Arroyo de las Brujas Grande - Río Santa Lucía - Arroyo Colorado - Arroyo de las Piedras
Corría el año 2018 cuando intercambie llamadas con Darío Suarez de la escuelita de canotaje "EL COLORADO" donde ellos planteaban su travesía familiar por el arroyo Colorado y nos invitaban a participar. Además los invitamos a participar del congreso de canotaje donde obtuvieron un fin de semana en el calendario para su travesía. Luego de confirmar la navegabilidad de los arroyos en cuestión quedo fijada para Junio de 2019 la travesía por el Rincón del Colorado.
Una travesía fácil sin mayores complicaciones, que no implicara tumbos ni bajadas y subidas.
Algo sencillo para no pasar complicaciones con mojaduras.
Junio 2019
Se organizó todo, se planeó recorrido y se invitó a participar; pero llovió, llovió y volvió a llover durante todos los fines de semana de junio. Y se suspendió la travesía por ese año ya que comenzaba la temporada de caminatas.
Llego 2020
Habíamos fijado fecha nuevamente para junio.
13 marzo 2019 – Nuevo Corona Virus (COVID-19) irrumpe en nuestro país y se paraliza el país (el planeta). A medida que pasan los meses y que la pandemia en Uruguay está controlada se comienzan a abrir y permitir actividades sociales. Y una de ellas son los deportes náuticos. Así que rápidamente retomamos actividades del nuestro calendario.
Entonces:
Y de nuevo llovía. Es mas llovió a mares y el río Santa Lucía se desbordo. En San Ramón casi llega al puente (indicador de mucha agua). Todo el mundo desanimado.
Preguntas por aquí, preguntas por allá. Estos arroyos afluentes por margen izquierda del río Santa Lucia están muy próximos a su desembocadura, entonces la corriente del arroyo depende más de la marea del río que por la propia corriente y pendiente de los arroyos. Además esta zona llamada “Los Humedales del Santa Lucía” es área protegida del SNAP y es una zona muy llana he inundable frecuentemente. Con este dato resolvimos no hacer el almuerzo a nuestro mejor estilo con carnes a la parrilla ya que sería difícil encontrar tierra firme y leña seca.
Tema corrientes en contra y a favor resuelto. Pero el clima seguía incambiado más allá de que para el fin de semana no daban agua. Pasamos de 30 a 20 a 10 a 15 a 23 y a 22 participantes. Por distintos motivos se bajaban unos y se subían otros. Y otros se subieron y bajaron entre esos días.
Coordinamos con Mauricio para levantar y trasladar las canoas con PROTOCOLO COVID-19 de por medio. Cada uno iba en autos particulares y en el camión solo 4 (2 metros de distancia recomendada).
Invitamos nuevamente a Darío Suarez a participar y se sumó también Isaac Bueno de la escuelita.
Punto de encuentro Estación de Servicios ANCAP - Beittone en intersección de las rutas 36 y 48.
Fuimos cayendo de a poco y con saludos poco ortodoxos (codo con codo o puño con puño) nos fuimos presentando. Llega Maicol y ahí rompimos protocolo ya que subimos todos al camión para recorrer los 6km. que distaban de la largada en el Arroyo de las Brujas.
Playita Portezuelo
Por razones de practicidad los lugareños cambian el lugar de la salida por este nuevo lugar, por ser de mejor accesibilidad que el planteado sobre la ruta 48.
Nos esperaba el Francés (vecino de la zona) para darnos la bienvenida y contarnos alguna cosita de la playita.
Arroya de las Brujas
Gran sorpresa nos dio el recorrerlo con sus casas con frente de calle y fondo de arroyo, cada una con alguna embarcación. Darío e Isaac nos pidieron colaboración y esta consistía en levantar basura que viéramos en las márgenes o flotando, cosa que hicimos pero la verdad poca basura encontramos.
Tras recorrer los 5km. entre juncos y pajonales llegamos a su desembocadura en el Santa Lucía.
Río Santa Lucía
Nos recomiendan ir al único lugar con tierra firme, “Las Toscas”. Seria río abajo rodeando la Isla de las Brujas 1 kilómetro más o menos. Nos bajamos, descansamos y algo más (pis), charlas de por qué del lugar y que pasaba tiempo atrás en la zona.
Nos plantean circunvalar a Isla de los Carpinchos y paras para almorzar.
Por suerte no había sudestada (viento fuerte que provoca un tipo de olita muy corta pero seguida que hasta te hace tumbar la canoa.
Ahora si la parte más difícil fue remontar el río, fueron unos 2 kilómetros con buena corriente en contra. El premio fue encontrar un lugar alto y seco donde paramos a almorzar, con la sombra del último Eucalipto vivo de la zona. Entramos justito, no sobraba tierra firme más allá de donde estábamos.
