Un fin de semana distinto con el ACAL, saldríamos de senderismo y el destino esta vez seria la Quebrada de los Cuervos y alrededores. Por el Acal seriamos: Geraldine, Fernando, Leo, Daniel (Primo) y yo; mas 3 invitados y conocidos del Primo que no aportaron demasiado ya que se cortaron por la de ellos dejándonos a la buena de dios (ampliaremos).

Temprano en la madrugada partimos en la Nissan doble cabina (cabina y ½) del Primo rumbo a 33 y luego a la quebrada; Daniel ya conocía el lugar y contactos mediante nos alojaríamos el las cabañas de la Intendencia de Treinta y Tres. Por la ruta todo bien un poco apretados atrás pero bien, cuando agarramos el camino de tierra (24km) siguió como si viniéramos en la ruta. ¡Anda despacio que queremos conocer le decíamos y parecía peor!

Llegamos nos registramos y alojamos en unas pequeñas cabañas con 3 cuchetas, baño, parrillero y comodidades apropiadas para la ocasión.

1er recorrido – Mirador, quebrada, arroyo Yerbal y cañada de los Helechos – 1500m

Ya que nuestros acompañantes no venían hasta el medio día decidimos hacer este recorrido que es uno de los más lindos y el más turístico ya que el resto es un poco más aventurero y difícil. Uno siempre piensa lo salvaje y agreste que es este lugar y de golpe te encontrar con la realidad.

Te cuentan lo lindo y difícil que es bajar la quebrada y cuando llegas ¿qué paso acá?: la IdeTT desforesto todo el trillo hasta la pendiente de cerro para darle más accesibilidad al turista (una verdadera barbarie) y construyendo una pasarela de madera que para los futuros visitantes les será útil para nosotros no ya que están recién construyéndola. Primera bofetada.

De todas maneras las vistas desde la altura son magnificas, desde el mirador donde termina la pasarela las vistas son imponentes, se logra ver el Yerbal allá abajo y un si numero de cañadas, cerros y cuchillas que nos llevan hasta el horizonte todo tupido de monte indígena salpicado por solitarias palmeras.

Ahora si la bajada es tal y como te la cuentan, una soga te permite irte agarrando y bajar de piedra en piedra el sendero, está bien indicado y no corras que te podes pegar un buen golpe. Desde el mirador hasta el lecho del arroyo serán unos 50m de bajada permanente. El agua corre tranquila y suave entre las rocas un tanto fría comparada con el calor que está haciendo, micro clima ideal para que broten tantas plantas y arbustos. La vuelta por la cañada es más larga pero menos empinada y se ven otro tipo de plantas como los helechos y macachines. Al medio día estábamos almorzando en la cabaña y esperando a nuestros tres futuros acompañantes.

2do recorrido – Mirador, Cajoncitos, Pozo del Brujo, Escuela y vuelta al camping - 19km

La idea era visitar los Cajoncitos en primera instancia: acá la cañada del Brujo hace un zigzag pudiéndose ver afloramientos de rocas a los que le llaman cajoncitos (serán porque son medias cubicas las rocas) distancia aproximada 2100m.

Bajamos la quebrada cruzamos el Yerbal y tomamos rumbo sur a los cajoncitos, trepamos una pequeña sierra con una diferencia de nivel de 90m y allí estaban los cajoncitos nos bañamos y todo siguiendo el curso de agua. En este lugar es roca pelada, no crece ninguna planta ni árbol lo que llama la atención, solo musgo en el lecho rocoso del cauce.

Ya que el recorrido fue más rápido de lo que esperábamos se planteo seguir hasta el Pozo de Brujo, seria atravesando la sierra y no por el camino convencional, la distancia aproximada seria de 1200m. Abandonamos el monte y caminamos por la sierra con poco más de 30m de diferencia de nivel, se divisaban sierras y montes para el punto cardinal que mirásemos, el calor abrumaba ya a estas alturas y el cansancio se venía.

En determinado momento se llego nuevamente al monte y había que ver por donde bajar como para llegar al poso. Teníamos el GPS de Daniel pero solo tenía los puntos de interés, de todas formas nos servía para guiarnos a donde apuntar.

Bajamos por el monte hasta llegar a la cañada del Rodeo que es la que tiene el Pozo de Brujo, la remontamos y comenzamos a divisar una enorme roca bañada de musgos y helechos de donde caía el chorro de agua en un enorme pozo (El pozo del Brujo). Maravillosas vistas y un agua traslucida la cual nos invito a darnos un chapuzón en un agua congelada que te detenía el aliento. Acá el trió dinámico dice: -no trajimos el equipo de buceo para explorarla tendremos que volver mañana.- Luego de un rato de placer se dio la siguiente disyuntiva: Era tarde y oscurecería rápido. ¿Qué hacemos? Volvemos marcha atrás o salimos a la ruta. Increíble pero nos dividimos el trió dinámico marcha atrás y nosotros por la ruta (que parecía la opción más segura). Segunda Bofetada.

Daniel no sabía con quien quedarse pero opto por nosotros (bien de bien no).Y se aseguró el liderazgo de por vida.

Tomamos el camino que lleva de la ruta al pozo unos 3500m de sendero bastante sinuoso pero sin dificultades, saliendo a un camino vecinal y lo peor vendría. Salimos frente por frete a la antigua escuela devenida en Hostel Pozo de Brujo. De ahí hasta el camping unos 9,5Km si 9500m de cansancio extremo y casi ya sin ganas de caminar.

Llegamos ya de noche y el trió ya estaba allí ya que habían corrido para que nos los agarrase la noche. De todas formas por un lado o por el otro eran 8 o 9 Km que había que hacer. Cenamos pulpón a las brasas y a dormir que estábamos muertos.

3er recorrido – Mirador, Yerbal, Cañada de los Helechos hasta la cumbre – 2000m

Haríamos este recorrido nuevamente en su primera parte y seguiríamos trepando la cañada hasta la cima del cerro y vuelta al mirador. Esta parte es menos turística y demandaba escalar para llegar al cerro donde desde su cima se divisaban un sin número de árboles y palmeras. La idea era no cansarnos tanto y visitar un par de lugares más.

El trió ni miras e hiso salida propia al pozo del brujo.

4to recorrido – Cañada de la Crucera – 2800m

Para no caminar mas por caminos fuimos en auto hasta la casa donde está la entrada a la cañada y previo pago de peaje nos permitieron entrar. El lugar es privado pero comprende la zona protegida.

Caminamos sobre la sierra (se nota que hay ganado en el predio) totalmente desmalezada y sin monte hasta llegar al monte ribereño del Yerbal, acá el arroyo hace una pequeña laguna y se cruza el cauce por un precario puente de troncos. Ya dentro del monte seguimos a la cañada afluente de este arroyo. Llegamos a unas cascadas y piscinas naturales realmente lindas y distintas a todo lo visto antes, nos bañamos y dimos la vuelta.

Almorzamos, levantamos “campamento”, visitamos las instalaciones del parque y retornamos a Montevideo tranquilos y sin rastros del trió.

Relato: Gerardo (aqua) Ruske
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL