Relatos Canotaje travesía
Río San Luis - Feb/2015
Bitacora:
Curso: Río San Luis |
Recorrido: |
Paso Barrancas - Laguna Merin |
Distancia: |
63 km |
Estado del Cauce: |
Crecido casi sin playas |
Clima: |
Caluroso, muy nublado |
Días: |
4 |
Lugares / acampar: |
Muy pocos y al estar crecido lugares malos sin monte |
Año: |
2015 |
Fecha: |
14/02/2015 al 17/02/2015 |
Departamento: |
Rocha |
Recorrido en Google Earth |
RSLBLM.KMZ |
Fotos: |
www.panoramio.com |
En CARNAVAL por la planicie del San Luis
Salimos cuando el nuevo tráiler nos permitió.
De entrada el enganche no ajustaba con el del camión, por lo que nos quedamos la noche allí mismo en el ACAL con el camión o donde cada uno pudo encontrar un lugar horizontal. Otros con más suerte se fueron en ómnibus y no se enteraron del tema. No fue grave, a la mañana siguiente ya habíamos conseguido uno en el lugar más insospechado y por fin salimos. Mi expectativa era porque la zona de la laguna Merín es diferente al resto, particular dentro de la homogeneidad que tiene nuestro país.
Es muy lindo, abierto, lleno de agua y palmeras.
Da pena pensar la cantidad de agua que se contamina o se desperdicia con los cultivos o en las épocas de falta de agua.
Nos habían dado un buen clima sin lluvia y por suerte allí también hubo sorpresas, lo cual hace cada salida poco previsible y uno debe estar dispuesto a esa pequeña aventura que significa salir de la zona de previsibilidad o de confort, y encarar lo no deseado o planificado previamente. De lo contrario creo al menos yo, no me gustaría estar navegando en los ríos.
No hay orillas en muchos lados, o son poco definidas, o los plantíos están al borde de las orillas, por lo cual encontrar campamentos lindos o aceptables no es fácil. A tal punto que el ultimo campamento ya sobre la laguna Merín estaba definido donde era. Sin embargo aquí también hubo sorpresas. Todo estaba crecido, y los arenales que nos habían prometido algunos, muy grandes, estaban bajo agua. Encontramos un lugar semipantanoso cerca de un campamento de pescadores.
Siempre es una sorpresa que me llena de curiosidad, saber y conocer la vida de estos últimos habitantes de nuestros ríos, aquellos que me recuerdan el cuento del aguatero de Morosolli que leíamos cuando niños en la escuela. Me quedo grabado hasta el día de hoy. Estos tenían una barca muy alta y grande, seguramente bien adaptada a las condiciones de la laguna. ¿Cuántos peces pescan? ¿Aun viven de esto? ¿Hace mucho que están en esta faena? ¿Todo el año pescan? Estas y muchas me quedaron sin saber.
El viento en la laguna es cosa seria. Todos los días sopló y curiosamente siempre en contra o al menos así nos parece siempre que navegamos. Ya se sabía y ese día fue muy benevolente. Sin embargo con el poco que había no nos animamos, yo y mi compañera de canoa a salir a las aguas abiertas. Fuimos por el borde, nos metimos entre los pajonales, y observamos las olas que golpeaban una y otra vez contra la canoa. No estaba para probar con tan poco tiempo que teníamos esa mañana.
Cada salida tiene algo que lo distingue.
Esta vez fue la sensación del espacio horizontal, sin desniveles, plano, sin árboles, rodeado de agua por todos lados, una linda charla mientras remamos, y la humedad en el suelo y un baño final en una laguna secundaria al sistema de la Laguna Merín.
Al intentar regresar nos percatamos de que una rueda del tráiler estaba floja. Tornero mediante en la ciudad del Chuy nos soluciono el inconveniente y tras 6 horas de retraso emprendimos el regreso.
Relato: Carlos Humberto González
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL
Al Río San Luis
Unas pindó o chirivá
entre las butía cada tanto
con sus hojas rumorosas
acompañan a tu canto.
Las barrancas te encajonan
das cien vueltas y al final
corrés manso a la laguna
de arena y sarandizal.
Los cerritos te rodean
en el llano y el palmar
se mantiene aún erguido
peleando al arrozal.
Tus palmeras son testigos
del indígena arachán
que poblaba estas llanuras
hace tres siglos atrás.
Las islas de camalotes
flotan libres en tu cauce
en manos de un viento norte
inclemente con los sauces.
Y ponen color a tu monte
con sus verdes y sus lilas
de flores como collar
de amatistas siempre vivas.
Anidás garzas y cuervillos
espátulas rosadas, biguás,
teros, jacanas, chorlitos,
gallinetas, cigüeñas, chajás.
Las acacias de bañado
embellecen tu final
flores rojas en tus orillas
de laguna que va al mar.
A.B.
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