Relatos Canotaje travesía
Río Pardo - Ago/2009 (Candelaria RS Brasil)
Bitacora:
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Curso: RÍO PARDO |
| Recorrido: |
CANDELARIA |
| Distancia: |
- |
| Días: |
4 |
| Año: |
2009 |
| Fecha: |
22/08/2009 al 25/08/2009 |
| Departamento: |
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| Recorrido en Google Earth |
Rio-Pardo.kmz |
| Fotos: |
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Río Pardo Candelaria RS BRASIL
Río Pardo- Agosto 2009
Participaron de esta travesía: "Las Divinas": Ma. Del Carmen, Ma. José, Adriana, Estela, Ana, Griselda y Melissa "Los Fenómenos": Gerardo (aquaman), Daniel (el primo), Leonardo ( el Leo ), Andrés y Adrián (los hnos. Abis), Pablo (sin tornillo), Pablo (con ... ), Carlos ( el príncipe ), Salvador (maestro de nudos), Gustavo (el dormilón), Juan (el mejor ) y por último simplemente Yo.
Una enorme expectativa y un espíritu festivo se palpaban entrada la noche del jueves 20 de agosto en aquellos que iban llegando al club.
La estiba de los pertrechos en el bus de Juan y Estela, “El Kaminate”, la espera de Ma. José y Griselda dos de las Divinas que venían de lejos, República de Rosario Dpto. de Colonia, idas y venidas de último momento (como 1kgr. de azúcar que fuimos a buscar y que fue y vino con nosotros intacto, no así los diferentes elixires que llevamos y por suerte después de cada jornada deportiva fueron estos compartidos a discreción con todos los integrantes del grupo, uruguayos y brasileños), iban dándole color al inicio de esta travesía, que se diferenciaba de las usuales a los ríos uruguayos, en camión, con el tráiler enganchado a este y donde se llevan las canoas.
La adrenalina de la salida, las voces del Vamos, Vamooos! del fenomenal triunvirato organizador de estos encuentros: “el Primo, Leo y Aquaman”, ya daban claros pronósticos de lo bien que la pasaríamos.
El viaje amenazaba con no dejar dormir muy tranquilo, por las conversaciones, voces, gritos, risas y carcajadas, que no faltaron a lo largo de casi todo el recorrido. Así y todo tampoco faltaron los que duermen a pesar de los ruidos circundantes, como fue el caso del Príncipe y de Gustavo, así también, Adrian y Andrés que no se quedaban atrás en esta materia. El jolgorio era adelante,-compartiendo mates y anécdotas- así que allí nos turnábamos los que queríamos conversación y risas, haciéndole más amenos los km. a Juan el conductor que nos supo llevar y traer por más de 2.000 kmts, sin el más mínimo inconveniente.
Atravesamos así fronteras por Aceguá, llegando a Candelaria a las 10.00 am del viernes hora prevista.
Allí nos estaban esperando Junior y su padre Rui de” ROTA-AVENTURAS” http://www.rotaaventuras.com.br empresa esta, que se había contratado para que nos guiara en las actividades previstas de los próximos 3 días. Estas serian Rafting el primero y Treeking los dos siguientes.
Realizadas las presentaciones, comenzaron con un tour por su ciudad, “Candelaria”, con visita a un museo que dedica mucho de su espacio a los descubrimientos realizados en esa zona de la Era Mesozoica (235 millones de años), donde pudimos apreciar esqueletos de la época jurasica, como tiranosaurios y otros especímenes. Así transcurría la mañana con una cátedra que nos dedicara el encargado de dicho museo. Visitamos también un histórico acueducto de esa región, para luego terminar saciando nuestra gula en un espeto corrido de la ciudad.
Si debiese describir Candelaria, diría, que tiene una suerte de magia al estar enclavada entre tantos morros circundantes, el Botucaraí es el más alto, de aprox. 570 m. de altura. Que siendo una ciudad de 30.000 habitantes, es de calles amplias, de adoquines perfectamente colocados, prolija, limpia y con un boulevard ancho en su principal arteria, pero lo que se me asigno como tarea ha sido confeccionar el relato de esta travesía a lo que me dedicare de aquí en mas, intentando ser lo más sintético posible cosa que me cuesta mucho, sobre todo cuando tengo que definir pasajes tan alegres y entretenidos.
Llegamos a la BASE OPERATIVA a la tarde y todavía con sol, queda esta a 20 km. del centro y en la ladera al pie de uno de los tantos Morros que en próximos días deberíamos escalar, luego de conocerla y presentarnos con el resto del equipo de gente, debo destacar que esta es una empresa familiar así que tuvimos el grato placer de conocer a la mamá, hermana, tía y abuela de Junior, - guía jefe- los cuales nos dieron en trato profesional y a la vez familiar y divertido integrándose a nuestro grupo y sintonizando muy bien todos nuestro potencial humano, en aras de “ una simple regla “, pasarla requeté bien.
La primera noche dio para distendernos y descansar, luego de varias horas del viaje, tour, y acomodación de nuestras carpas en un lugar muy prolijo y destinado a esos fines al frente de la cabaña que serviría como base operativa. Esta tenía en sus instalaciones un living con estufa a leña, un comedor, cocina y 2 baños completos.
El amanecer del sábado nos esperaría con un suculento desayuno con frutas brasileñas, quesos, café, leche, te, tostadas, mermeladas, fiambres, etc., al que a diario nos acostumbraríamos, sumándole de nuestra parte el infaltable mate de los Orientales. Saciado nuestro apetito matinal, comenzaron los preparativos para la actividad que nos llevaría todo el día:
El ansiado Rafting.
Ya con los trajes de agua, capacetes (cascos), coletes (chalecos salvavidas), botitas y en algunos casos guantes, nos dispusimos a subir a un ómnibus que nos llevaría aprox. unos 70 Km. orillando el Río Pardo, que luego navegaríamos en bajada unos casi 30 con corrientes, saltos, correderas y algún remanso. El tramo que realizamos está catalogado este con dificultades de niveles I, II y III.
Fuimos instruidos acerca del tema seguridad y maniobras que deberíamos realizar al tomar los rápidos. La botada fue de 1 kayak para 2 pero con un solo tripulante, que actuaria en caso que alguno de nosotros se cayera al agua y tres balsas de diferentes colores, (una roja, otra azul y por último la amarilla), las cuales tenían 7 tripulantes con el timonel a la popa, que sería el encargado de “gritar” las ordenes de las diferentes maniobras a realizar sobretodo en los momentos complicados. El ruido del río a veces, no deja oír muy bien la maniobra que el timonel debe gritar “a voz en cuello” además de la falta de práctica en estas maniobras, esta combinación nos dejo rápidamente encallados sobre una gran roca que se situaba al medio del vertiginoso cauce en el primer salto. Una de las otras balsas había perdido un tripulante (Pablo sin…), a lo que el kayak debió rescatarlo al final del salto, mientras la otra balsa con Junior se orillo y vino por las rocas a auxiliarnos con unos cabos que nos permitió ir creando un puente para desembarcar y pasar agarrados de esta hasta la orilla donde luego estarían las tres balsas y el kayak sanos y salvos, entre risas y jolgorios que no cesarían a lo largo de toda la travesía río abajo. La actividad requería un poco de destreza náutica para que nos resultase divertida y creo que salvando cualquier diferencia, todos la poseíamos.
En los próximos obstáculos nos encontrábamos un poco más duchos y los fuimos sorteando con menos dificultad.
Al medio día paramos en un remanso para un merecido almuerzo, que constaba de sándwiches, fruta y cereales. Luego de un breve descanso, retomamos la actividad que nos depararía mas diversión, ya que las correderas de menor nivel podíamos bajarlas haciendo un giro de 360º y los remansos algunos aprovechamos - a pesar del agua helada - a pegarnos una zambullida, en otros se aprovecho a bautizar a los “novatos”, lo cual consistía en empaparlos con nuestros remos, como todos teníamos uno por lo menos en cada balsa, el resultado final fue una gran guerrilla de agua. Por último y como si no hubiese habido suficiente juegos, no faltaron las embestida entre las embarcaciones y los amadrinajes para realizar así abordajes al mejor estilo “Piratesco” con intenciones luego de lograr este, de tirar por la borda a algunos de los tripulantes de dicha embarcación, lo cual a veces se logro y otras se debió abortar estratégicamente, por terminarse el remanso y estar muy cercano a una corredera. La diversión fue muy variada y supero ampliamente las expectativas para mi gusto, que adoro mojarme.
Llegando a la base nos esperaba la gente de Rota Aventura que aprovecho los puentes colgantes que se sitúan sobre el Río Pardo, para recibirnos con caluroso saludo y sacarnos fotos.
Esa noche, Melissa la hermana de Junior nos dio clase de como se prepara la verdadera caipirinha, (definí que el mayor secreto es irla probando a medida que se va preparando, je je!). Entre mates y caipirinhas con Any de pareja decidimos armar una partida de truco contra Melissa (la nuestra, la uruguaya) y Pablo, pero esta se vio truncada por la mitad por la cena caliente, un exquisito strogonof de frango, acompañado de arroz, y las vegetarianas (nosotros llevamos varias) estuvieron muy bien atendidas por las cocineras del lugar que con dedicación les preparaban platos especiales para ellas.
Con las estufa a leña prendida y cobijados dentro de la cabaña o bajo el techo de un amplio deck que tenía a su borde un lago artificial (con una torre en el extremo opuesto, base de una Tirolesa hasta un punto un poco más alto del morro), dio para compartir las experiencias del día, escuchar un poco de música y a los más atrevidos animarnos a danzar un poco entre más risas y comentarios jocosos de los que permanecían sentados.
1er. Trekking.
Seré bastante más escueto con esta actividad, ya que el trakking si bien no me disgusta, no es lo mío, no obstante, quede maravillado al ir subiendo los morros por la exuberante vegetación, los senderos y las vistas que “podían-se” apreciar a lo largo del camino. Los breves descansos que servían para hidratarnos, tomar agua, comer alguna fruta, o simplemente recuperarnos de la fatiga del ascenso, fueron acompañados de los relatos de Junior que nos ilustraba con la historia del lugar con respecto a la época del Imperio portugués.
Al llegar a la cima el paisaje fue una maravilla, nos dedicamos a sacar fotos varias, filmar y tomar fotos del grupo. Luego almorzamos y “lagarteamos” un rato al sol, como la tradición del lugar lo demanda.Emprendimos el descenso en donde pudimos observar y pasar muy de cerca por las plantaciones de (FUMO) tabaco, las cuales por esos parajes abundan, ya que el desarrollo económico de esta región está basado sobre esas pequeñas plantas.
A la tarde fuimos llegando a la base, donde surgió la idea de ir a tomar un baño en el rio, allí algunos cruzamos a la otra margen del río, no sin antes experimentar la gran corriente que dificultaba el cruce por lo que debimos de manejarnos hábilmente como “felino entre cajones” (o gato entre la leña, que le dicen…) para lograrlo. Aquí Gerardo demostró claramente sus habilidades y por que lleva el apodo de aquaman. Una vez allí había una gran roca que sirvió para hacer alguna zambullida desde ese punto algo alto.
De regreso a la base nos esperaba una bebida caliente con tortas, una buena ducha y descansar un poco al aire libre junto al grupo, preparándonos para la noche que dejaba entrever una rica cena nuevamente y más música, cuentos y bailes junto a la infaltable bebida regional ya mencionada. Como nos iríamos enterando los brasileños nos estaban organizando una Gran Fiesta para la siguiente -el 24- al enterarse que aquí en Montevideo se festejaba a lo grande. De todas formas noche a noche no se perdió la oportunidad, de divertirnos todos bailando, donde “el primo” improviso nuevos estilos muy divertidos y Ma. del Carmen supo dar cátedra.
2do. Trekking
“trilha ecológica” a un lugar diferente del día anterior. Supongo que el cansancio de la noche anterior, algún dolor muscular o rasguño menor de las actividades de los días pasados fueron pretextos arto suficientes para quedarnos y disfrutar de ese apacible lugar a nuestras anchas. En esa mañana fue que recibí una excelente clase acerca de nudos náuticos que Salvador me enseño.
Sobre el medio día Ma. Del Carmen, Salvador y quien les relata, conjuntamente con el padre y hermana de Junior nos subimos a la Kombi y emprendimos camino morro arriba para encontrarnos con el grupo de caminantes. Llevamos en la camioneta el almuerzo, bebidas y latas de Skoll bien fría que se dejaron degustar junto al calor reinante. Allí almorzamos todos juntos descansamos un rato y cada grupo emprendió su regreso para reencontrarnos en la base a la tarde.
Al rencuentro surgió la idea de llevar los kayaks al río y hacer Ducking en una correntada cercana a la base, pasamos el resto de la tarde divirtiéndonos con ese juego que consistía en bajar la corredera y pretender remontarla a remo. Allí varios supieron demostrar sus virtudes pero en verdad todos pasamos un rato muy agradable.
El 24 de noche se ceno y se armo una fenomenal bailanta, luego de haber guitarreado y cantado con un coterráneo nuestro que “mora” por esos lares. Era nuestra última noche allí, asique le sabríamos sacar el jugo, como quien exprime un limón hasta la última gota.
El tarde y tranquilo (al menos en mi caso), amanecer del martes 25 nos esperaba luego del habitual desayuno, mateando sentados en el deck y organizando mentalmente el desarme de la carpa para emprender el regreso. La salida se realizaría luego del almuerzo homenaje de Rui, este constaba de picanha, cerdo y chorizos a las brasas, acompañado por ensaladas varias realizados por la abuela y con asistencia del plantel femenino.
Nuestros agradecimientos por los buenos momentos vividos fueron varios a los que se sumo la idea de dejarlos por escrito, tarea que debí realizar y en la que todos aportamos no hubiese podido ser igual sin la colaboración de Leo y los dotes Magisteriales de Adriana que transmitieron paz para realizarlo, en medio del revuelo de la ultima mañana.
Con calurosos abrazos y promesas de retorno, partimos a las 14 hrs. de la tarde, llegando al club pasada la medianoche en un viaje más tranquilo, que denotaba nuestro cansancio físico y espíritu reflexivo de todo lo experimentado en los días pasados.
Una reflexión final que creo compartirán unánimemente todos los integrantes, dedicada “al triunvirato organizador”:
Que se repita muchachos! , No se desperdicio nada!! y qué bueno que estuvo !!!
Relato: Hugo Durán
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL
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