Como cada almuerzo compartido cada uno llevo lo suyo y compartió. Pero la frutilla de la torta se la llevaron las cocinillas; Carlos llevo cocinilla, sartén, hamburguesas, verduras para saltar, aceite de oliva y más, todo un chef que tuvo que ser socorrido por Gabriela con otra cocinilla (gente de kayak con sus micro kit), porque no se hacían las hamburguesas. Horacio llevo una cocinilla a gas mucho más rustica y efectiva para calentar agua.
Proseguimos la remada ahora río abajo, pasando por la farola que en su época marcaba el canal. Como corría abundante ni paramos, para no ocasionar algún naufragio.
De repente vemos algo flotar, algunos fueron hasta el objeto que sería un calefón cubico de 30 litros navegando a la deriva. Pablo, Eliana, Rafa y Daniel se encargaron de sacarlo y llevárselo como basura trofeo.
A lo lejos vemos un yate anclado en el medio del río, al acercarnos el olor a asado era abrumador, pues si en una borda del yate y colgando de una baranda una barbacoa…
Los rodeamos y saludamos, les comentamos de donde veníamos y seguimos viaje esperando encontrar a Martín y Fernando que venían remontando desde Santiago Vásquez.
Al llegar a Colorado no los vimos y entramos.
Resulto que ellos nos ganaron por una hora más o menos y llegaron hasta la farola (donde sí se bajaron y divirtieron), volvieron al Colorado, almorzaron y se volvieron a Santiago Vazquez.
Arroyo Colorado
Lo remontamos sin problemas rodeados nuevamente de Juncos, algún que otro yate nos cruzó y seguimos disfrutando de una tarde maravillosa con sol a pleno. Patos y aves de bañado vimos por doquier y algún avión entrenando nos sobrevoló varias veces.
Varios sangradores marcaron el camino y en uno de ellos nos gritan no tiene salida.
Era el Arroyo de las Piedras.
Arroyo de las Piedras.
Lo remontamos casi un kilómetro y algunos se pusieron nerviosos y que además no estaba en el itinerario. Lo concreto que llegamos hasta unas construcciones abandonadas y en estado ruinoso que otrora fuesen un balneario.
Horacio lo recordaba clarito, seguimos unos metros y un alambre no nos dejó seguir y en definitiva unos 300m. más adelante se terminaba la navegabilidad en un paso nivel que vimos luego en el Google Herat.
Desandamos el camino y retomamos el arroyo Colorado. Unos metros más y llegamos a la Playa Vinioli lugar de llegada, a las 16 horas tras recorrer 22km. acá también los locatarios nos recomendaron esta playa en vez de seguir hasta la ruta 36, lugar planeado primeramente.
Nos esperaba Maicol, Mauricio, Gabriela, Camila y un montón de amigos, que habían aprovechado la tarde para comerse un asadito.
Todos al camión, del camión a la Ancap, despedida grupal y cada uno pa casita. El camión con las canoas al ACAL y todos contentos.
Notas de Pedro.
La travesía del arroyo Colorado nos gustó mucho (a Gabriela y a mí), fue nuestra primer experiencia con el grupo ACAL y nos encantó.
Salimos muy temprano de casa rumbo al club que tienen en la rambla de Malvin y como llegamos un poco temprano aprovechamos para sacar fotos del hermoso amanecer.
El personal del club excelente, nos abrieron las puertas y charlamos un poco con ellos y nos dieron algunos piques importantes ya que somos principiantes en el tema de canotaje.
Salimos rumbo al punto de encuentro en un camión con un tráiler y las canoas, cabe destacar que la organización fue excelente, nos proporcionaron todo lo necesario.
Al llegar allí aprontamos las embarcaciones y nos metimos, si no recuerdo mal, por el arroyo las Brujas para ir rumbo al Santa Lucía y más tarde subir por el Colorado donde no estaba esperando el camión, en total hicimos como 22 km.
Queremos agradecer al grupo por la ayuda y consejos durante la travesía ya que fue nuestra primer experiencia con remo simple y nos estaba costando un poco la coordinación.
El paseo estuvo muy bueno, el día inmejorable, fueron con nosotros dos lugareños que nos contaron historias del lugar y eso también suma a que sea una travesía inolvidable.
Fue un recorrido muy lindo y agradable para disfrutar, sacar fotos, etc.
Nos costó un poquito remar contra la corriente cuando rodeamos un islote pero estuvo bueno para entrenar un poco jeje.
La verdad es un lindo grupo humano y ojala podamos volver a encontrarnos en alguna remada por algún arroyo/rió del Uruguay.
Lunes 29 nos enteramos en la prensa del hallazgo del cubano flotando en el arroyo Brujas en la playa Portezuelo. Donde habíamos navegado…
