Cuando Aqua asomo por la ventana del auto de Pucho, me miro y me dijo: "el relato es tuyo”, y por si hubiera dudas aclaro: "el de hoy", me sentí aquella niña que luego de las vacaciones de julio, venia la infaltable tarea escolar Redacto: Mis vacaciones. Redacciones que casi por unanimidad terminaban con una exclamación similar a: ¡Qué lindas vacaciones!. No sé si las maestras las ponían por chusmear en nuestras vidas infantiles, por vagas o porque nos estaban preparando para el futuro y los relatos de ACAL.
Era domingo, segundo día de travesía, salíamos del campamento de Minas Viejas (denominado así sin alusiones personales) en la rotonda de las rutas 12 con la 60, rumbo a la mina "La Orientala". Eran cerca de las 12.00 y el sol nos acompañaba.
Mi presencia allí había sido una especie de auto-invitación autorizada. Tres o cuatro días antes me había invadido una imperiosa necesidad de naturaleza y trekking, ACAL era una oportunidad.
Susana me entendió, se movió y pregunto, la respuesta vino por Rafael y era un siiii. A partir de la confirmación, ellos y todos me sorprendieron, con su amabilidad, coordinación y tremenda buena onda para que la salida fuera todo un disfrute. Me integraron al grupo de Whatsapp y por allí fui enterándome de todos los detalles, horarios, rutas, que llevar y lo más asombroso, tendríamos panqueques flambeados al ron de postre!! Carmen era la encargada, se sumaba gente y ella no achicaba, la imaginaba a dos manos dando vuelta panqueques en el aire, tal cual una malabarista.
Pucho y Claudia estuvieron bien dispuestos a llevarme y cebarme mate en el camino, genios 😊.
El desayuno había sido largo, desde temprano y de a poco la gente se fue arrimando al fogón, un refugio a la helada circundante. Entre mates y cafés con leche el tema era uno: el fríiiio, quienes y como habían logrado dormir. Las situaciones eran diversas, algunos como Jorge S, casi no habían podido pegar un ojo y temprano se habían arrimado al fueguito, otros acudido al calor humano, otros se abrigaron con todo lo que había en la vuelta, también estaban los de casa propia con ruedas y calefacción. Mi noche con Susana, si bien no era la primera, si lo fue en diálogos nocturnos incomprensibles. En un momento apareció Laura con un hielo redondo de más de un centímetro de espesor, formado con el agua del tazón durante la noche, los niños y los no tanto lo miraban, tocaban y fotografiaban maravillados. Entre comentario va, galleta de campaña viene, queso y dulce prolijamente cortado por Fili fue pasando la mañana.
Desarmamos campamento, juntamos los petates, el pan, la chori y los sobrantes del guiso nocturno, tal vez carrero y partimos en orden y con mucha expectativa hacia la mina. El camino por la ruta 60 es panorámico y serpenteante dentro de un paisaje de serranías. A los pocos minutos y unos pocos kilómetros nos desviamos por un camino vecinal para así llegar a la mina.
Lilian Ascorreta nos esperaba en la última portera con una gran sonrisa, estábamos ingresando al Parque Arqueológico Mina La Oriental. Eva, Isabel, Molly y otras tantas formaban parte de la comitiva de recibimiento, en total una treintena de ovejas Correidale, algunas puras otras cruzas con merino. Todas ellas con su nombre y fácilmente reconocibles por su nombre. Los niños maravillados se mezclaron entre ellas y las alimentarían con maíz.
A unos metros de su antigua casa de piedra estaba armado el fogón y los bancos tronquitos dispuestos alrededor, se prendió el fuego y rápidamente se armó el almuerzo.
De a poco y con sus relatos nos fuimos enterando de la larga historia de la mina y como se entrecruza con la historia de su familia, hasta llegar al presente que, con su constancia y lucha, llego a ser la propietaria.
Hoy es un parque geo minero, con fines didácticos y de investigación, donde conjuga una vida autosustentable y de respeto a la Pachamama con la recuperación de la memoria. Todo tiene su función, de mantener a raya el verde pasto del parque se ocupan sus amigas las ovejas y dejan su “material” para ser comercializado para compost. Observamos varios naranjos, preguntamos si podíamos tomar alguna de postre, y amablemente se nos explicó que eran parte de su mantenimiento, tanto para procesar como para realizar intercambios.
