Relatos Canotaje travesía
Río Olimar - Oct/2006
Bitacora:
| Curso: RÍO OLIMAR |
| Recorrido: |
TREINTA Y TRES (RUTA 8) - SIPA OLIMAR (RUTA 17)
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| Distancia: |
79 km |
| Días: |
3 |
| Año: |
2006 |
| Fecha: |
14/10/2006 al 16/10/2006
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| Departamento: |
TREINTA Y TRES |
| Recorrido en Google Earth |
RioOlimar.kmz |
| Fotos: |
www.panoramio.com |
¡QUERIA IR AL YÍ PERO!
Octubre 2006
Río Olimar
¡Mi tercera salida con el ACAL!
En las reuniones previas se tiraban sobre la mesa nombres de posibles ríos para hacer en 3 días en el mes de octubre. Días que teníamos al trasladar el feriado de 12 de octubre para el lunes.
Yo plantee el río Yí, ya que era un objetivo primordial de mis posibles salidas debido a lecturas previas de travesías por el río y de anécdotas familiares que hacían que quisiera ir a este río.
Pero NO
Geraldine una de las veteranas en esas épocas del grupo (veterana por los años en el club) dice:
Toca el Olimar ya que lo tenemos agendado desde el año pasado y salió el Olimar.
Los novatos siempre perdemos las decisiones con los veteranos.
El Chino como organizador tuvo en sus papeles la lista de interesados y confecciono toda la logística, a pesar de que el no iría, saldríamos el sábado en la madrugada con Mauricio y su camión.
ACAL - R8 - Mariscala - R8 - Treinta y Tres serian los pasos seguidos, a eso de las 8 de la mañana llegábamos a la playita junto a los 3 puentes sobre el Olimar.
Las tripulaciones fueron: Pucho y Ramiro en la Mika (pedida prestada a Ariel), María del Carmen y Salvador en la Bilú, Diego y Marcelo en la Carbonera, Principe en su kayak sit on top y Yo y Geraldine en la Pinamar. Al ser un número impar mandamos al príncipe solo en su kayak y es mas tan solo quedo que mientras sacábamos la foto grupal el ya había partido.
Sábado
A los metros de salir y dejar la ciudad atrás nos encontramos con cientos de escombros tirados sobre la margen izquierda, lamentable para lo lindo que son los ríos y la gente los ensucia.
Bastante llano y con poca corriente fuimos remando lindo (a razón de 4Km/h), grandes islotes de arena con diversas aves eran la norma, monte rivereño abundante y gran cantidad de resaca.
Día un poco nublado y caluroso, a medio día hicimos en almuerzo con alimentos llevados por cada uno de nosotros y como siempre pasa la comida de otro parece más rica que la de uno y entonces se hace un almuerzo cooperativo y es mas siempre parece que sobra comida.
En la tarde en río cambio y comenzaron a aparecer grandes barrancones a un lado y al otro, mas sobre la margen derecha que sobre la izquierda; el agua erosiona en las curvas el terreno y se ven los grandes terrones de tierra que cayeron y quedaron sobre la margen del río esperando ser gastados por el agua. En algunos casos más de 6 metros de altura de barrancón y enfrente playa de arena con arboleda al ras del agua.
Es hora de buscar lugar de campamento y no se quería acampar sobre la arena por temor a alguna crecida. Es mi turno de debutar como elector del lugar de campamento y lo hago de forma espectacular: en un recodo del río un campo (de golf) perfecto sin mucho monte alto, como para poner las carpas pero con arbustos que protegerían de los posibles vientos y del frio nocturno, el inconveniente: estaba a 7 metros de altura al borde de un barranco. A algunos no les convenció pero por la hora nos quedamos ahí ya que la lluvia también asechaba.
Subir toda la carga fue una odisea; luego, juntamos leña, armamos carpas, prendimos fuego y merendamos. Como asechaba la lluvia tendimos un hermoso toldo entre un arbusto y un tronco seco que hizo las veces de poste, llovizno un poco y pusimos toda la carne sobre el asador (colitas de cuadril) en una pequeña parrilla al lado de un gran fogón.
Domingo
Amanecer soleado con nubes esporádicas un suculento desayuno con galleta de campaña, queso y dulce de membrillo, acompañados de mate, café o té dependiendo del comensal.
Desarme del campamento y a remar, llegamos a un paso (Paso de la Laguna) y vemos en la parte más alta una ambulancia y nos preguntamos ¿qué hacía allí?
Esperaba la travesía organizada que nos pisaba los talones y la cual no vimos nunca, seguimos un poco más y nos topamos con un salto de agua de unos 80 cm de desnivel.
Imposible sortearlo sobre las canoas y decidimos pasarlo cinchando y bajando las canoas. El príncipe en su kayak puede pasar remando por un pequeño canal sobre la margen izquierda.
Alguna arrocera y comienzan a aparecer las bombas que chupan el agua del río, de todo tipo, tamaño y antigüedad. Y es hora del almuerzo, degustamos el asado frio del día anterior.
Un frugal descanso y continuamos con el remo. El río vuelve a cambiar y las márgenes pasan de tierra y arena a rocas y forman una linda galería de unos cuantos kilómetros donde el río se estrecha y el agua corre más fuerte. Parece cavada por una maquina de tan perfecta que parece.
Al rato el río vuelve a los barrancones y llanuras. Buscamos lugar de campamento y esta vez se me prohibió elegir campamento ya que Salvador y Ma. del Carmen sufrieron la escalada del anterior campamento, seria hora de que ellos demostraran sus cualidades eleccionarias.
Como no podía ser de otra manera si no querían altura había llanura, como no llovió se acampo al ras del río en un arenal con sauces y pasto corto. Muy lindo lugar también y bien protegidos por el monte rivereño. La rutina de todo canoero: juntamos leña, armamos carpas, prendimos fuego y merendamos. Taller de reparaciones de canoas (La Pinamar cuando no reparándose), Tarde soleada de siesta para algunos y lectura y charlas frente al río para otros y a preparar la cena (guiso canoero), todos picamos algo. Se hace la noche y a comer. Charlas varias alrededor del fogón y a dormir.
Lunes
La tercera jornada es la más corta de remo y nuestro destino serian las Bombas de Benavides y los expertos en identificación eran Salvador y Ma del Carmen ya que ellos eran los únicos que ya habían hecho el río en anterioridad, entonces partieron al frente del convoy.
La distancia era poca entonces íbamos lento y parando disfrutando del paisaje y del día soleado.
A la distancia vemos una construcción sobre un acantilado, con los años el río fue erosionando la tierra y la construcción se ha ido desbarrancando.
Paramos entonces para conocerla, la recorrimos en su totalidad y hurgamos por doquier, todo indicaba que eran bombas de alguna arrocera de antaño, pero como los guías habían seguido, bajamos el barranco y proseguimos.
Al rato alcanzamos a los punteros y seguimos, el río cambio se hizo playo y no había más barrancas, las aguas se fueron ensanchando y ¿Las bombas donde estaban?
Nos topamos con un bote a motor al cual paramos para preguntar. Y nos dice: las bombas las pasaron hace rato era esa construcción sobre el barranco.
Que había pasado, no lo recordaban así, vuelta para atrás y el botero nos recomienda Sipa Olimar pueblo y o empresa pegado al río y cercano de las Bombas de Benavides.
No había playa ni embarcadero y encontramos un sangrador que subía hasta un basurero y de allí a las construcciones del poblado.
Prendimos el celular y llamamos a Mauricio quien acudió al rato. Cargamos todo y partimos rumbo a Montevideo previo paso por Treinta y Tres para almorzar ya casi a media tarde.
Luego de esta salida pediría mi membrecía al club……….
Relato: Gerardo (aqua) Ruske
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL
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