Río Santa Lucía - Set/2023 (Las Brujas - Isla Collazo)



Bitácora:


Curso: Río Santa Lucía
Recorrido: Las Brujas (R48) - Isla Collazo - Las Brujas
Distancia: 17 km
Terreno: Crecido
Clima: Frío, soleado, lluvioso y gélido
Días: 2
Lugares / acampar: Aceptable (campamento de pescadores y taladores (muy mugriento))
Año: 2023
Fecha: 16/09/2023 al17/09/2023
Departamento: Canelones - San José
Recorrido en Google Earth rslptlb23.kmz
Fotos: https://photos.app.goo.gl


Islas del Santa Lucia - Isla Collazo


Foto de portada del relato

Cuando todo puede salir mal y sale pero diferente.

Mi nombre es Luciano, y quiero compartir una aventura inolvidable que viví junto a mi padre, Miguel, y un grupo de sus amigos, incluyendo a Rafa, Fiorella, El Aqua (el líder del grupo), Homero, María del Carmen, y Ernesto, en una travesía en canoa por el hermoso río Santa Lucía. Esta experiencia fue una de esas que marcan la vida y que siempre recordaré con cariño.

Sábado Todo comenzó el 16 de septiembre, un día soleado y caluroso. Era el cumpleaños de mi padre, Miguel, y habíamos decidido hacer algo especial para celebrarlo. A pesar de haber escuchado historias sobre sus amigos, no los conocía personalmente. Reunimos a este variado grupo de amigos y nos dirigimos al Club ACAL, llenos de emoción y entusiasmo.

Nuestra intención inicial era partir desde el parador Tajes y navegar por el río. Sin embargo, nos encontramos con un obstáculo inesperado. Había un entrenamiento militar en curso, y no nos permitieron el acceso. Sin embargo, estábamos decididos a no dejar que esto arruinara nuestro día. Bajamos nuestras canoas en el río, cerca de "Las Brujas", y comenzamos nuestra travesía desde allí.

El sol brillaba en el cielo, creando destellos en las aguas del río Santa Lucía. Aunque teníamos la corriente en contra y el viento en contra, estábamos llenos de energía y emoción por lo que nos esperaba. Navegar juntos era una experiencia que habíamos planeado durante mucho tiempo, y finalmente estábamos en camino.

Después de remar durante un buen rato, decidimos hacer una parada para recargar energías y disfrutar de un pequeño almuerzo. Sacamos nuestras viandas y compartimos bocadillos mientras admirábamos la belleza de la naturaleza que nos rodeaba. Era como si estuviéramos en un mundo aparte, lejos del ajetreo y el estrés de la vida cotidiana.

Luego de nuestra pausa, continuamos nuestra travesía hasta llegar a nuestro destino para pasar la noche. Encontramos una pequeña playa con un mini edificio abandonado que nos sirvió como refugio. Cada uno de nosotros eligió su lugar favorito para armar su carpa y prepararse para la noche.

La noche cayó sobre nosotros, y con ella llegó el momento de celebrar el cumpleaños de mi padre, Miguel. Sacamos carne y chorizos para asar en la fogata improvisada, y pronto el aroma delicioso llenó el aire. Todos nos reunimos alrededor del fuego, compartiendo risas y anécdotas mientras el calor de las llamas nos envolvía. Una de las historias más divertidas que compartimos fue la de la "taza turca", que nos hizo reír a carcajadas. Era uno de esos momentos en los que te das cuenta de lo valiosos que son los amigos y las experiencias compartidas.

La noche avanzó, pero nosotros seguimos disfrutando de la compañía del otro. El cielo estaba despejado, y las estrellas brillaban como diamantes en el oscuro manto celeste. Nos quedamos hasta tarde, compartiendo historias y canciones alrededor de la fogata. La felicidad y la camaradería llenaban nuestros corazones, y sabíamos que estábamos viviendo un momento único en la vida.

Domingo Al día siguiente, nos despertamos temprano, aún llenos de energía y emoción por continuar nuestra travesía en canoa. Desayunamos juntos y desarmamos nuestro campamento en la pequeña playa. Sabíamos que hoy sería un día diferente, ya que el cielo se veía nublado y amenazante. Sin embargo, estábamos decididos a enfrentar cualquier desafío que se nos presentara.

Nos preparamos para zarpar nuevamente hacia "Las Brujas", nuestro punto de partida. La atmósfera estaba cargada de electricidad, y podíamos sentir la tensión en el aire. A mitad del camino, la lluvia comenzó a caer. No era una lluvia suave y refrescante, sino una tormenta repentina que nos tomó por sorpresa.

El río, una vez tan tranquilo y sereno, se convirtió en un desafío. Las olas agitadas chocaban contra nuestras canoas, y el viento soplaba furiosamente en nuestra contra. La lluvia nos empapaba hasta los huesos, y las aguas rugientes parecían querer devorarnos.

"¡Todos juntos, rememos con fuerza!", gritó nuestro líder natural. Sus palabras nos dieron ánimo, y luchamos contra las fuerzas de la naturaleza que se habían vuelto en nuestra contra. Cada remada era un esfuerzo conjunto para avanzar, y la adrenalina corría por nuestras venas.

A pesar de las dificultades, no perdimos la esperanza. Nos aferramos a la idea de llegar a salvo a nuestro destino. Las palabras de ánimo y apoyo entre nosotros eran como un bálsamo para el espíritu, y nos dieron la fuerza para continuar.

La tormenta rugía a nuestro alrededor, pero finalmente, después de una lucha intensa, llegamos a "Las Brujas". Habíamos enfrentado la furia de la naturaleza y habíamos demostrado que la amistad y la determinación pueden superar cualquier desafío.

Así concluyó nuestra inolvidable travesía por el río Santa Lucía. Fue una experiencia que nos unió más que nunca y que siempre recordaré con cariño. A pesar de los obstáculos y las adversidades, demostramos que la amistad y la determinación pueden superar cualquier tormenta.

Primer relato hecho con ayuda de AI

Relato: Luciano Lacurcia
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL