Arroyo del Penitente - Jun/2011 (Senderismo)



Bitácora:


Lugar: Salto del Penitente
Recorrido: Villa Serrana - Salto del Penitente
Distancia: 14 km
Estado del Cauce: Muy crecido
Clima: Soleado a lluvia torrencial
Días: 2
Lugares / acampar: Cabañas del Salto del Penitente
Año: 2011
Fecha: 18/06/2011 al 19/06/2011
Departamento: Lavalleja
Recorrido en Google Earth vsp11.kmz
Fotos:  


Salto del Penitente (crecido)


Foto de portada del relato

Mientras el alba dejaba entrever con su clarear, que el astro rey nos iba a brindar su calor, las previsiones del fin de semana, no eran las mismas que nos dejaba ver esa mañana.
La salida estaba prevista para 30 aventureros, repartidos en ocho vehículos particulares.

Nos juntamos algunos en nuestra sede principal, Acal en Malvín y salimos en busca de nuestro destino, Villa Serrana y Salto del Penitente.
El plan era parar en la estación de nafta de Avenida Italia y Barradas, para esperar a otros vehículos y de allí, salimos en busca de Filipini, pasando por su feudo.
Luego de unas horas de charla, mate y bizcochos, llegamos a Villa Serrana, y allí fuimos en busca del famoso Ventorrillo de la buena vista, lugar otrora muy famoso y visitado, luego dejado a su suerte en el más oscuro ostracismo, hasta que hace poco tiempo, lo agarró un emprendedor que intenta abrirlo y darle el brillo que nunca debió perder.


Ventorrillo del a Buena Vista
Todavía cerrado, pero en obras para poder reabrirlo prontamente, el salón principal aún desnudo mostraba unos sillones y un par de mesas donde nos ubicamos para planificar.
En la vuelta recorriendo las futuras nuevas instalaciones del Ventorrillo, alguien tuvo el infortunio de romper un vidrio, por suerte, sólo el vidrio sufrió su lastimoso deterioro y quedó como una anécdota del viaje.
Dejamos los vehículos allí, en el estacionamiento del Ventorrillo y nos impulsamos a partir, el plan?, caminata a campo traviesa con destino, Salto del Penitente.


Caminata Serrana-Penitente
Nos esperaban unas horas de caminata, de nivel más que aceptable, apto para todo público.
GPS en mano arrancamos hacia el Baño de la India, primer escollo, un paso de cañada muy chico pero donde no convenía arrancar mojándonos los pies, así que buscamos un paso donde afloraban algunas piedras como formando un cruce irregular, con ayuda de los bastones y de los compañeros, sorteamos el escollo sin problemas, de ahí, el terreno se elevaba y con él, nuestro sendero. Luego de un rato, nos encontramos con un raro montículo de piedras, aún no tengo idea de lo que era o significaba, pero nosotros le encontramos el uso perfecto, todos a acomodarse para una foto casi grupal!!! Al rato de dejar el montículo nos encontramos con una manga de piedra, en forma circular, seguramente habrá sido usado para agrupar el ganado ovino en alguna época, me dio esa sensación.

Desde allí el terreno empezaba a bajar así que la caminata era un tanto más descansada, cruzamos un arroyo muy chico y seguimos en bajada. Pasamos al lado de un montón de vacas que estaban pastando, en último lugar venía Rafa y se paró a sacarles una foto, y ahí, todas las vacas empezaron a seguirlo!!!

En cierto momento, empezamos a caminar por el costado de un alambrado, el cual delineaba el límite de una propiedad, allí, nos pusimos de charla con sus dueños y al preguntarles por el Salto, la sorpresa fue que estábamos ahí, al llegar, recorriendo el alambrado hasta su final.
Así lo hicimos luego de despedirnos y llegamos al lado norte del Salto del Penitente, desde lo alto de nuestro camino se divisaba el complejo allí construido.
Llegados al borde del curso de agua, el mismo daba paso prácticamente sin mojarnos los pies, hasta nos sentamos al borde de la caída para tomarnos fotos, una belleza.


Salto del Penitente
Luego de reunirnos todos al final de la caminata, los designados, se fueron en una camioneta hasta el Ventorrillo, a buscar los vehículos.
La tarde se fue desdibujando y el cielo a encapotarse, se cumplía el pronóstico que nos habían dado. Pero la tarde fue enfriándose pero sin lluvia todavía, así que luego de acomodarnos en las dos habitaciones que tiene el complejo para acomodar pasajeros de paso, recorrimos todo el predio del Salto, algunos se animaron a cruzar en la tirolesa. Y allí nomás, al caer las primeras sombras de la tarde, se largó a llover, todos adentro!!!

Truco, mates y charlas, pasamos bárbaro hasta que en la noche, el dueño del lugar, que casualmente era el mismo que el del Ventorrillo, nos prestó una barbacoa para hacer nuestra cena, compuesta de parrilla!!!! Llovía y había mucho viento, el cual desparramaba el humo caprichosamente entre los comensales no tan bien ubicados, luego de la opípara cena, la típica del grupo, formar círculo, generalmente alrededor de un fogón al piso, pero debido a la inclemencia del tiempo, fue ahí nomás, en la barbacoa, meta charla y caliboratos de variada especie y sabores, hasta que cada uno se iba yendo a dormir en la medida que el cansancio lo vencía.


Lluvia
Llovió toda la noche torrencialmente. A la mañana, cerca de las seis, dos o tres madrugadores, nos juntamos en la cocina del lugar, todos los alojados, éramos sólo nosotros, así que el dueño, a la tarde anterior, se fue no sin antes decirnos que ésa, era nuestra casa, un acto de confianza digna de admirar y de respetar.
Para nuestra sorpresa, nos habían dejado pan casero y manteca, junto con unos mates, qué más se puede pedir???

Paró un poco la lluvia y nos fuimos al mirador a admirar la belleza del entorno, que no era el mismo que habíamos presenciado la tarde anterior, ahora, el lugar donde estuvimos sentados tomándonos fotos, al borde del salto, estaba bajo agua, un tremendo, inmenso torrente de agua llegaba hasta el salto, desbordándolo por sus costados, tanto que la escalera para bajar al fondo, estaba sumergida.

El hilo de agua que caía el día anterior, se había transformado en un torrencial, estruendoso, apabullante y fantástico salto, prácticamente desconocido por quienes sólo llegan hasta el mismo, en tiempos de sol y que unos pocos aventureros tuvimos el gusto de admirar. Para haber sido una salida de travesía sencilla, nos ofreció un abanico de estados totalmente disfrutables, mismo lugar, diferente belleza.
Cayendo el final de la tarde, la obligada partida que marca el regreso, las despedidas y a volver a las actividades cotidianas, pero con toda la belleza disfrutada, en nuestras pupilas y nuestro interior.


Relato: Gerardo Pereira
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL







Arroyo del Penitente - Canotaje Travesía - Jun 2011

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