7ma. Travesía del río Santa Lucía.
Con la experiencia vivida el año anterior y el interés de muchos por remar las correderas nos embarcamos nuevamente a la aventura del Santa Lucía organizada como siempre por Remo Aventura.
Otra vez comandados por Fili nos anotamos: Filipini, Daniel, Victor, Leonardo y yo. Esta vez sí pudimos largar de Paso Severino. Como siempre inscripciones al lado del río. En el predio que tiene la OSE como parque de vacaciones pegado a la represa.
Como siempre acarreábamos más canoas de las debidas ya que Fili tiene su negocio de alquiler de canoas. El acceso al río un tanto complicado pero se pudo. Ya en el agua me toca remar con Fili.
Para males el cauce estaba muy bajo y veríamos que tal las correderas.
Victor y Daniel en un kayak doble y Leo en un kayak travesía; por más que le dijimos el insistió en traerlo.
La tobera de la represa abierta, no sé si a pedido o no lo cierto era que por el vertedero casi no bajaba agua, un presagio de lo que viviríamos. Nos agrupamos todos al pie de la represa como para salir todos juntos. Y salimos, muy poca agua, en las correderas del año pasado no volcaba nadie es más las caminábamos.
Un sendero de canoas remolcadas por remeros a pie era la tónica del primer tramo. Al llegar a la gran cascada nada, si nada de agua o un pequeño hilito de agua. Como de costumbre paramos en la cascada bajamos y aparecieron los gomones para por lo menos divertirnos un rato. Ortiz estaba ahí para relatar y animar a los remeros que por ahí pasaban.
A Fili los chistosos le pusieron un lagarto muerto y todos esperaron a ver cuándo habría la tarrina. Una pequeña chanza ente remeros que se ven en casi todas las travesías organizadas. Luego de pasar las canoas como se pudo y disfrutar de los gomones seguimos ya con un río más navegable. Paramos para almorzar cerca de 25 de Agosto, vimos pasar el tren y seguimos viaje. Pasamos el famoso caño de OSE por debajo. Toda una odisea ya que la canoa pasa justito y si no sos muy ágil te raspas todo. Otra manera es pasar la canoa por debajo y los remeros por arriba.
Llegada triunfal a Santa Lucía, las charlas entre conocidos, merienda, cena y fogón con hiper troncos. Desayuno y nos vamos al arroyo de la Virgen, departamento de San José.
Arroyo es mucho yo diría que cañadita. Embarcábamos en el puente de la ruta 78 y ya a la salida un caño de acero nos impedía el paso. Leonardo quería navegar si o si con su kayak pero por suerte fue convencido de desistir.
El arroyito (cañada) zigzagueaba de continuo entre paredes de barro puro y sarandisales por suerte ya cortados. Muy linda experiencia de navegar este arroyo que por cuenta propia sería difícil de hacer. Lo caminamos más que remar en sus dos primeros tercios. Pasamos por debajo del puente del ferrocarril el cual une 25 de Agosto con Ituzaingo.
Luego se comenzó a abrir pero seguía bajo y apareció el fondo de piedra el cual pasamos caminando. Casi al final se volvió navegable. Desembocamos en el Santa Lucía, hicimos un parate al lado del caño de OSE y llegamos a destino al medio día.
Almuerzo y reconocimientos varios, desarme de campamento y regreso a Montevideo.
Relato: Aqua
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL