Río Santa Lucía - Oct/2023 (Fray Marcos - San Ramón)

Bitácora:

¡Y nos vamos al Cordobés! No, no, al Cordobés no, mejor al Santa Lucía.

Para el fin de semana largo del 14, 15 y 16 de octubre, el calendario del Acal decía “Arroyo Cordobés” y estábamos todos súper contentos, seguramente yo era de los más felices porque esta travesía la había comenzado a imaginar el año pasado, por allá cerca de fin de año cuando nos dijeron “propongan destinos para el 2023” y en mi lista de deseos no podía faltar el Cordobés, ¿por qué? La respuesta es simple, ¡¡¡es hermoso!!! Pero, además de estar emocionada por ir al Cordobés, este octubre se cumplen seis años de mi primera travesía de canotaje con el grupete (la primera fue de senderismo) y además con estreno de canoa y ¡qué canoa! No es que la Angirü vaya a tocar por primera vez el agua, porque la ansiedad no lo permitió (ni bien salió del taller fue directo al río para su botadura con sus dos dueños -Rafa y yo-), pero esta es la primera vez que se va de travesía (lástima que solo conmigo). ¿Ella también estará tan emocionada como yo?

Sábado - de problemas
Llegamos al club a la hora indicada y a los pocos minutos llega Mauri con el camión diciendo que “levanta temperatura” y allá todos nuestros Giros Sintornillos, que siempre hacen magia, se pusieron a disposición: que esto para acá, que esto para allá, vamos a buscar/comprar tal cosa y tal otra… Pero los inconvenientes no dejaban de aparecer y luego de varias horas se decidió poner una pausa y reacomodar.

Cambio de planes
Nos fuimos del club a las 6:30 y nos reencontramos a las 14:00; todavía estaba Mauri con las manos engrasadas y el camión a medio arreglar… Decidimos ir en vehículos particulares al Santa Lucía de Fray Marcos a San Ramón y con muy buena onda y disposición de todos, la travesía se acomodó y, aunque el destino cambió, pudimos salir.

Llegamos al camping de Fray Marcos directo a acampar y a disfrutar lo que nos quedaba de tarde. A esa hora ya debíamos estar acampando pero en un rincón diferente del paisito.
Pasamos precioso en la tarde y el fogón. La noche llegó rápido y el cansancio de una jornada agotadora -para algunos más que para otros- nos ganó, así que antes de la medianoche ya estábamos todos en el sobre.

Domingo - de remada
Al día siguiente nos despertamos, desayunamos, cargamos todo y partimos a nuestro primer día de canotaje. Como era costumbre, a cada hora nos reagrupábamos y descansábamos. Cómo el día se prestaba, disfrutamos de un lindo baño en el río.

Luego de haber hecho varios kilómetros, nos encontramos con una represa hecha con piedras que iba de punta a punta del río. La miramos con cariño: ¡qué linda para tirarse si no estuviese esa piedra y esa otra ahí! O bueno… con un poquito más de agua… pero como las piedras estaban ahí y la cantidad de agua no la podíamos modificar, tuvimos que bajarnos de las canoas y pasarlas flotando con cuidado.

Continuamos remando y después de varias bajadas y subidas de la canoa inspeccionando territorios, encontramos campamento. Desembarcamos y al ratito se escuchó una voz que decía "vamos a dar vuelta a la Angirü a ver cuántas rayas tiene". No quiero quemar a nadie, pero somos pocos y nos conocemos. Al darla vuelta nos sorprendimos, para lo bajo que estaba el río y el sufrimiento que pasé en cada lugar con piedras o arena gruesa, la verdad que aguantó bien de bien.

A la noche, esta travesía tenía un festejo esperando. Para quien no pertenece al grupo, quiero contarle que cada día cuando hay un cumpleaños, en el chat, desde las 08:00 y hasta las 12.00 se dicen pistas que ayuden a adivinar de quién es el cumpleaños, y como no podía ser de otra manera, ese día solo se escribieron halagos y verdades de una compañera que estaba en la travesía. Como el festejo, si estás en travesía es infaltable, a la noche, con la panza llena y al ritmo de parabens pra voce aparecieron tortas (sí, sí, en plural) para celebrar con Gaby el día de su cumpleaños.

Lunes - de llegada
A la mañana siguiente, y luego de haber tomado unos mates empezó la discusión: ¿a qué hora salimos?, ¿hacemos campamento largo?, ¿almorzamos y arrancamos?, ¿paramos para almorzar? Entre tantas idas, vueltas y votación, se decidió arrancar 11.30 y parar a mitad de camino para almorzar pero, como todo fluye de acuerdo al día, en la parada decidimos continuar para almorzar en San Ramón y, en definitiva, parece que fue la mejor de todas las opciones.

¿Por qué? Porque teníamos un obstáculo esperándonos… Pocos kilómetros antes de llegar a San Ramón, ya pasado el mediodía, nos encontramos con la obra del puente nuevo de San Ramón, no el viejo que ahora es nuevo, sino uno nuevo unos dos kilómetros y medio antes de llegar al puente viejo nuevo y ahí nuevamente aparece una pregunta que nos acompañó desde antes de partir en esta travesía: ¿Qué hacemos? La decisión final fue descargar las canoas, pasarlas caminando, volverlas a cargar, continuar navegando y almorzar en el parque de San Ramón.

Esta travesía nos encontró con varios obstáculos que, entre todos, logramos superar. No tuvo grandes dificultades en cuanto a lo que implicó el trayecto, pero sí los tuvo en su comienzo y la manera en que el grupo tiró para adelante y buscó soluciones para poder salir a navegar por los ríos y arroyos de este pequeñito país, eso es lo que más reconforta. No podríamos haber ido a ningún lado sin los compañeros y compañeras que pusieron lo mejor de sí y sin el apoyo de muchas personas que, desde su lugar, pusieron su colaboración.

Si esto no es Canotaje Travesía, ¿qué es?

Relato: Fiorella Giovannini
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL