río arriba tuvimos que sortear por tierra la represa de la OSE para penetrar el río, muchos nos sorprendimos por lo espectacular que se nos presentaba el paisaje reflejándose el monte criollo y cielo en el espejo de agua, formándose un impresionante y único paisaje cosa que quienes estamos en esto del remo estamos muy acostumbrados a ver pero no a percibir muchas veces.
De pronto el curso de agua se cierra para dar lugar a un hermoso rápido, pero claro había un detalle a tener en cuenta y era que estábamos remontando, por lo que el esfuerzo fue extremo y el desafío era quien pudiera hacerlo más rápido, deseando estar de vuelta para prenderle con todo corriente abajo, por suerte y ya pensando en la bajada tuvimos que pasar unos cuantos rápidos.


Tras remontar alguna laguna decidimos detenernos para reponer energías, beber algo bien frío y ponernos algo que el canoero en estas épocas de mucho sol debe llevar en la embarcación, "EL PROTECTOR SOLAR", tan importante como el chaleco o la cinta Pato, realmente en las diferentes travesías nos ha tocado ver como por no usar protector solar los compañeros se han tenido que ir del río al hospital.


Que mejor que una gran cascada para detenernos, comer algo y el infaltable "líquido elemento" siempre bienvenido, mientras algunos recomponían su esqueleto otros decidimos tirarnos a la irresistible agua cristalina para refrescarnos porque ya estábamos bien cocinados de calor. Estaba en el tapete el tema de los rápidos remontados y nuestros bólidos del agua no daban más espera así que chaleco en el cuerpo remo en mano le prendimos río abajo. No pasaron 500 mts. y ya nos encontrábamos palo y palo pegando la curva, esquivando y rozando también alguna piedra donde el crujir de la fibra así lo decía, pero saliendo airosos del primer rápido. Y al son de "ENCAJALE, ENCAJALE", el goce y la adrenalina iban al mango. De pronto, la calma de la laguna se impuso, para cerrarse el monte repentinamente a tal punto que no se veía que había detrás, y hay "compañero" estaba "suciazo" dijera Miguel. El asombro fue total cuando al atravesar la corredera había un rápido de esos para gozarlo con todo. Pero no siempre las cosas van de viento en popa ya que en pleno rápido estaba el kayak de Adolfo atravesado entre las ramas, lo que provoco una clavada general de remos, donde nosotros llevamos la peor parte terminando hundidos entre las ramas, cosa que por supuesto fue motivo de chanza para el resto del día.
Después de bajar algún rápido más que otro, llegamos al punto de partida o de llegada donde la cálida gente "maragata" nos esperaba, a la que con gusto le dimos una vuelta en canoa, quedando certificada la fortaleza de la canoa de Alvaro que llego a tener hasta 15 pequeños pasajeros (siempre en la orilla) con una felicidad que se les desbordaba por todos lados, lo que me hace pensar en lo lindo y sano de esta actividad para nuestros hijos en tiempos donde estos atributos son cada vez más escasos.
Tras saludar y agradecer por tan linda y aventurera invitación al Sr. Cerdeña (Intendente de San José) nos marchamos rumbo a la capital prometiendo volver y recomendando visitar la “Picada Varela". Siempre recuerden llevar puesto el chaleco salvavidas.

Relato: Marcelo Latchinian
Fotos: RUN 47












Picada Varela - Río San José - Club Nautico ACAL - Dic 1999

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