Para nuestro grupo de canotaje del club ACAL fue una experiencia inolvidable:
En primera instancia la idea fue recorrer el río Yaguarón, Por estas razones de bajo nivel de agua decidimos cambiar por el río Cebollatí. Cuyo recorrido desde el puente de la ruta 8 hasta paso Averías en la ruta 14, unos 96 Km. en 5 días, que nos dio perfectamente tanto el día como a la noche, para disfrutar totalmente.
La logística fue estupenda y muy divertida. Cabe destacar el grupo humano que se formó, sus integrantes de la misma fueron: Rafa, Fiorella, Sergio, Pucho, Eliana, Pablo, Jorge, Mario, Fernando, Malaquias, Raúl, Daniel, Cecilia y Marcelo.
Partimos en camión la madrugada del jueves 13 de abril con 7 canoas, tarrinas y mucho entusiasmo.
El viaje en camión es místico porque nos vamos conociendo poco a poco, ya que fue mi primera vez en el grupo ACAL.
El clima fue muy generoso con nosotros siendo en su mayoría soleado, con poca nubosidad, poco viento y solo una noche llovizno (poco).
El Río: Bajo pero muy navegable, divertido y completo. Ya que nos brindaba desde partes profundas, partes bajas, rápidos, lagunones, arenales, sarandisales. Muy divertido, había que ir atento (jajaja).
Primer día:
Llegamos en camión al puente Cebollatí en la ruta 8, bajamos canoas, las cargamos de tarrinas y comenzamos a remar alrededor de la 9am sin contratiempos.
Al principio muy cómodos remando, adaptándome a la canoa y compañeros. Después de alguna milla se nos presentó el primer desafío que constaba de un estrecho con corriente y arboleada, en el cual volcamos con mi compañero Pucho. Prácticamente me autobautice jajaja (fue divertido) y de ahí nos despertamos con mi compañero, no volcamos más!
Alrededor de las 14hs paramos para almorzar en un arenal y tomar un poco de sol que el día estaba despejado. Posteriormente retomamos las canoas, seguimos remando hasta encontrar un hermoso lugar muy completo a orillas del río para todos los gustos: con arenales, monte y césped. El fuego, la merienda, la cena (Asado con chorizos), los tés y mates nos acompañaron en esa noche para platicar con el grupo.
Segundo día:
Después de descansar muy bien a eso de las 8 AM algunos ya estábamos en pie, desayuno, desarme de campamento y a remar. Este día nos depararía los 3 cerros hasta llegar al inicio de los sarandisales donde acamparemos. En el transcurso y después del bautizo oficial (jajaja), pasamos por un rápido de piedras en el cual se rompieron varias canoas, donde aprovechamos para repararlas y almorzar, asado y chorizos.
Después de almorzar y reparar las canoas afectadas seguimos remando hasta llegar al campamento, por cierto muy completo con arenales, monte y césped.
De la cual fue una de las mejores noches ya que tuvimos como merienda muy ricas tortas fritas y como cena un guiso muy rico gracias a los compañeros/as que cocinan muy bien.
Paralelamente se formó un grupo de truco muy divertido y reñido, punto a punto que siguió hasta el último día de la travesía. Mi compañero fue Sergio y nuestros rivales ni más ni menos que Jorge y Mario; Unos fenómenos con pases de magia dando vueltas las sillas y retirándose a lugares ocultos para realizar ceremonias maléficas que actuaron para dar vuelta una partida ya casi perdida!! Es uno de los recuerdos más competitivos y emotivos que me traigo jajajaja
Tercer día:
Tras desayunar y levantar campamento entramos al sarandisal donde estuvimos prácticamente todo el día dentro de él, el río serpentea como una víbora, pasando entre ramas, donde hubo partes más estrechas y otras más abiertas. Pero siempre curvas y más curvas. Muy divertido y emocionante.
Decidimos no parar para almorzar y seguir un poco más ya que se estaba nublando y habría predicción de llovizna a la noche. Llegada la tarde paramos en un monte alto, en el cual hicimos cadena humana para subir las tarrinas. Merendamos guiso con fideos y empezamos a preparar la cena almuerzo (feijoada).
Tras la llovizna y con panza llena algunos realizamos la digestión con charlas y ajedrez.
Cuarto día:
Después de desayunar y cargar en cadena humana las tarrinas comenzamos a remar disfrutando principalmente los montes, arenales, muchos tipos de aves, palmeras y algún carpincho. Decidimos parar para almorzar la feijoada mezclada con arroz; “en un arenal próximo a una loza de tosca compactada mientras, compañeros encontraban “fragmentos de escamas y huesos fosilizados de Gliptodonte, que datan de la era de la macrofauna uruguaya.
Posteriormente sesión fotográfica, tés y al agua pato para seguir remando y encontrar un lugar para acampar. A orillas del río acampamos e hicimos el fuego de la última noche mientras que, otros compañeros acamparon dentro del monte o en el campo. Noche de entre mates, tés, cafés, fogata, buena cena y no podría faltar el truco característico de algunos compañeros que en este día nos tuvimos que alejar del fogón para no molestar con nuestros excesos de emociones jajaja
Quinto día:
Comenzamos el día distendidamente ya que no nos quedaban muchos km. Mientras unos terminaban de pescar, otros cambiaron de compañeros ya que, hubo una opción a un recorrido al cerro, en canoa y a contracorriente. El cual estaba bastante fuerte la corriente y decidimos volver. Cabe mencionar los paisajes hermosos y la fauna que caracteriza al entorno; es hermoso. Llegamos todos a paso averías de la ruta 14 donde subimos canoas al camión y comenzamos la vuelta a Montevideo pero sin antes de, hacer un parate para almorzar un espectacular asado ensaladas, lengua a la vinagreta y chorizos.
Llegando a Montevideo ayudamos a llevar las canoas y tráiler a su lugar, con una fuerte despedida por los lindos días vividos. Gracias
