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Arroyo de la Jabonería - Jun/2014


Bitacora:


Curso: Arroyo de la Jabonería
Recorrido: Pozo Hondo - Valle Edén - Marmitas - Cueva del Chivo
Distancia: 10 km
Estado del Cauce: Muy poca agua perfecto para caminarlo y cruzarlo
Clima: Frio y nublado, garuo un poco, noche muy fría
Días: 2
Lugares / acampar: Camping Municipal muy bien equipado con luz eléctrica, parrilleros, baños y ducha de agua caliente
Año: 2014
Fecha: 7/06/2014 al 8/06/2014
Departamento: Tacuarembó
Recorrido en Google Earth ValleEden.kmz
Fotos: www.panoramio.com

 

 

¡Pozo Hondo, Valle Edén!

 

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El invierno se aproxima, las horas de luz son más cortas y el agua baja dramáticamente de temperatura. Nos invade la pereza, la modorra, cuesta apartarse del calor de la estufa a leña y de las demás comodidades del hogar. Muchos se bajan de la canoa hasta la siguiente temporada estival, aunque es justo reconocer que siempre hay valientes remeros dispuestos a desafiar las bajas temperaturas. Es en esta etapa del año, donde en el calendario de actividades del Acal Nautico Club de Malvín, se ofrecen alternativas para entrar en calor, realizando caminatas por lugares agrestes, valles y quebradas con monte nativo de singular atractivo visual.


En esta oportunidad la agenda nos invitaba a participar de la travesía al Pozo Hondo, Valle Edén, en el departamento de Tacuarembó, cuna del “Zorzal Criollo”, Don Carlos Gardel y ubicado a tan solo 23 kms de la ciudad de Tacuarembó. Al mismo se accede a través del km 208 de la ruta 26 que va hacia Paysandú.

 

 

Partiríamos desde Montevideo en la madrugada del sábado para estar en condiciones de realizar la caminata sobre las 9 de la mañana y aprovechar al máximo las menguadas horas de sol.


Luego del trabajo comencé a organizar las cosas que debía llevar: sobre de dormir, carpa y abrigo, fundamental para esta parte del año, calzado cómodo para transitar por lugares pedregosos y resistente al rocío matinal, como para sortear el barro y pequeñas vertientes de agua, escollos que deberíamos superar. No podía olvidar la campera de lluvia dado que pronosticaban al menos lloviznas. No quise dormir previo a la salida, por miedo a quedar dormido profundamente hasta el día siguiente, así fue que aguardé despierto la llamada de Miguel, que junto a Mónica y Mario serían mis compañeros de ruta. Esperamos al otro vehículo en el que viajaban Filippini, Dora, Horacio, Rafael y Gerardo (Mormón). Noche fría e inhóspita por cierto.


Me tocó la función de copiloto, la ruta por momentos casi vacía, con los camiones estacionados para reemprender viaje al amanecer del día siguiente. Miguel y Mónica se turnaron al volante para descansar durante el viaje. Llovió en más de un tramo y pensábamos en cómo estarían dadas las condiciones luego del amanecer. Era tarde ya para suspender esta aventura y podrían ser aún mayores las dificultades si las condiciones del tiempo empeoraban.

 

 

Llegamos al camping “El Mago Carlos Gardel”, para nuestra sorpresa el terreno parecía una esponja saturada de agua, tuvimos que elegir muy bien el lugar para armar las carpas.


Consta de muy lindas y prácticas instalaciones con baños, duchas, piletas, mesas y parrilleros, en un entorno muy agradable. Los únicos acampantes instalados eran un canadiense y una portuguesa.


Luego del desayuno cruzamos el hermoso puente colgante sobre el arroyo de la Jabonería. En él, trabajaba una poderosa máquina con pala mecánica, que desde el agua restauraba la ribera del arroyo, que con las crecientes erosiono la zona de parrilleros y mesas de camping. Sin dudas un espectáculo aparte fue ver ese monstruo en el agua levantando cientos de piedras desde el mismo lecho del arroyo.

 

 

Gerardo (Aqua) y familia estaban desde el día anterior y se nos unieron para comenzar la aventura.


En la “Posada del Valle Edén”, antigua almacén de ramos generales, reacondicionada como hotel y restaurante, nos recibieron con la amabilidad y buen trato que brindan a los turistas sean estos uruguayos o extranjeros. Nos proporcionaron un mapa y nos comentaron que un inglés estaba iniciando la caminata. Deliberamos y llegamos a la conclusión que la mejor opción era la de llegar en auto hasta la zona de Pozo Hondo y descender tomando como referencia el curso del agua para comenzar el recorrido. Acertada decisión que nos permitió adelantarnos y poder cumplir en tiempo y forma con el cronograma de actividades.

 

 

Dejamos los vehículos, la caminata empezaba. El frío se hacía sentir, una suave brisa transportaba unas pequeñas gotas de agua, esa llovizna que moja pero no mancha y que por suerte fue escasa y no molestó ni afectó nuestros intereses. No hay nada peor que te sorprenda el agua los días fríos, ya que cuesta mucho entrar en calor una vez que permaneces mojado, es por eso que un equipo de agua y ropa seca para cambiarse al retorno, son indispensables en este tipo de travesías.


Con ganas y toda la energía, la aventura comenzaba entre el monte nativo, las piedras y el agua que danzaba.


¡Aquí está! ¡Es por aquí! Fue emocionante escuchar esos gritos del grupo de avanzada que habían identificado el sitio del Pozo Hondo. Mayor fue la expresión de asombro, cuando los que no conocíamos el lugar ni siquiera por fotos llegamos hasta allí. Desde varios puntos de vista disfrutamos de la impresionante caída de agua. Cruzamos de lado a lado por la parte alta y llana, para disfrutar de este espectáculo con entrada gratuita que nos brinda la naturaleza. Sin dudas el nombre está bien puesto y puede visitarse varias veces y ver algo distinto cada vez, porque con más o menos caudal de agua el espectáculo varía.

 

 

Aqua apelando a sus zancos naturales (piernas) cruzaba de un lado a otro sin mayor dificultad, el resto quizás con algo más de sentido de prudencia o instinto de supervivencia (miedo) cruzamos por una parte más accesible (segura).


El Pozo Hondo tiene por lo menos dos saltos laterales de agua, de menor porte, que los días posteriores a la lluvia deben aportar más agua al show.


Pueden apreciarse los bordes rocosos, la erosión a través de los años, el trabajo del agua que esculpe la piedra. La altura es considerable y provoca temor a los que sufren de vértigo, por lo que no es aconsejable acercarse mucho a los bordes. Sólo los más intrépidos toman fotografías desde el balcón de la roca misma. Comentan que en verano los más valientes se bañan en sus aguas y trepan la roca, hay que ser muy audaz sin dudas para hacerlo. Hay que estar, para disfrutar, la belleza del lugar! Tomamos varias fotografías. Hicimos una pausa para hidratarnos, una ingesta y comenzar con el trayecto que presentó los mayores desafíos, sobre todo para aquellos acostumbrados a no caminar ni siquiera hasta el supermercado.

 

 

Bajamos por el mismo lecho del Jabonería, que dicen toma el nombre de un árbol. De la corteza se extrae una sustancia que actúa como el jabón produciendo espuma, utilizada desde la época de los indios.


¡La arena vale oro! Tan común y molesto elemento que incomoda en los zapatos y es deleite de turistas en ríos y costas uruguayas, acá brilla por su ausencia. En cambio abunda la piedra que hasta es utilizada en la construcción de casas, corrales y galpones dando una característica peculiar al maravilloso y agreste paisaje del lugar.


El arroyo de poco caudal al inicio serpentea sobre un lecho rocoso, con numerosos escalones, con toneladas del mismo material en sus orillas, de distintos tamaños, de numerosas aristas. Muy distintos al canto rodado de forma ovoide que estoy acostumbrado a ver en los arroyos al sur del Uruguay.

 

 

Caminamos con cuidado para evitar una caída o una torcedura, eligiendo siempre muy bien donde pisar, ya que cuesta afirmarse en este tipo de terreno.


Hicimos una pausa para almorzar en una zona donde pudimos apreciar las vetas que presentaban las piedras semejantes a raíces, de líneas marrones extensas y gruesas.


Por suerte el sol nos acompañó un rato. Luego el cielo retomó su color gris amenazante, tuvimos episodios de alguna llovizna. Teníamos que completar el recorrido dentro de lo posible antes del atardecer.


¿De qué lado estás? Fue la pregunta constante, avanzábamos por las márgenes más accesibles. Cruzando a la orilla opuesta una y otra vez. Siempre alguno quedaba del lado equivocado. En algunos casos una rama como bastón sirvió para la ocasión. En otros colocamos piedras para intentar evitar mojarnos. Y hasta que descalzarse hubo quien más remedio no tuvo.


Monte nativo, le cambiaría al nombre al de monte de espinas, casi toda la vegetación en la zona de sierras las tiene. Hay que prestar mucha atención a la hora de caminar para no quedar enganchado o lastimarse. Cabe destacar los troncos de los árboles cubiertos de musgo que dan un tono de verde particular al paisaje, la abundancia de coloridos hongos, las aves, la diversidad de flora autóctona. Un entorno natural que hay que cuidar, se puede apreciar en cierta parte del trayecto, laderas cubiertas de helechos que encuentran allí las condiciones ideales de humedad para desarrollarse.

 

 

¡La sorpresa! Si se avanza sin hacer ruidos, pueden observarse animales en su hábitat natural. Fuimos testigos del avistamiento de un pequeño venado de campo, quizás una hembra que al detectar nuestra presencia inició una rápida huída, con una agilidad y destreza admirables se perdió en la vegetación de la orilla opuesta. No teníamos en ese momento ninguna cámara preparada, pero registrar ese momento en nuestras retinas fue un punto alto del recorrido.

 

Al llegar al valle optamos por continuar caminando por las vías del tren, que corre paralela al camino de retorno, atravesando dos puentes de ferrocarril para llegar a la estación de Valle Edén, era el momento de ir a buscar los autos.

 

 

Al retornar al campamento tomamos una ducha caliente y reparadora, nos pusimos ropa seca merendamos y entre café, rueda de mate y té comentamos las experiencias. Algunos dormimos una siesta. Más tarde, se cuentan anécdotas, se sortean premios, Rafael se hace acreedor de una linterna “dual led flexible para el cuello”, con tecnología de avanzada y digna de la era espacial. Le gustó, pero generó los más variados comentarios. “Parecían unas antenas de extraterrestre”, las llegaron a comparar con una traba de rueda de las utilizadas en las motos, “las luciérnagas iluminan más que ese fantástico dispositivo”… Las bromas, gastadas y los chistes relativos a ese extraño objeto provocaron una verdadera explosión de carcajadas.


Horacio se encargó de la parrilla, que al mejor estilo de un chef de los que pueden verse en televisión, dio la nota y nos preparó vegetales asados, unas colitas de cuadril, chorizos y morcillas para el deleite de los comensales.

 

 

La noche fue muy fría, llovió un poco y las carpas amanecieron mojadas por el rocío que lo cubría todo. El domingo se despejó y permitió el desarme del campamento con sol, las carpas las empacamos secas. Nos quedaban todavía por recorrer las Marmitas a unos 7 kms, las que pensábamos visitar esa mañana y la Cueva del Chivo, antes de emprender el retorno a Montevideo.


Las Marmitas toman el nombre de las vasijas de barro que se utilizan para cocinar alimentos. Es como una arenilla apelmazada que el agua erosiona otorgándole esa distintiva forma, que con curvas caprichosas constituyen otro atractivo del paisaje.


Después del almuerzo salimos rumbo a la Cueva del Chivo, que nos resultó bastante esquiva por cierto. Dimos tremendo rodeo para llegar a ellas cuando el camino era bastante más fácil y accesible que el que realizamos, pero tuvimos la recompensa de la hermosa vista desde lo alto de la cueva para luego emprender el descenso y obtener unas lindas fotos grupales. Agua pura de manantial que alguno supo disfrutar.

 

 

El regreso fue entretenido, atardecer colorido, cerros característicos, los aerogeneradores que ahora también forman parte del paisaje y la luna que nos ofreció una postal inolvidable.


Tenemos que agradecer la hospitalidad del personal del camping y a los lugareños que nos indicaron como llegar a los puntos de interés.


¡No dejes que te lo cuenten, tienes que vivir la experiencia!

 

 

Relato: Alejandro Baratta
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL

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Canotaje Travesía - Pozo Hondo - Jun 2014


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