Rio das Antas - Ago/2010 (Bento Gonçalves RS Brasil)

Bitacora:

Rafting en Río das Antas

Bento Gonçalves, RS, Brasil

Luego de enterarnos de que en el Río Pardo, Candelaria, RS no había agua suficiente para hacer un buen rafting nuestro amigo Junior de Rota Aventuras nos prepara 2 Rafting en el Río das Antas (río de los tapires) y un Ducking en el Río Carrero.

15 Acalenses partimos entonces a Bento Gonçalves para así hacer estas actividades en una zona netamente montañosa, la Sierra Gaucha a unos 100Km al norte de Porto Alegre.

Tras dejar atrás Uruguay por la frontera en Aceguá donde tuvimos que despertar al a oficial de aduanas para hacer el trámite de rigor. Tomamos rumbo a Candelaria donde almorzaríamos, Junior nos esperaba a la hora acordada en el mismo lugar del año pasado. El saludo de rigor la presentación de los nuevos del grupo y rumbo a Costa do Río sede de Rota Aventuras.

Me acomode en la combi con Maria y Junior y el resto en el Micro, al tomar la costa se empezó a ver el desastre, resulto que en enero pasado hubo un diluvio que arrasó con todo lo que habíamos visto el año anterior: cables de Alta Tensión, puentes colgantes para peatones, el camino de balasto, arboles por doquier.

Llegamos y o sorpresa toda la familia esperándonos y mas el viejo granero del vecino ahora es un comedor y salón multipropósito y mas, 2 cabañas ocultas en el monte cada una para 4 personas, muy pero muy lindas, se noto el esfuerzo y empeño que le pone Junior. Almorzamos y partimos con Junior y compañía rumbo a Bento Gonçalves.

En la tarde del 21 de agosto llegamos al camping junto al Río das Antas propiedad de Gasper Montanhismo donde acamparíamos y tendrían lugar las primeras actividades.

En este caso el campamento no fue de lujos sino más bien pobre de servicios.

Resulta que como esta la borde de la ruta todo lo que dejan en el predio se lo llevan los amigos de siempre, entonces el baño es al costado de una cantina que queda enfrente del camping y como nadie le da servicio estaba en muy malas condiciones, en fin un lujo para nosotros que andamos a monte.

Las carpas entraron perfectamente en el monte, buscando los pocos lugares derechos ya que como estamos en la montaña en terreno es en pendiente, cenamos unos pinchos asados al carbón y a dormir.

1er Rafting.

Temprano en la mañana en pie, con bastante frio típico de la fecha en que estábamos y a realizar el primer Rafting de unos 12 Km de recorrido, en el cual teníamos acotado el tiempo ya que este río lo han represado en 4 lugares y una de estas represas nos daría el agua suficiente para que el rafting fuera estupendo. A la hora señalada el río tenía un metro más de agua; llegamos al punto de partida y desde el micro se divisaba una cascada que tenía más de 6 metros de altura; todos estábamos eufóricos de pasar por esa corredera, pero no fue así el rafting justo comenzaba al pie de esta cascada. Recorrimos el lugar ya que era un gran obstáculo de rocas hasta llegar el agua y en una de las tantas rocas un presagio de buen augurio, nos encontramos con la cara del indio del ACAL esculpida por el la naturaleza en la roca misma mirando las correderas.

El placer de estar en la sima viendo caer el agua y luego meternos en la balsa justo en el pie de esta y ya comenzar con las correderas y rápidos nos dejó más que contentos. Con el equipamiento requerido para estas actividades (trajes de neopreno, chaleco salvavidas y casco) nos dividimos en tres grupos uno por cada balsa, nos dieron las directivas de rigor y a acarrear la balsa hasta el río.

Balsa 1: Timonel y responsable: Sperotto (Fabiano).
                 Grupo: Alejandro (Pie Grande), Salvador, Francisco (Pucho), Juan de Dios y Estela

Balsa 2: Timonel y responsable: Mauri.
                 Grupo: Martin (Peludo), Ignacio, Carlos Humberto (Principe), Leonardo y Ma del Carmen.

Balsa 3: Timonel y responsable: Garbin.
                 Grupo: Pablo (Con), Pablo (Sin), Clara, Eliana, Gerardo (Aqua), ¿? y María José.

Mas 3 Kayak de compañía.

