Río de la Plata - Oct/2018 (Carrasco - Malvín)

Bitácora:

Domingo 14 de octubre, una camioneta pasó a recogernos a algunos, mientras Filippini como no podía ser de otra manera llevaba su camioneta cargada con las canoas. Comenzamos a buscar por donde bajar al arroyo para comenzar nuestra travesía, “que acá no se puede”, “allá tampoco “ hasta que finalmente nos decidimos, en el tercer puente del Arroyo Carrasco, ahí donde lamentablemente la mugre abunda.

A diferencia de otras travesías, las parejas se fueron armando en el momento en que las canoas se iban arrimando al agua y al ratito ya estábamos en el arroyo remando. Desde la orilla nos saludaba Pablo (comodoro) que con su esposa nos sacaban fotos registrando las primeras remadas de aquella mañana.

El arroyo es más lindo de lo que uno a priori se imagina y al llegar a la desembocadura el paisaje es hermoso. En ese momento, tuvimos que bajarnos de las canoas y ayudarnos unos a otros a moverlas unos pocos metros hasta llegar al mar porque el agua estaba muy baja.

Una vez en el mar, los peces estaban de pura fiesta, nunca habíamos visto tantos peces saltando en el agua y para suerte de ellos, los pescadores estaban sin suerte...

El viento comenzó a hacerse presente y más aún para quienes no remábamos pegados a la orilla; este es un claro ejemplo donde la experiencia de Filippi nos dio una gran lección porque por supuesto él y Dora iban primeros, resguardados del viento bien pegados a la orilla.

En un momento, decidimos salir en la playa a la altura de las pipas, el agua estaba transparente como pocas veces se puede apreciar en Montevideo y, aunque el viento no nos permitió terminar la remada, compartimos una hermosa mañana.

Relato: Fiorella Giovannini
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL