Relatos Canotaje travesía
Arroyo Yerbal Chico - Ago/2011 (Senderismo)
Bitacora:
| Curso: ARROYO YERBAL CHICO |
| Recorrido: |
QUEBRADA DE LOS CUERVOS - POZO DEL BRUJO - CAÑADA DE LA CRUCERA
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| Distancia: |
15 km |
| Días: |
4 |
| Año: |
2011 |
| Fecha: |
25/08/2011 al 28/08/2011
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| Departamento: |
TREINTA Y TRES |
| Recorrido en Google Earth |
Cuervos.kmz |
| Fotos: |
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Quebrada de los Cuervos
Agosto 2011
TRAVESIAS DESORGANIZADAS - CLUB NAUTICO ACAL
Siendo la hora 8.30 del día 25 de agosto de 2011, mientras algunos recién habían retornado a sus hogares luego de la celebración de una agitada Noche de la Nostalgia, nosotros acudíamos a nuestra cita en el Club Acal para dar comienzo a la aventura.
Yo era principiante en este tipo de travesías. No pude ocultar el nerviosismo que me provocaba la situación y que además había sido el motivo por el cual me costó conciliar el sueño la noche anterior. Si bien durante las semanas previas estuve asistiendo a las reuniones del grupo para la preparación del viaje, éste era el momento de mi integración definitiva (agradezco a los muchach@s la paciencia y la buena onda con la que me recibieron).
Cuando llegué al Club, al bajar del taxi me encontré con Rafael quien ya había empezado a apartar el equipo comunitario. Poco después llegó Dora con una lista de elementos que no debían faltar y que chequeamos con mucha rigurosidad. Con el arribo de Fátima y Daniel, se completó la plana de los que partiríamos desde ese punto. Luego de cargar nuestro equipaje en los coches de Dora y Daniel, nos dispusimos a emprender nuestro viaje mientras éramos saludados por los amigos kayakistas que se encontraban en el Club preparándose para realizar una travesía por el arroyo Solís grande.
Nuestro destino: Quebrada de los Cuervos - Departamento de Treinta y Tres.
Estábamos dando inicio a una aventura que tan solo duraría 4 días, pero que sabíamos sería un hito que marcaría nuestras vidas y recordaríamos por siempre.
En la ruta se unirían a nuestro convoy los amigos Sergio y Filippini, quienes además de resultar excelentes compañeros de viaje, no dejaron escapar oportunidad para demostrar que son expertos jugadores de Truco. “Filipo”, como así aprendí a llamarlo, se esmeró por instruirnos en ese juego a Dora y a mí, dándonos un curso completo en tan solo 2 minutos y que nosotros no supimos aprovechar como era debido. Daniel fue otro valioso exponente en este tipo de actividades lúdicas, seguido por Fátima y “el Rafa” que no se quedaron atrás.
El acceso a la Quebrada de los Cuervos, se encuentra en el Km. 306.7 de la Ruta 8, desde donde deben recorrerse 23 kms de camino vecinal para llegar a la entrada del predio municipal (datos relevantes). A nuestra llegada fuimos recibidos por José, el Guarda parques, quien nos proporcionó folletos y mapas, y nos explicó claramente el recorrido que debíamos realizar para conocer esta maravilla natural. Luego nos guió hasta las cabañas en las que nos instalaríamos para pasar los próximos días.
Nuestra primer caminata por la zona fue hacia la Cascada de Olivera, a la cual no llegamos pero pudimos disfrutar del recorrido en su entorno, y el segundo día bajamos a la impresionante Quebrada.
El recorrido total de la Quebrada insume unas 3 horas. La caminata por el lugar debe hacerse con ropa cómoda y calzado adecuado para no resbalar entre las piedras. El camino se inicia fácilmente, bajando por una larga pasarela de madera a la que continúan caminos pedregosos sumamente irregulares que aumentan la dificultad del recorrido. Los miradores instalados en diversos puntos del circuito, permiten apreciar un paisaje absolutamente natural y agreste en el que se destacan las palmeras pindó. Desde allí pueden avistarse las famosas aves, que no son cuervos como lo dice el nombre del lugar, sino buitres. No existen cuervos en la zona y vaya a saber uno por qué motivo decidieron utilizar el término “cuervos” cuando en realidad son buitres de cabeza negra o roja (según dicen, en la zona habitan alrededor de 100 ejemplares).
Así aprendimos que la Quebrada de los Cuervos es mucho más que una profunda garganta que se abre en las Sierras del Yerbal, por donde serpentea el arroyo Yerbal Chico. Es un lugar emblemático por su geomorfología, flora y fauna exuberantes. Sus relieves agrestes que alcanzan puntos de hasta 100 metros de profundidad, se conjugan con paisajes menos ondulados, donde se divisan colinas y lomadas, entre los que corren innumerables cursos fluviales que van a rendir sus aguas al Río Olimar. Las formaciones rocosas, caídas y saltos de agua forman parte del rico patrimonio natural del lugar. Es un ecosistema protegido por su biodiversidad, un lugar que invita al relax y al disfrute pleno.
En la noche del viernes 26 de agosto, se completó la integración de nuestro equipo con la llegada de Jorge y su hija Lucía. Otros dos truqueros de los buenos.
Con estos amigos, y como no podía ser de otra forma, el sábado volvimos a recorrer el circuito de la Quebrada. No fue para ello un impedimento el mal tiempo con el que amanecimos y la lluvia que nos abatió aún antes de iniciar la recorrida. Innumerable cantidad de fotos son testigos de nuestro pasaje por este lugar.
La tormenta se hizo persistente durante toda la jornada del día sábado. Por suerte, los previsores del grupo que siempre se preocuparon por el bienestar de sus compañeros, gestionaron desde la noche anterior el uso del salón del Centro Cultural que nos dio abrigo durante estas húmedas y frías horas. Fue un placer compartir charlas y debatir sobre diversos temas, vinito de por medio, junto a la estufa a leña del lugar. No bastándonos con el confort que teníamos en este maravilloso lugar, nuestra inquietud nos llevó a trasladarnos y conocer las instalaciones de la Estancia “El Capricho”, en las que fuimos reincidentes seducidos por exquisitas infusiones de carqueja y de marcela, acompañadas de riquísimos pasteles de dulce de leche o membrillo.
El domingo 28 el panorama era totalmente distinto. La tormenta había pasado y el día se presentaba esplendoroso. En particular, comenzábamos a sentir la pena de tener que abandonar este maravilloso lugar para ir retornando ya a la ciudad de Montevideo.
Pero aún quedaba espacio para el asombro. Había un sitio que nos restaba visitar y las condiciones climáticas para hacerlo eran excelentes. Ese lugar, conocido como el Pozo del Brujo, se encuentra oculto entre las sierras y pudimos acceder a él a través de la guía del GPS. Llegar a este sitio exigió a nuestro equipo y puso a prueba su capacidad. El esfuerzo de sus integrantes se vio coronado con el espectáculo que ofrecía una maravillosa cascada y un pozo de agua fresca que nos invitó al chapuzón.
Una recorrida por la capital de Treinta y Tres, ciudad natal de nuestra amiga Dora, fue parte de las últimas actividades de grupo. Ya de regreso, no podíamos pasar por la ciudad de Minas sin realizar una parada en la ruta para comprar algunos alfajores que llevaríamos a casa como testimonio de nuestro tránsito por esos lugares.
Como lo he escuchado en otros ámbitos, también en esta oportunidad la recompensa estuvo en el camino. Durante toda esta travesía se impuso el compañerismo y la alegría. La sensación de felicidad que nos dejó esta experiencia es algo muy difícil de expresar con palabras. Los logros de este equipo y la calidad humana de sus integrantes, hicieron que me sintiera orgulloso de pertenecer al mismo.
Ojalá se repita… hasta la próxima aventura!!!
Relato: Adrián Acuña
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL
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