El río corre entre morros de casi 600 metros de altura con exuberante monte nativo en donde prácticamente no hay pobladores, con muy pocos afluentes y rápidos casi de continuo, los cuales nos dieron el entrenamiento para el segundo rafting que haríamos río arriba y que sería de unos 28 Km sin posibilidades de salir del río.

Pasamos un par de rápidos estupendos llenos de adrenalina y nos detuvimos frente a unos paredones de unos 5 metros de altura y a distenderse, el que quería saltaba el resto miraba.

Experimentamos todos los tipos de pasadas: de frente, de espaldas, de costado, rebotar contra una roca, girar y pasar marcha atrás y remontar rocas para girar la balsa.

Luego de algún rápido la famosa guerra y todos contra todos y al agua pato, peleando a remaso limpio contra los que no querían agua.

Por suerte o destreza novatos y no tanto pasamos todos los rápidos sin problemas, sin tumbos y con gran alegría.

Qué paradoja no, llevar el GPS desde Uruguay para marcar el recorrido y olvidármelo prendido en el micro y este bus irse para su casa, fue lavado, llevo a unos cuantos veteranos a una fiesta a casi 60 km, esperarlos y volver al garaje (Chau GPS).

A medio día ya estábamos en el viejo puente de hierro donde estaba el campamento, luego de almorzar teníamos varias actividades, un poco de ducking, tirolesa y péndulo; ya que no había suficientes kayak inflables (ducking) nos dividimos en dos, unos haríamos un par de kilómetros de ducking y el resto haría péndulo.

Con el río casi sin agua ahora el remar fue tranquilo disfrutando del paisaje y pasando alguna que otra corredera mínima de las que pasamos con las canoas en Uruguay; el péndulo como todo deporte de colgarse solo lo realizamos algunos pocos y soy sincero y me decía que nunca lo iba a hacer pero lo hice. El atarse de una cuerda y balancearse desde un pie del puente al vacio fue impresionante, el saltar es la cuestión y lo que más cuesta; luego como sentís el agarre de la cuerda parece una hamaca gigante, al parar te elevan y listo un par de minutos y se termina todo. La tirolesa es peor aun ya que te deslizas desde el puente al agua en un recorrido de unos 100 metros, lamentablemente cuanto más pesas menos recorrido haces y caes en medio del río (propia experiencia) y en tan solo unos 15 segundos, en fin divertido igual, ambas actividades con un costo elevado que no evaluamos al realizarlas y luego hubo que pagarlas.

Me dicen hablamos con el chofer y no vio nada, cuando vallamos a cenar a Nova Roma do Sul lo vemos si queres. Mientras todos se acomodaban en un lindo restorán, con María y Garbin fuimos al estacionamiento, con lo ya narrado no quería saber nada pero igual fuimos y al subir, derechito al asiento y allí estaba enganchado en la cuerda de la cortina y midiendo todavía (Hola GPS).

Cenamos y visitamos la plaza y alrededores y vuelta la camping a dormir.

Luego de dos noches de camping levantamos campamento y nos dirigimos a Catipora, a unos 60 Km de carretera con morros, curvas, plantaciones de vid y de duraznos, hasta llegar al Río Carrero para hacer unos 12 Km de ducking.

Ducking.

Otra vez el río tenía poca agua pero lo suficiente para pasarlo bien. Este río tenía largas correderas y no rápidos, lo que nos permitió hacer el recorrido sin tener vuelcos de ninguna de las embarcaciones y nos dio para chivear de lo lindo con un calor abrasador de unos 25 grados, nada despreciables para la época. Comentaba que en canoa se podía haber hecho bien. Terminado este descenso almorzamos y nos tomaría toda la tarde para llegar al nuevo camping en Criuva donde a la mañana siguiente haríamos la actividad principal del viaje el tan ansiado rafting de 28Km.

Acampamos próximo a Criuva en un lugar de camping de verano no de invierno, acá la infraestructura era similar al camping anterior pero igual nos acomodamos, cenamos en Casa Verde un lugar precioso muy familiar que nos recordó lo vivido en Candelaria y a dormir que tendríamos un largo periplo al día siguiente. En esta parte del Río das Antas está planeada la construcción de otra presa de un total de siete. Por lo tanto en poco tiempo más no habrá rafting en esta zona y dada la longitud del tramo pocas personas lo han hecho, y nosotros lo pedimos.

