Río Yí - Dic/2021 (Polanco del Yí - Playa del Hipódromo)



Bitácora:


Curso: Río Yí
Recorrido: Polanco del Yí (R42) - Playa del Hipódromo (Durazno)
Distancia: 56 km
Estado del Cauce: Bajo con muy lindas correderas
Clima: Soleado y caluroso
Días: 2
Lugares / acampar: Bueno
Año: 2021
Fecha: 11/12/2021 al 12/12/2021
Departamento: Florida - Durazno
Recorrido en Google Earth rypypdh21.kmz
Fotos:  


Travesía Río Yí


Foto de portada del relato

Desde Polanco del Yí hasta Durazno

Fecha: 11 y 12 de diciembre
56 km

La travesía comienza semanas antes con las reuniones de preparación, lo cual va aumentado la expectativa.
En esta oportunidad fueron 10 canoa, 8 en el tráiler, una en el techo de la caja del camión, y otra (la Catalana) de la familia de Carlos Consentino, los locatarios de Durazno, que fue llevada por ellos mismos en camioneta.
Como siempre, un grupo de avanzada el día previo cargo las canoas al tráiler, Javier, Daniel, y no recuerdo quien más ya que yo no fui.

La partida.
El encuentro fue el sábado 4 am en el club, saliendo 4.39 hs rumbo al Yí. Otro grupo de burgueses fue en auto, dígase el jubilado (volcardi) Eduardo, el letrado Javier, la muy simpática Rosie, mi Patricia, y el recién nombrado azucarlito.
El camión y auto llegaron juntos a Polanco del Yí. O el auto iba muy despacio, o sus tripulantes durmieron una hora más.
Como siempre Mauricio (amigo y chofer del camión), junto con su señora Gabriela, siempre al pie del cañón, y se encargaron de llevar el auto a Durazno.
La primera impresión del río, fue que estaba casi seco. Nadie de los 20 participantes había remado con el Yí tan bajo. Ventaja, nadie tumbaría (ni volcardi), pero eso si habría treking sobre las piedras.
9.00 am estábamos ya en el agua.

En el agua.
El día, sol abrazador, más de 30 grados al mediodía. El día transcurrió entre baños, caminatas sobre las piedras, y algo de remo. Creo que el nivel promedio del río eran 20 a 30 cm. Continuamente quedábamos arando el fondo de arena; todas las canoas se llevaron los recuerdos de las rocas.
Luego del mediodía costo arrancar, ya sea por la madrugada, por el calor, y la panza llena.
La idea era hacer por lo menos la mitad del recorrido, así que a partir de las 17,30 empezó la clásica discusión de donde acampar, que aquí, que allá, del otro lado, mejor allá, no arena, si arena, mejor pasto, etc etc, lo mismo de siempre.

Algún desubicado, llego a decir a las 18hs, cuando ya algunos boqueaban de cansancio (yo) por los 28 km del día, de acampar arriba de un barranco, que con la bajante y el cansancio, el barranco parecía un rascacielos. Pero como siempre primo la cordura, la muy meditada y consensuada idea, del Aqcua, de acampar en donde ya había estado años atrás.

Campamento.
Rápidamente se juntó leña, se armaron las carpas, algunos en el arenal, otros en el pasto, etc. Luego el heredero de Filipi (Daniel) procedió al ritual del queso y membrillo. Unos armaron sus mates, etc. Y se comenzó armar la rueda alrededor del fogón.
Horacio como siempre tomo la posta de asador, y como siempre se lució. El letrado Javier fue el fogonero.
Cuando la luz del día dio paso a la noche estrellada, se dio la inauguración de las nuevas luminarias hechas por Miguel, con serpentinas de led, y botellas de gatorade. Todo un éxito que genero aplausos espontáneos.
La noche fue transcurriendo entre cuentos y anécdotas, comiendo el excelente asado (colita y chorizos), y también estaban asando los pollos arrollados para el almuerzo del domingo. Por supuesto no falto la tan clásica discusión si la carne cocida o jugosa, y si la mayonesa era Rika o Helmans. Había muchos cuerpos cansados así que temprano nos fuimos yendo a dormir.

Al otro día, no sé qué fue peor si los millones de pájaros cantando a las 5 am, o el vozarrón del Aqcua. En definitiva o te despertabas o te despertabas.
El desayuno trascurrió tranquilamente salvo del detalle que no aparecía el dulce de membrillo, por lo que hubo acusaciones cruzadas de que paso. Al final alguien lo cambio de la tarrina al bolso térmico. Y como siempre tuvo que ser una mujer quien lo encontró.

Vuelta al remo.
9 y poco am ya estábamos en el agua para arrancar hacia Durazno.
Tanto el sábado y más aún el domingo, nos deslumbramos con el espectáculo de las ESPATULAS, una aves hermosas color rosado. Estaban en grupo de a 10. A medida que nos acercábamos a ellas volaban en dirección del río, nos volvíamos a encontrar y volvían a volar en igual dirección, hasta que al final volaron volviendo para atrás.
El domingo transcurrió similar al sábado, mucho calor, muchos baños, poca agua, muchas piedras y caminatas. Una canoa, según relata el jubilado volcadi, pararon y la llenaron de agua para lavarla, debajo de unos sarandíes.

En una de las paradas se armó la infaltable guerra de agua, que salvo mi Patricia todos quedamos empapados. Aún no se entiende como zafo. Primer caso en 15 años. En ese mismo punto se sacó la foto grupal con todos en el agua.
Hubo varias correderas que se tuvieron que hacer caminado de lo contrario se arriesgaba a romper la canoa.

Ya sobre las 17 horas llegamos a Durazno, repleto de gente en las playas, cargamos todo y pegamos la vuelta a Montevideo.
El grupo de burgueses que fueron en auto, no tuvieron más remedio que parar en la Catalana para comprar 2 docenas de biscochos, que desde ya aviso son espectaculares.
22 hs llegamos al club, descargamos y todos para su casa, con el cansancio y la alegría de haber compartido nuestra pasión sin ningún inconveniente.
Hasta la próxima!!!

PD: no cuento las anécdotas del viaje en camión, porque yo fui uno de los burgueses del auto

Relato: Carlos (Nro2 Azucarlito) Agorio
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL







Río Yí - Canotaje Travesía - Dic 2021

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