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Arroyo Aiguá - May/2009


Bitacora:


Curso: ARROYO AIGUÁ
Recorrido: PASO DE LOS AVESTRUCES - PASO AVERÍAS - RUTA 14
Distancia: 56 km
Días: 3
Año: 2009
Fecha: 01/05/2009 al 03/05/2009
Departamento: LAVALEJA - ROCHA
Recorrido en Google Earth AAPARCPA.kmz
Fotos:   

 

 

Travesía Arroyo Aiguá del 1 al 3 de mayo 2009.
Desde Paso Avestruces hasta Paso Avería

Arroyo Aiguá- Mayo 2009

 

solima_historia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego de tantas veces de recibir información sobre las travesías organizadas por el Acal, llegó el día que dije: “¿por qué no?” y decidí asistir a la reunión para confirmar mi asistencia y consultar si aceptaban canoeras inexperientes. Ni que hablar que la respuesta fue afirmativa y desde ahí a juntar las cosas y contar los días para la esperada partida.

 

A la 1:30 nos encontramos en el club para cargar el equipaje en el camión y emprender el viaje. La madrugada estaba polar… un frio de morirse… pero a pesar de la hora todos dispuestos a colaborar y organizando todo sin perder tiempo. Parte del grupo partió desde tres cruces por temas de espacio en el camión, por lo que no faltó alguna llamada que otra con consulta como “¿vos donde pusiste tus remos?”, “¿tus cosas donde estaban?”.

 

Una vez cargado el camión y aseguradas las embarcaciones al tráiler, emprendimos el viaje. Ya al arrancar nomás la primera desilusión, no había tantos truqueros en el grupo como yo me había imaginado y nadie tenía a mano un mazo de cartas… así que nada de jueguitos a la salida y a acurrucarse en la silla y dormir un poco, el viaje fue tranquilo… frio, frio, muy frio pero tranquilo.

 

A eso de las seis llegamos a un paradorcito en un lugar que para mí, que no sé como salve geografía en el liceo, estaba en el medio de la nada…

 

Ni idea que departamento o cerca de que localidad ( Mariscala, Lavalleja), lo único que puedo decir es que ahí adentro estaba súper calentito y sirven unos capuchinos que te hacen volver al alma al cuerpo. En ese paradorcito, que no se si alguna vez había tenido tanta gente al mismo tiempo… nos esperaban los compañeros que venían en bus, haciendo comentarios sobre lo alta que estaba la calefacción, ahora entiendo lo que paso en el camión: es que se olvidaron de apagar el aire acondicionado… por eso el frio… Una vez en el camión ya el ánimo era otro, estábamos todos más despiertos y empezaron las referencias a otras travesías, y cuentos, que terminaron en varios contrapuntos de chistes, que fueron subiendo de tono a medida que nos acercábamos a la llegada, por fin llegamos!! Sino no sé cómo iba a terminar.

 

Llegamos a paso de los avestruces y había mucha gente acampada dentro de los que estaban los compañeros de la embarcación “Despelote” que habían pasado la noche en el lugar. El arroyo parecía de aguas termales, pero no hacía falta mucho experiencia para saber que el vapor no era de calor. Ahora a bajar las embarcaciones y el equipaje, y organizar cada canoa, repartir el equipo del grupo etc. A todo esto, me llega la noticia que me tenía que poner un short… “nooo con este frio!!”… “si!!!” dijeron, sino te vas a mojar y es peor, “ok!!” aparté la ropa me armé de coraje y me puse un short, después de un rato no fue tan malo.

 

Una vez organizado todo, a partir se ha dicho… las embarcaciones fueron al agua y a emprender oficialmente la travesía.

 

El clima no podía estar más hermoso, súper despejado y con un sol que no demoró en calentar. Las embarcaciones fueron saliendo y de a poco avanzando por el arroyo, llevando cada una su ritmo. Aquaman (Gerardo) quien por ser la nueva decidió llevarme, se ocupó de a medida que avanzábamos irme instruyendo en esto del canotaje. Además de instructor era el fotógrafo y camarógrafo oficial de la travesía con su equipo sumergible siempre preparado.


El arroyo muy serpenteante, pasaba desde zonas más anchas, a laberintos de montes en zig-zag con muchas ramas en la vuelta las cuales tuve oportunidad de saborear, cuando yo remaba y remaba y terminaba entre las ramas, era porque el timonel estaba cumpliendo el rol de camarógrafo, y yo como proel inexperiente era incapaz de mantener el rumbo de la embarcación , un desastre!!!.

 

El primer día transcurrió con mucha tranquilidad y sin mayores dificultades en el trayecto, un día hermoso, paradas regulares para reorganizar el grupo y algún descanso; al medio día el almuerzo, un descansito y a continuar remando. A la tarde cumplidos los kilómetros previstos para esa jornada se comenzó a buscar un buen lugar para acampar. Encontramos una zona re linda con unas barrancas grandes, arriba un claro con pastito y más atrás monte, pero lo suficientemente despejado como para hacer un buen fogón ubicarnos en la vuelta y armar algunas carpas adentro.

 

Desembarcamos y vimos muchísimas huellas de carpincho, tal como veníamos viendo desde hacía rato a las orillas del arrollo. Ahí el grupo se dispuso a bajar el equipaje, a asegurar las embarcaciones y a distribuir las carpas, básicamente según el criterio: “si roncas andate bien lejos!!”, los pobres roncadores segregados acataron y se ubicaron alejados lo suficiente de los no roncadores. Independientemente de esto, cada uno eligió el lugar de acuerdo a sus preferencias, dentro del monte o fuera, más cerca de la barranca o más lejos, todos bien distribuidos. Nosotras con Dora (mi compañera de carpa) armamos próximo al fogón, básicamente para cuando nos de sueño no tener que caminar mucho, además estábamos al reparo en los arbolitos.

 

Luego de armado el campamento y la recolectada de leña vino la merienda, “el queso y el dulce de la discordia” habían tortugas queso, dulce y el fogón para el que quiera calentar agua para el mate o el café. La hoguera era bien abundante, como para quemar una bruja más o menos. Pero una vez caída la noche era toda nuestra fuente de calor, y nada mejor que un fuego grande para todos estar alrededor sin necesidad de estar amontonados. Cuando casi no quedaba nada de la merienda, apareció un grupo que recién terminaba de armar las carpas y además tenían hambre…. Pero lo que quedaba era escaso… ahí comenzó “el conflicto del queso y el dulce”... no fue un conflicto en sí, sino la exposición de criterios básicos de comportamiento en grupo.. en fin.. fue un tema que dio para discutir durante tooodddooo el resto de la travesía, cuando la gente está cansada y hambrienta la escases de comida puede ser fatal.

 

Luego de estar todos ubicados, rodeamos el fogón y se entró a organizar el guisito de la cena, todos colaborando algunos cortando, otros pelando, otros cebando mate, pero todos a su manera hicieron algún aporte, aunque solo sea sentarse y dar opiniones.

 

Ahora bien, con la llegada del la cena llego el gran tema “la vegetariana” y las preguntas de siempre: por qué? Para qué? Y no te dan ganas de comer?, está bien te respetamos, pero vas contra el mundo, “sabes que no sos uruguaya, no?”. Y la vegetariana disfrutando cada momento, cada cuestionamiento, todo en un ambiente de total buena onda. Ahí arranco la segunda ronda de chistes.


Y de repente… el tan ansiado truco, primero jugaron unos de 4 y después me incorpore junto con Martín y armamos uno de a 6, los únicos truqueros en 22 integrantes del grupo, que pobreza!!! y yo no soy uruguaya por no comer carne!!! me defraudaron! Jugamos un truquito, por suerte ganamos. La conformación era Hugo, Martín y yo contra Filipi, Pucho y Fernando. Una vez ganada la partida, ya estaba pronta la comida y nos dispusimos a rodear la olla con los platitos, luego de probar el gisolfio, no podía faltar el aplauso para Diego que era el chef oficial. Después de la comida, calentitos y con la panza llena, yo no demore en irme a dormir, pero el fogón y alguno que otro rodeándolo se extendió hasta más tarde.

 

A la mañana siguiente despertamos con Dora escuchando nuevamente el intercambio de opiniones referente el queso y dulce de la tarde, fue muy gracioso ver como ese tema había tenido tanta trascendencia.

 

Luego de ponernos en pie y abrigarnos bien nos arrimamos al fogón que ya estaba a todo vapor y nos dispusimos a desayunar. Luego del desayuno a desarmar las carpas y aprontar nuevamente las embarcaciones para continuar. El día amaneció bien despejado y prometiendo ser un día igual de soleado y serenito como el anterior, llegado el momento se cargaron las canoas y se comenzó la segunda etapa.

 

El arrollo igual de variado que el día anterior pero con alguna que otra dificultad, pasamos por laberintos muy sinuosos y estrechos donde había que ir despacito y dando vueltas para un lado y para otro. No falto alguna zona donde hubo que abrirse paso con el machete. De vez en cuando se veía un claro en el monte, una barranca y atrás de la las sierras, un paisaje hermosísimo. Poco antes de llegar al punto del almuerzo tuve mi primer bautismo de agua, tranque el remo en una rama para retirar la canoa hacia el lado contrario, pero al avanzar, el remo se tranco entre dos troncos y por no soltarlo hicimos borda y terminamos cayendo los dos con aquaman, fue una caída de lo más torpe y lo más gracioso es que estaba llanito, el agua nos daba por los tobillos. Luego de un par de reagrupaciones llegamos a un pequeño arenal al sol donde paramos para comer, el menú era guiso 2.0, para mi dada mi condición de vegeta, el menú fue fideos con juguito del tuco que sirvió como base al guiso. Luego de comer, tomar un poco de sol y algún que otro valiente que se atrevió a bañarse, volvimos a partir.
Al poco rato de remar, desembocamos en un lagunón, que según los entendidos era un lagunón de 5 km, una vez llegados a ese lugar, salió la iniciativa de una foto con todas las canoas juntas, y cuando estábamos todos medios juntos salió el bautismo oficial para los nuevos, primero con los achicadores y después termino en zambullón, de repente vi a Martín que sale del agua y se me cuelga del chaleco, según el por orden de aquaman, a los pobres compañeros de el despelote les toco volcada de bautismo, por suerte había un sol re lindo y no demoramos en volver a emprender el camino.

 

Ya avanzada la tarde íbamos en la punta Martín y Daniel y aquaman y yo, y vimos que había una especie de rápido pero con poca agua y mucha piedra… que emoción rápidos!!! Yo me quería morir… y si volcamos? Pero bue… tengo un buen timonel no podemos volcar, pasaron Daniel y Martín sin mayores problemas y atrás nos tiramos nosotros, yo confiada que mi timonel iba atento y también pasamos sin inconvenientes, apenas nos trancamos un poquito y nada más, una vez que pasamos miramos atrás y vimos que los que iban llegando paraban y estudiaban más la situación, mientras los que ya habíamos pasado agitábamos para que pasen. Los siguientes en animarse fueron Gustavo y Dora, encararon haciendo el mismo recorrido que nosotros, pero chocaron una piedra, la pobre Dora salió volando y volcaron, después empezaron a pasar de a poco los demás, muchos de ellos quedando trancados en las rocas que estaban con poca agua.

 

Ahí ya cuando estaba recibiendo la noticia que pasamos sin intervención de mi timonel que venía filmando, Sergio aviso que ese era el punto donde entregarían los corderos, hubo un poco de dudas con respecto a los kilómetros hechos y los que restarían para el último día; pero al final se decidió acampar en el lugar, por lo que procedimos a bajar la carga y a definir los lugares para el fogón y las distintas carpas, con Dora una vez más buscamos la mayor proximidad al fogón posible.

 

Luego de iniciado el fuego y organizado el campamento comenzamos a organizar la pelada de papas y tomates para acompañar los corderos y los asadores se hicieron cargo de los cadáveres a la parrilla. Todo un ritual!! Y la vegeta viendo como los carnívoros se regodean con los pobres corderos, sin dudas en esos momentos es cuando estoy más segura que nunca de ser vegetariana.

 

Mientras se asaban los corderos todos rodeamos el fogón y circularon algún que otro caliborato; ya cuando casi la comida estaba pronta llego la hora de los sorteos, no tenía ni idea que existieran. Se procedió a sortear en primer lugar los ganadores y luego de definidos los ganadores, dentro de los que tuve el gusto de estar, pasaron a sortear los premios, el mío fue de los más oportuno: un juego de cubiertos de camping que obviamente use para comer mis papitas con tomate de cena; hubieron remeras, botellas metálicas para el agua y el premio mayor la próxima travesía gratis, que se lo ganó Gustavo. Además todos recibimos un pegotín alusivo a la travesía; luego del sorteo, de recibir los premios y de las fotos registrando la entrega, llego la noticia de que los corderos estaban prontos. Ahí sobrevino la hecatombe, como trozar el cordero? todos se arrimaron con sendas cuchillas y hasta apareció un serrucho, literalmente destrozaron a un par de corderos, era casi como estar mirando Discovery cuando la manada de leones se reparten una presa.

 

Una vez destrozado el cordero comenzaron a circular los carnívoros a servirse su porción, yo con mis tomatitos y papitas, feliz de no participar del ritual de la carne. No falto algún comentario referente a la vegetariana (como cada vez que nos disponíamos a comer) y alguna mirada como con lastima de la pobre que no come carne.

 

Luego de la cena, salió truquiada… había una mesita y un toldito preparados lejos del fogón, esta vez el equipo fueron Martin y Hugo y Pucho y yo (mi rival ahora era mi compañero y mis compañeros ahora eran rivales). Jugamos dos tremendos trucos y salimos victoriosos de los dos, para pesar de Martin que se fue un tanto enojado. Luego nos retiramos todos a dormir y como siempre alguno aún quedaba rodeando el fogón.

 

La mañana siguiente amaneció cerrada de neblina, no se veía nada y estaba todo mojado, esperamos y desayunamos y organizamos todo y esperamos y esperamos y la mañana no levanto, hasta que se decidió salir de todas formas.

 

Una vez que partimos, pasaron algunas horas antes que el día se despejara completamente, la jornada era larga ya que teníamos teóricamente que remar un poco más que los días anteriores para llegar a paso avería. El día estuvo tranquilo hasta un rato antes del medio día, cuando los compañeros del kayac tuvieron algunas volcadas porque este se les había llenado de agua; luego con aquaman en una parte que habían como unas ramas se nos hizo terrible agujero en el fondo de la canoa y tuvimos que parar a reparar y pegar el pedazo que se nos salió. A pesar de estos incidentes el día transcurrió con tranquilidad, pasado el medio día llegamos a la desembocadura del arroyo Aiguá en el río Cebollatí, donde se notaba el ensanchamiento del rio buscamos un arenal donde descansamos y almorzamos bastante rápidamente ya que aún nos quedaban unos cuantos kilómetros por delante.

 

El rio siguió ancho pero dando muchas vueltas, al poco tiempo veíamos la antena de paso avería, que pasaba de estar adelante cerca, a estar más lejos, a estar a la izquierda, luego mas a la derecha, luego de un rato desembocamos en una zona bien ancha y larga donde podíamos divisar a lo lejos el camión que nos devolvería a la civilización. Sin darnos cuenta todos aceleramos el paso, no sé si en realidad por querer llegar o por tener el objetivo a la vista que hacía que fuera un elemento motivador. Luego de remar y remar llegamos a paso avería donde había mucha gente pescando y pasando la tarde que estaba preciosa.

 

Una vez llegados empezamos a descargar todo y a cargar las canoas en el camión, a ponernos la ropa para viajar y a procurar abrigo para el retorno, luego de tener todo junto, una vez mas todos subimos, ahora con la sensación de la misión cumplida y la nostalgia de una cama calentita, pero también con la sensación de no querer dejar ese lugar que tanto nos alejo de nuestras rutinas diarias.

 

Luego de un viaje todos juntos en camión llegamos a José Pedro Varela donde tomarían el bus los que volverían cómodos y calentitos a la capital, ahí compramos algunas provisiones para el viaje y volvimos el camión, ahora con un poco más de espacio, algunos dormimos otros charlaban sobre la travesía y las anécdotas de esos días en el arrollo. Luego de una parada en la estación de servicio de la ruta en Minas donde tomamos algo calentito y comimos algo más seguimos el viaje hasta volver al Acal.

 

Algunas horas después llegamos al Acal, ahí descargamos y guardamos todo y nos dispusimos a volver, cansados pero con el espíritu renovado a nuestras rutinas de todos los días. No podría haber imaginado una mejor forma de pasar el día del trabajador!!!! Gracias a todos por la buena onda y por un fin de semana maravilloso!!!.

 

Texto: Melissa Soca
Fotos: del Grupo

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Arroyo del Aiguá - Canotaje Travesía - May 2009


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