2do Rafting.

Madrugar, un buen desayuno en Casa Verde, 40 minutos en bus por los morros y llegamos al puente de Korff sobre el río das Antas; muy parecido al puente negro del río Rosario pero más grande y majestuoso que también ha quedado un tanto perdido, ponerse el equipo para el rafting y al agua pato; como ya preveíamos el río con poca agua pero daba para navegar. El río serpentea entre los morros de más de 700m con exuberante vegetación, sin casas ni caminos a la vista. Las correderas dignas de recorrer y un tanto fáciles de pasar hasta que llegamos a la llamada “La Serpiente” una corredera de unos 700m de longitud que según los guías era dificilísima, de cruzar.

Nos detuvimos justo al comienzo, los 4 guías se fueron para delante por tierra explorando las correderas, rocas y posibles pasadas, nosotros nos decíamos “no es tan difícil de pasar estos nos deben de estar metiendo miedo”; pero fue justo así, regresaron y nos comenzaron a explicar cómo pasaríamos y cómo remaríamos. Sería la embarcación de Fabiano la que pasaría primero y hasta que no la pasara toda no saldría la próxima y así seguiría.

Se tiraron, pasaron la primera roca bien y al tomar la segunda curva evitando la segunda roca al agua pato todos y era apenas a 100m de nosotros, se veía que algunos salían a flote y se arrimaban a la orilla y otros no aparecían mientras la balsa bajaba a toda velocidad, en el grupo había gente que no sabía nadar y que era su primer experiencia y habían quedado bajo la balsa.

Entre Fabiano y Pie Grande fueron sacando a todos agarrándolos a la balsa hasta que los rápidos terminaron y vino el remanso. Fabiano trepó las rocas y buscaba algo y estaba desesperado, la segunda balsa se tiro y paso perfecta hasta la mitad y esperó, ya que algo pasaba y nosotros no entendíamos. En nuestra balsa (la última) se puso en consideración si alguien no se quería tirar pero todos nos subimos. La mejor experiencia que tuvimos, tomar las correderas esquivando las piedras de derecha a izquierda tal cual lo indicado y recorres toda la serpiente fue espectacular; al llegar junto a la primer balsas nos enteramos. Fabiano había perdido un integrante (Pucho) y no lo encontraba, tan desesperado estaba que corría por las rocas buscando el cuerpo, es cuando Garbín (nuestro guía) le dice mira que todos están bien y a salvo. Resultó que Pucho fue el primero en salir de la balsa dirigiéndose a la orilla y luego caminando lentamente por ésta como es su costumbre, el resto siguió junto a la balsa río abajo. Luego nos enteramos que en estas correderas, Fabiano se había volcado en las últimas 3 oportunidades con su tripulación.

Pasado este gran susto (igual le costó muchísimo a Fabiano recomponerse) y disfrutado de la experiencia seguimos pasando correderas menores, almorzamos en el río y seguimos un poco mas con correderas ya muy mínimas.

Acá te das cuenta luego de 3 bajadas de Rafting que es como en el canotaje nuestro a lo sumo tenes uno o dos rápidos grandes e impresionantes y el resto menores de fácil transito.

No importa la longitud del recorrido sino la cantidad de obstáculos que te vayas a encontrar.

Reunión final a la llegada con brindis incluido y despedida de los guías ya que ellos retornaban a Bento Gonçalves y nosotros a Cruiva.

Cargamos todo y tras 2 horas de bus nuevamente con lindísimos paisajes, llegamos al Camping.

Recorrimos la zona ya que teníamos tiempo, encontrando una preciosa cascada en el arroyuelo que lindaba el camping, nos comentaron que en verano este camping y otros similares se llenaban disfrutando de las cascadas y piscinas naturales; Pie Grande que decide tomar una siesta en su ya conocida hamaca paraguaya y pumba al suelo luego de un par de minutos tiempo en el cual el clavo que sostenía la hamaca se doblo, resulto que Garbin cuando se retiro saco la cuerda que le había prestado a Pie Grande y la dejo colgada en un clavo (la anécdota mas cómica del viaje), cenamos nuevamente en Criuva (nuevamente casi que nos adoptan los propietarios de Casa Verde) tras la última noche pegamos la vuelta para Montevideo.

Relato: Gerardo (Aqua) Ruske
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL

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