Río de la Plata - Mar/2023 (Punta Ballena)

Bitácora:

TRAVESIA en el departamento de Maldonado
18 y 19 DE MARZO 2023.

DIA UNO
El primer día fuimos a la Laguna del Sauce que queda en el Departamento de Maldonado, en Solanas, a 2 hs. aproximadamente de Montevideo.
Los primeros en la laguna fuimos nosotros: Leo, Adri, Giuli y yo (Claudio). Después llegaron Fiorella y Graciela, luego Carlos Agorio y Patricia, Pablo con Alexandra y Alejandro. Hubo un pequeño percance porque el abuelo Filipini se equivocó de laguna y tuvimos que esperarlo para poder salir ya que él traía las canoas. Igual en el ínterin sacamos un Susuki de un peludo en la arena… no hay que estacionar en cualquier lado, el terreno siempre tiene que estar firme y si igual pasa siempre hay buena gente dispuesta a empujar.

Cuando llegó, bajamos todas las canoas y nos repartimos.
Alexandra iba con Alejandro, Carlos con Patricia, Pablo fue solo en su kayak, Fiorella con Graciela, Leo con Adri y Giuli. Por último con el Abuelo Filipini fui yo para que no remara solo.
Fuimos bordeando la laguna todos juntos para que no nos llevara el viento. Pasamos por muchos muelles mientras avanzábamos. El que nos iba guiando era Carlitos, que quería llegar a la casa de Carlos Perciaballe. Yo no sabía quién era.
Averigüe en Google, dice El “Rey del café concert”. Su casa la vimos de lejos, desde la costa porque no había nadie así que seguimos hasta una playa que estaba medio cerca de ahí. Cuando llegamos, almorzamos a la sombra de unas palmeras y se contaron muchas historias. Después de la sobremesa, salimos para el regreso y en ese momento pasó mi gran aventura: con el abuelo Filipini en vez de ir con todos los demás cortamos casi por el medio de la laguna compitiendo con el viento y las olas.

Fue algo muy divertido, sorprendente y me va a quedar marcado para toda la vida. Por momentos me dolían todos los brazos, parecía que no podía remar más y el abuelo me decía “el dolor sólo está en la mente” y así seguí remando con todas las fuerzas viendo de lejos a las demás canoas y LLEGAMOS!

Nos dimos un baño y cargamos todo para nuestro segundo destino en el día: Camping de Punta Ballena. Allí era donde íbamos a acampar. Cuando llegamos prendimos el fuego y armamos las carpas. Pablo salió en el auto y trajo mucha leña seca que estaba tirada al costado de unos caminos cercanos, así cuidamos el medioambiente y aprovechamos mejor los recursos.

Cuando cayó la noche llegó Dani el primo( ojo !!, no lo confundan) que trajo a Agustín y a Joaquín.
El abuelo Filipini se organizó para hacer los insumos para la típica merienda de acal: el Martín Fierro al pan. Todos comimos porque había mucha hambre y seguimos comiendo.
Mi papá cocinó a la parrilla, está vez en un parrillero y no el suelo, carne, chorizo, papas, boniatos, hamburguesas y morrones rellenos. Todo quedó muy rico!!, mientras comíamos intercambiaron ideas sobre las próximas elecciones de la comisión directiva del club, recuerdos de otras travesías.

Después con Giuli estábamos tan cansados de remar (en especial yo) así que nos fuimos a dormir y no supe que más pasó después.

DIA DOS
Cuando me desperté estaban levantados los tempraneros Leo, Giuliano, el abuelo, Fiorella, Dani y Pablo, el resto fue llegando de a poco. Yo hice las tostadas mientras el abuelo cortaba el queso y el dulce de membrillo. Después de un rato cuando todos ya estábamos en el fogón/parrillero, empezaron a planear la remada que se iba a hacer por Punta Ballena ese mismo día.

A las 10:00 salimos en los vehículos con el tráiler de canoas detrás en dirección a la playa Portezuelo. En la playa nos esperaban 3 remeros más, Nico, el primo de Dani con sus dos hijas.
Descargamos canoas y esta vez fui con mi familia porque el abuelo no iba a remar, se quedó en la playa junto a Patricia, Agustín y Joaco.
Las parejas fueron casi las mismas excepto por Carlos que fue solo en la tabla de paddle y por Dani que fue con Nico y sus dos hijas.

Al salir tuvimos que pasar sobre las olas para poder salir de la zona costera después estuvo muy calma el agua. La punta estaba muy linda, había muchas grutas por todo el camino. Pasamos por un club Náutico de los Balleneros (tiene 55 años de existencia) y por Casa Pueblo.
Un lugar fantástico!

A la vuelta unas nubes que parecían de lluvia avanzaban rápidas pero las ignoramos.
Cuando casi llegábamos a la costa nos pasó otra cosa impresionante, tuvimos que correr olas en una canoa y encima yo iba de proel. Papá me dijo que apenas tocáramos tierra había que saltar de la canoa para que no nos revolcara la ola; así que cuando corrimos la ola apena tocó el suelo la canoa todos saltamos. La maniobra salió bien excepto por Giuli se pegó con el remo en el pie.

Después llevamos la canoa cerca del tráiler y nos dimos un baño.
Las nubes que vimos antes se estaban acercando a la costa y parecía que iban a descargar bastante agua. Rápidamente intentamos cargar todo por suerte nos dio el tiempo pero a otras personas de la playa no. Mi papá con otros más ayudaron a todos lo que más pudieron por que se les volaban las tablas de paddle. Hubo un viento muy fuerte, la arena voladora nos chicoteaba las piernas. De a poco volvimos al camping a desarmar el campamento.

Luego todos fuimos a comer a bajo de un techo, en una galería de una construcción en el camping, comimos una picada con lo que sobró de la noche pasada; hamburguesas, algo de chorizo y queso.
Después de comer empezaron a irse todos y nosotros nos despedimos y fuimos unos de los últimos en partir.

Este es el final del relato de esta travesía y espero que les haya gustado leerlo. Fue una travesía muy especial que recordaré por todas las aventuras vividas en canoa, en tierra y en el agua.

Relato: Claudio Malnati
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL