Arroyo Aiguá - Abr/2007

Bitacora:

Travesía Arroyo Aiguá

Mayo 2007

Un mes antes más o menos decidimos hacer el arroyo Aiguá, desde el paso de los Avestruces hasta el puente sobre el Río Cebollatí en la ruta 14 (Paso Averías).

Esto significaba por ser arroyo y de sierra que sería un tanto aventurado tal vez correderas, árboles, piedras y demás obstáculos que nos harían disfrutar de los cerca de 50 Km. previstos desde un principio.

La travesía se haría el fin de semana (largo) previo al 1ro de Mayo, entonces serian 4 días, del sábado 28 de Abril al 1ro de Mayo inclusive. Al principio muchos interesados, pero de a poco se fueron retirando por no poder faltar al laburo el lunes 30. Quedamos 6 personas, casi casi no salíamos, pero salimos al fin.

Éramos Diego Coiro, José Antonio Villamil (Chino), Carlos Humberto Gonzalez (Príncipe), Salvador y Maria del Carmen Segovia y quien relata Gerardo Ruske (Aquaman).

Como toda buena organización se distribuyeron tareas (mandados) y enseres.
Teníamos todo previsto, saldríamos el sábado a las 6 de la mañana.

Pero algo paso

Un ACALENSE llamado Gerardo (tocayo) el martes previo a la salida con todo organizado nos plantea:
¡Por que no hacen la parte alta del Arroyo Aiguá que es muy linda, entre monte natural y de la misma característica que la parte baja!

Es mas nos comenta:

No vale la pena salir de la ciudad de Aiguá porque ahí si el arroyo está muy tupido.

Háganlo desde el camino que sale un Km. antes de Mariscala (Paso de la Arena) y que serían unos 60 km.
Toda esta información que nos brindó se basaba en que el lo había hecho y que era muy lindo.

Con toda esta información sobre la mesa y sin habernos fijado con detalle en un mapa o yo en el Google Erath (Programa informático que se basa en fotografías Aéreas) cambiamos el recorrido previsto en principios por este nuevo.

Es mas con las ganas que teníamos y con 4 días por delante con un arroyo en principios crecido por las lluvias de las semanas pasadas hasta capaz que hacíamos los dos tramos del arroyo.

Era buenísimo haríamos algo hecho por pocos, la parte alta del Aiguá y la parte baja hecha por algunos más.

De la parte baja teníamos las mejores referencias también ya que Acalito (Daniel Brea o cuatro primos) fue el que en principios nos había comentado de lo lindo del arroyo y que lo habían hecho sin mayores contratiempos al no ser por la poca agua que los hizo caminar algún trecho.

Entonces

Sábado 6:30 horas (Primer día)

Llegó Mauricio (Transporte) como éramos tan pocos no se llevaría el Trailer; entonces cargamos dos canoas en el techo y una adentro, cargamos las tarrinas ubicamos las sillas y arrancamos.

Esta vez si teníamos todo el camión para no nosotros; estaba frío pero no tanto.

Avenida Italia, de las Américas, la 101 y primera parada para subir a Diego y seguimos, la 8, parada técnica en Minas y llegamos a Mariscala (180Km. de Montevideo).

Tomamos a la derecha por el camino indicado (1Km antes de Mariscala) luego de aproximados 7Km llegamos al paso sobre el arroyo Aiguá.

El paisaje serrano es maravilloso con la Sierra de Sosa a nuestro frente con sus tres cerros majestuosos el cerro Minuano a la derecha el cerro De Las Cuentas al centro y a la izquierda el cerro Caño De Agua (Grutas de Salamanca) rodeado de campos de pastoreo con alguna que otra oveja y algunas construcciones recientes.

Debido a las lluvias de las semanas pasadas el paso no daba paso, la loza de hormigón estaba sumergida unos 40 cm. y el arroyo tenía unos 20 m de ancho, se lo veía correr y correr. ¡Buenísimo para nuestros planes!

Todo indicaba que haríamos un muy buen promedio, unos 25 Km. por día. ¡Que ilusos!

La salida

11:00 horas

Canoa 1 (4 PRIMOS) Diego y Aquaman
Canoa 2 (Bilú) Salvador y Maria del Carmen
Canoa 3 (China) Chino y Carlos Humberto

Nos despedimos de Mauricio que dejaba el camión en Mariscala y se volvía para Empalme Olmos y nos dejaba a la buena de dios. A la postre nos favorecería.

Partimos como siempre (o casi) conmigo (4Primos) adelante a un ritmo muy bueno sin remar mucho ya que nos llevaba la corriente, atrás la Bilú y mas atrás la China, apenas nos separábamos unos metros nada mas.

150 metros apenas recorridos ¡150 m! y los primeros árboles nos impedían una remada limpia pero se dejaba remar (en estos casos los remos dobles son un dolor de cabeza).

Pasamos por debajo de ramas y más ramas unos 30 metros y otro lagunoncito que te alentaba a remar fuerte esperando que se acabaran las ramas y el arroyo se ensanchara de una vez.

Esto sería la tónica de las próximas 2 horas, 100metros de arroyo limpio y 30 metros de maraña de ramas pero la íbamos llevando, el ánimo no era el de extremo júbilo pero tampoco de frustración.

Luego de unos 850m (Todas las medidas son por Google Erath) nos encontramos con el primer escollo importante.

Hasta este momento no habíamos usado el machete simplemente nos frenaban las ramas nos garrábamos de ellas, cinchábamos y pasábamos.

La primera Trancada

100 metros de monte tupido; cortamos algunas ramas y para adelante (4 Primos) en estos casos el cauce del arroyo se perdía y no se sabía por donde seguir, el agua se veía correr y por pura intuición seguíamos para adelante.

Al despejarse vimos un barranco sin vegetación en la orilla y decidimos bajarnos (Diego y yo) y trepar los 3 metros que tenia y ¡o casualidad!

El monte no existía y se divisaba todo el campo a su alrededor, viendo el lugar de donde salíamos los cascos de estancia y la sierra se Sosa (una maravilla repito).
A lo lejos se escuchaban las discusiones del Chino y de Carlos Humberto (Por acá, no por acá, dale por acá que es mejor), unos 10 minutos luego de nuestro desembarque aparece la Bilú y a unos 15 la China y eso que solo eran 100 metros de monte pero, esto denota la complejidad del monte.

- Salvador: ¿Y como sigue?

Bárbaro parece abrirse mas adelante. El ánimo había caído apenas pero como era medio día no daba todavía para desesperar, ya volver era imposible.

De acá en mas lagunones de entre 300 y 500 metros con 50 de matorrales pero veníamos bien comentando de lo lindo que era y de que nunca habíamos tocado el fondo (con el remo).

Foto del lo recorrido el 1er día

La más difícil

A las 2 horas de remada y unos 3Km de recorrido (paupérrimo promedio 1,5Km/H) al final de uno de los lagunones nos dimos de frente contra una pared de monte.

Como adelantado (recordar la época de la conquista) probamos por un lado por otro y por otro sin mayores resultados. A la derecha salía un pequeño cañadoncito rodeado de tierra firme y muy tupido de monte.

- nos dijimos (Diego y yo): Por ahí no y remamos para atrás unos 50 metros les comentamos a las otras dos tripulaciones.

La China remontó unos 100 metros para investigar y no supimos más de ellos. La Bilú quedo esperando, nosotros no metimos por otra corredera pero no daba paso y no había posibilidades de seguir. Entonces volvimos al punto en donde se terminaba el lagunon.

Volvimos a intentar y en esas la Bilú se manda por el cañadoncito.

- Yo: No por ahí no

Pero se mandaron igual. Luego de intentar sin resultados positivos no nos quedaba otra que seguir a la Bilú ¡Que mala idea!

Gritábamos por el Chino y Carlos Humberto y nada.

Entonces nos mandamos, remamos y remamos por un canal muy cerrado, le gritábamos a Salvador y tampoco.

- ¿Donde se metieron?, allá están, los alcanzamos porque el canal se había cerrado tanto que no daba casi paso esperamos un ratito a ver si la China aparecía y nada, gritábamos y gritábamos y nada

- Estos locos donde están se perdieron y para atrás no podemos ir.

- Y bueno seguimos ya nos alcanzarán.

Y miren que solo irían uno 200 metros del canal, tras pasar las canoas por encima de troncos, cortar ramas con el machete y demás, pare la canoa al lado de un sauce de unos 10 metros de alto y me mandé para arriba. La Bilú estaba metros mas atrás luchando con la “maleza”.

Como Tarzan trepé para ver si se veía algo; solo se veía monte, monte y mas monte y a gritar se ha dicho, nuevamente. Estábamos tan preocupados por esos dos inconcientes.

Y hete aquí que mis gritos tuvieron respuesta, pero no venían de atrás o sea cañadón arriba, venían de la derecha como a 100 metros (quien soy yo para calcular esto) en fin los escuchábamos vivitos y coleando.

- No se adelanten, espérennos, no se adelanten que estamos atrapados.

¿Adelantarse a quien? si no sabíamos donde estábamos y para donde iba el arroyo.

Se destrancó la Bilú y seguimos como 150 metros más, ya un poco más despejado, pero a machete limpio. Lo positivo era que el arroyo corría bajo nuestro y que por lo menos oíamos a la tercer canoa (tripulación).

Casi 2 horas después salimos de ese cañadon y nos encontramos con la China, ahí me pegué mi primer baño ayudando a pasar una canoa por encima de un árbol y aproveché a refrescarme un rato ya que las ramas estaban haciendo estragos en nuestros cuerpos.

Foto de la trancadera: se vería el cause real (nosotros no lo veíamos así)

Despotricamos de cómo se habían separado y todo eso y llegamos al conclusión que el camino de la China habría de haber sido el mejor ya que llegaron antes y sin tanta lucha según ellos.

Como ven en las fotos el arroyo nunca se abría, seguimos un poco más y a eso de las 15.30 dijimos basta por hoy, buscamos un lugar para acampar y barajamos la idea de salir de este arroyo del demonio.

250 metros más adelante se abrió de nuevo y a remar y justito como regalo del cielo a las 16 horas encontramos un lugar con orilla limpia y excelente lugar de camping.

Apenas habíamos hecho 4,5 Km. en 5 horas.

Para el grupo de los 5K (Carlos Humberto y Maria del Carmen) estaban realizados.

Campamento 1

Lugar paradisíaco, un monte natural bastante raleado ya que era un lugar de campamento.
En un árbol bien agarrado estaban alambre, parrilla, mesa y chapa que usufructuamos debidamente y pusimos en su lugar al irnos. Abundante leña, una tarde soleada preciosa y ya que nos habíamos pasado por alto el almuerzo armamos la mesa con las tablas y unas tarrinas, Maria del Carmen hasta mantel trajo, e hicimos una buena merienda: Queso, dulce, pate casero echo por Salvador y casi todo lo que llevábamos para almorzar.

Cada uno armó su carpa, juntamos leña, armamos el toldo y a descansar.

El piso estaba bastante húmedo pero a su vez blandito, así que fue un muy buen colchón.

Se armó el fogón sobre las chapas existentes (viejo truco para que la humedad del piso no estorbe)

Lindo fogón como es de mi costumbre y colitas de cuadril a la parrilla con tomate de acompañamiento y no puede faltar la bebida espirituosa. Charla va charla viene, mirando el mapa, decidiendo que hacer al otro día. Se resolvió que a temprana hora seguiríamos el borde del arroyo para ver que tal y en su defecto buscar una salida.

Foto del terreno explorado

Domingo 7:00 horas (Segundo día)

El rocío hizo estragos en las carpas (todas mojadas) estaba frío y soleado.

Desayuno suculento, emprendimos viaje a pie por la orilla del arroyo unos 500 metros y nos dimos de punta con un pajonal impenetrable, separado por un alambrado el cual intentamos seguir campo adentro pero nos dimos de frente con un cañada. Seguimos hasta encontrar un lugar para saltar, saltamos y caminamos unos 500 metros y nos dimos con una arroyito inundado.

En estas condiciones era imposible que el camión entrara por lo anegado del campo y las cañadas.

Vuelta para atrás con las malas nuevas y a levantar campamento que de ahí no salíamos.

Levantamos campamento limpiamos las canoas de toda la mugre que tenían y a las 10 horas partimos nuevamente.

Foto del lo recorrido el 2do día

Y otra vez lo mismo

Esta vez con más machete y menos lagunones, re-contra podridos de las ramas pasando por encima de troncos se veía que no llegaríamos a destino.

En una curva del arroyo cerca de las 12:30 horas a Carlos Humberto y Maria del Carmen se les ocurre parar a estirar las piernas en un pequeño descampado que había en la margen izquierda. ¡Para que!

Fin de la travesía

Había una pequeña loma de unos 30 metros de altura la cual subimos, el pasto circundante rodeado de macachines amarillos y rosados daba una sensación de bienestar muy solicitada.

Al llegar a la cima se divisaba toda la comarca (El señor de los anillos), el monte natural que veníamos recorriendo de unos 300 metros de ancho en ocasiones, la sierra de Sosa con sus dos cerros majestuosos al sur y al norte toda la sierra.

Se veían casas y un camino (el que llega a paso de los Avestruces) como a 1 Km. de nosotros.

A esa elevación en la que estábamos parecía llegar una huella entonces decidimos unilateralmente que haríamos campamento ahí (12:30 del medio día) y veríamos la manera de salir.

- Carlos Humberto: yo quería estirar los pies nada más y nos vamos a quedar acá.

Si, no se discute mas (Diego, Salvador y yo) vemos de salir, si podemos salir nos quedamos acampando hasta el martes y listo.

- Carlos Humberto: ¿Pero y si el arroyo se abre?

No, no nos podemos jugar por otra salida ya que la salida estaba a 45 Km. por lo menos y la vista del territorio no parecía abrirse, es mas parecía que el monte natural crecía.

Foto del terreno Caminado

A Caminar

Para no hacer macanas en vez de cortar camino hacia la casa que veíamos decidimos seguir las huellas, llegamos a una portera luego a un rancho de chapas en el cual no había nadie, pero se veían marcas de que alguien había estado. Seguimos, cruzamos un a última portera (con candado) y llegamos a un camino de acceso, caminamos por el hasta el camino principal y de ahí hasta la casa.

En ésta no había nadie pero había señales de que andaban en la vuelta ya que había ropa tendida.
En fin, resignados por no encontrar gente seguimos por el camino unos metros más.

- Auto, ahí viene un auto, gritó alguien.

Lo que necesitábamos saber era quien era el dueño para pedirle la llave del dichoso candado (esto no queda acá).

Lo paramos, saludamos dijimos quienes éramos y donde estábamos.

- El paisano (Juan Izaza) (en su Fiat Uno rojo, con un perro y una oveja atada de manos en la valija):
Solo eso recorrieron pero es ahí nomás.

- Nosotros: (pero por que no te vas un poquito a la.................)

En fin sacamos los datos del dueño del campo (Augusto Veraza) y quedamos de llamarlo para que nos pasara el teléfono del dueño, nos despedimos.

Volviendo por el camino nos encontramos con una moto (gaucho, china y chinita en moto nueva) y los datos coincidían con los del otro paisano. ¡Impecable!

Quedamos que lo llamábamos y pediríamos permiso.

7 Km. mas tarde llegamos al arroyo de nuevo y planteamos la situación, nos quedaríamos ahí haciendo campamento lo que restaba de los días.

Almorzamos, armamos las carpas, toldo, mesa esta vez con la canoa Bilú, fogón y a pasarla bien.
Juntamos leña, y fogón mediante nos mandamos un guiso con lentejas de primera con el cocinero oficial Diego.

Llamamos al paisano en Mariscala y nos paso el fono de Augusto Veraza.

Hablamos con el y hete aquí que vivía en Pando (se está cerrando la ronda).

Ningún problema, Mauricio pasa por su casa y levanta la llave, listo OK muchas gracias.

Llamamos a Mauricio que estaba de festejo de cumpleaños de su hija Camila y le comentamos la anécdota y peripecias vividas.

Quedamos que el lunes pasaba a buscar la llave y se venía en la noche para el campamento.

Todo encaminado y a dormir se ha dicho.

Lunes (Tercer día)

Nos levantamos con una niebla de aquellas pero todo bien, desayunamos y decidimos bajar el arroyo mas o menos una media hora ya que el arroyo corría abundante y para no cansarnos demasiado al tratar de volver.

Partimos la China y la 4 Primos, Diego y el Chino, Maria del Carmen y yo.

Según lo visto en el mapa debería de haber un gran lagunon de unos 2 Km. de largo mas adelante.

Enseguida se abrió el arroyo y recorrimos como 3,5 Km. totalmente abierto (no lo podíamos creer eso debería haber sido siempre) hasta que se empezó a cerrar y decidimos volver ya que habíamos remado como 40 minutos.

Remamos más en esa hora y media que en los dos días anteriores. Un verdadero arroyo ancho de casi 30 metros. Nos divertimos viendo un buitre (para muchos un cuervo) como nos seguía y sobrevolaba el cauce del arroyo.

Foto del lo recorrido el 3er día

Carlos Humberto se quería morir por haber sido él el que decidió bajar para estirar los pies.

- No puede ser, vamos a seguir exclamaba.

Pero nos quedamos.

Llama Mauricio que está en camino, le pedimos algunas cosillas y caliborato que se había terminado.

Como a las 18:00 horas arrancamos a buscarlo al camino (3,5 Km.), lo esperamos y llegó con la bendita llave. Fuimos hasta la portera y yo me decía esta llave no es (por tamaño), no era y Mauricio nos dice mira que es de la otra portera ya que por esta no pasaría el camión.

El re-contra pelot%&# del dueño en vez de darle todas le dió solo una.

Vamos para atrás a la otra portera. ¿Qué puede haber pasado?

No era, nooooooooooooooooooooooo, ¿que hacemos, rompemos la portera, cortamos los alambres?

Recorrimos el alambrado y descubro un lugar donde se estira lo suficiente como para que el camión pase. Como siempre Carlos Humberto desaparecido.

Pisamos el alambrado y pasó el camión, siguió campo traviesa hasta la supuesta huella, todo bien ya caída la noche con la luna casi llena nos iluminaba la supuesta huella pero se fue humedeciendo el piso y ¡hoooo!, trailering, pero éramos tan pocos que se enterró y nada.

La calentura ya era mayúscula y ¿Carlos Humberto donde esta?

En ese momento nos acordamos del pequeño rancho del propietario y fuimos a desvalijarlo; encontramos palas, barretas unas chapas y piques, el ranchito de chapas todo equipado de afuera no parecía. Bueno en fin lo logramos sacar y maniobrando se quedó de nuevo, esta vez pusimos las chapas nuevamente y cuando el camión aceleró la chapa salio despedida con tan buena suerte que los pies de Diego quedaron a escasos centímetros (casi una desgracia), continuamos hasta el próximo alambrado que también pudimos tirar, este si sin problemas y llegamos al campamento cerca de las 21.30. Estaba Carlos Humberto

Cenamos fideos con pesto (albaca, nueces y maníes) y chorizos que trajo Mauricio que ahora estaba con la familia.

Martes (cuarto y último día)

A desayunar con todo: boniatos fritos, buñuelos de banana y mas: panceta frita con queso derretido, todo lo que había a mano y preparamos algo livianito para el medio día: Un caldo con verduras de aquellos.

Desarmamos con amenazas de lluvia, cargamos todo, devolvimos las cosas al rancho, tiramos los alambrados los levantamos dejamos la llave en la Bandeirantes (caza carcacha estacionada en la Ancap de Mariscala) y nos fuimos.

Toda una aventura que espero no repitamos.

Relato: Gerardo Ruske (Aquaman)
Fotos: Grupo Canotaje Travesía Club ACAL

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Canotaje Travesía - Arroyo Aiguá - Abr 2007