Todo comenzó en 1754, más de 250 años, cuando los españoles en búsqueda del oro llegaron allí, oro no encontraron, pero si cobre. De esa época tenemos algunas construcciones y galerías subterráneas. Desde esa época hasta el 2013 se suceden diferentes exploraciones y explotaciones, sin faltar compras especulativas. Podemos dividir, la historia en diferentes periodos, de 1754 a 1786 – Colonial, 1882 la chozna hereda el predio indiviso, 1880, 1934 y 1945 se suceden diferentes periodos de explotación , al periodo de 1945 se deben las usina y se realizaban todos los procesos metalúrgicos, extracción y fundición. En 1960 se hace un proyecto para extraer sulfato, no funciona y queda el capataz viviendo allí, en 1975 se remata con los incobrables del BROU, 1979 hay una exploración y luego va pasando de mano en mano hasta que, en el 2000 al querer desalojar a la familia, comienzan una serie de litigios finalizando a su favor. Del 2006 al 2013 se realiza la última prospección y luego de ello se consolida el área como parque.
Terminado el almuerzo nos dirigimos hacia la mina, Fili y el Príncipe quedaron. En la usina, donde se generaba la energía, Lilian nos dio una completa lección de minería, no volaba una mosca todos escuchábamos atentos, los niños fueron los más animados a preguntar. Los ignorantes como yo, aprendimos los que era un malacate, un brocal, como era el ciclo de vida de una mina (prospección, exploración y explotación); las diferentes formas de explotación minera: cielo abierto y subterránea, pozo y galería, las formas de extracción de los minerales de la piedra fundición y lixiviación. Al costado de la usina observamos las vagonetas Wilfley que trasladaban el material extraído a la fragua. Para ilustrarnos las expectativas que hubo nos mostró unas cuantas pepita pirita el bien llamado oro falso.
Allí se dieron los dos tipos de extracción, la subterránea que ya visitaríamos y a cielo abierto, a nuestra vista teníamos el pique o pozo Aguirre hoy tapiado a los 26 metros, pero según documentos se cree que pudo haber llegado a los 114 metros. Hay proyectos de seguir investigando en el pozo, hasta para fines deportivos (rapel?). Es muy difícil hoy saber datos reales, si bien hay algunos informes y documentos, los trabajos de las diferentes etapas se fueron haciendo sobre lo hecho anteriormente y a su vez iban ocurriendo derrumbes.
Cercano a la usina nos encontramos con un horno para fundición de calcopirita, el material ingresaba por arriba y se descarga por debajo, el mineral fundido cae en el crisol. Aparentemente nunca anduvo bien, porque no llegaba a las temperaturas necesarias, mas de 3500 °, esa puede ser la razón por la cual a su alrededor hay corindón, se supone que el plan era forrar el horno, pero llego la quiebra antes. Además del corindón, próximo al horno había mucha escoria, son los deshechos, y se asemeja a piedras negras y porosas.
Al fin llegamos a la entrada de las galerías, el grupo se dividiría en dos grupitos de 14 integrantes cada uno, por suerte los números dan y podemos entrar todes!! Eso me involucraba, ultima en anotarse, primera en quedar afuera de ser necesario. Los aspectos de seguridad son celosamente cuidados por Lilian, para entrar hay que ponerse botas, casco y llevar linternas. Varios pares de botas nuevas salieron a relucir, y para los que no habían llevado, en una especie de armario bajo la rama de un árbol, había unos cuantos pares, a fin de que ningún visitante quedara fuera. La sellada eran las nro 45, un solo par, y varios pies yeti en el grupo. Así calzados y con casco salió el primer grupo, en el iban los niños, todos con su linterna en mano a enfrentar la oscuridad y deseosos de un encuentro con los murciélagos.
Durante la espera, el segundo grupo, realizamos una mini caminata por el predio de una gran belleza paisajística, y observando a nuestro paso diferentes especies de árboles nativos. Recogimos carqueja y vimos en el camino las construcciones que fueron las casas de los obreros ,hoy convertido en una gran tapera de piedra. Cuesta creer que allí vivían y trabajaban 80 personas , nos hace imaginar un Uruguay desconocido para muchos de nosotros.
¡El primer grupo sale feliz comentando lo vivido, es nuestro turno! Alla vamos disfrazados de mineros! Nuestra anfitriona había aclarado para los posibles claustrofóbicos, que para nada resultaba una experiencia opresiva, que nos animáramos, y ante el temor de sentirnos mal, podíamos desandar el camino fácilmente y salir a la superficie. Carmen, dudo, dudo y nos esperó del lado de afuera.
La entrada a la galería fue reabierta a machete y reconstruida por su padre, la puerta a una aventura de hora y pico, recorriendo 332 metros de longitud y hasta una profundidad de 45 metros.
Parte de la senda esta con agua, a veces podemos evitar y otras supera los tobillos, las botas nos protegen, chapoteamos. Nos aclara que en ese momento hay poca agua, debido a que no ha habido lluvias en los últimos días; en algunos momentos hay tanta agua que ella misma debe sacarla a baldes para poder realizar las visitas. No tenemos permitido tocar las paredes, salvo en los momentos que nos indique.
Describir todo lo visto, escuchado y vivido dentro de las galerías es para mí una tarea imposible, tal vez debiera volver y repetir 😉. Ver en las fotos las caras de asombro de todos nosotros, habla por si solo. Así que lo que escribiré aquí es solo una mínima parte de la experiencia y aprendizaje.
Los minerales afloran hace millones de años, pero cuando son extraídos pasan por un proceso de oxidación y los veremos con otras formas como óxidos, carbonatos, óxidos de cobre: cúprico de color negro y el cuproso de color rojizo, malaquitas, azulita, limonita, azufre muy negro, etc. Yo solo veo muchos colores brillantes.
El recorrido es llevadero, hay varios pozos de ventilación, no nos falta el aire, a algunos les sobra altura, y deben ir agachados. Esta vez mi espalda agradeció ser petiza. En el túnel veremos estalactitas (las de arriba) y estalagmitas (las de abajo) formadas a partir de la precipitación del agua cargada de carbonato de calcio que se filtra por las paredes rocas calcárea. Aquí podremos tocar, me resultan suaves y frías. Encontramos perlas y Lilian las pone en nuestras manos, ellas son producto de un proceso similar, la sedimentación se da al caer en el agua formando círculos.
El momento culmine se da cuando Lilian nos pide que apaguemos las linternas y hagamos un minuto de silencio, todos nos callamos, automáticamente cierro los ojos, como si el pestañear fuera ruidoso. Era el momento de fama de los habitantes de las galerías, los murciélagos, allí en las entrañas de la tierra, nosotros quietitos ellos se mueven y escuchamos su aleteo. Algunos dirán, que sintieron su roce, o que les toco una oreja, pero a mi nada.
Volvimos a la superficie, ya oscurecía, nos juntamos con el resto del grupo, todos contentos con la experiencia, volvimos hacia la casa y los autos. Organizadamente cargamos los autos, nos saludamos entre todos y partimos.
Mi regreso fue con Eduardo, su nueva camioneta y Fiorella. Fuimos los últimos, los descuidados. La Interbalnearia estaba pesada y trancada, una prueba para los conductores ansiosos. Eran cerca de las 21.30 cuando llegamos al club a descargar ollas, toldos y demás. Un rato después Eduardo me dejaba en la puerta de mi casa, haría lo mismo con Fiorella, ningún argumento fue valido para que desistiera y pudiera llegar antes a su hogar, un crá!
Los rezongos no tardaron en llegar, las porteras intermedias habían quedado abiertas, solo habíamos cerrado la última, la que daba a la ruta. Un desastre que por suerte no fue tan desastre y ningún ganado se mezcló. Lilian se había quejado, imagino que luego que sus vecinos hicieran lo mismo a ella. Ya era tarde, las disculpas quedarían para el día siguiente y Eduardo se encargaría. No sé que le dijo Eduardo, ni quiero saberlo, pero lo cierto es que Lilian quedo muy contenta con el maravilloso grupo y mando saludos para todos.
Y hasta aquí llegue con el relato y los olvidos, bastante atrasada, espero no se repita, el relato , obvio, todo lo demás y nuevas aventuras repetiría encantada. De mi parte todo el agradecimiento a todos por permitirme participar y ser parte. Gracias.
¡Vamo arriba con el senderismo de Canotaje Travesía, que nunca falten!
