Arroyo Solís Chico - Abr/2025
Bitácora:
Curso: Arroyo Solís Chico | |
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Recorrido: | Embarcadero (Sapo Ruperto) – Monte Eucaliptos y Vuelta |
Distancia: | 9 km |
Estado del Cauce: | Excelente |
Clima: | Soleado |
Días: | 1 |
Lugares / acampar: | |
Año: | 2025 |
Fecha: | 6/04/2025 |
Departamento: | Canelones |
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¡Para Fili!

Irresistible: Primer domingo de abril
Decidimos ir al Arroyo Solís Chico, cerca de Montevideo, un lugar de fácil acceso, con el objetivo de compartir un rico asado y celebrar dos cumpleaños.
Filippini llevaba seis canoas, a las que se sumaba una más que venía desde el club, y tres kayaks, dos de los cuales se unieron a la travesía después de comenzada.
La cita fue en el Sapo Ruperto, en la Rambla de Parque del Plata. Grandes y chicos se sumaron a una salida perfecta para todas las edades.
Partimos desde la bajada al lado del Club Parque del Plata: siete canoas y un kayak con destino al montecito de eucaliptos, a unos 4 km del Sapo Ruperto. Al pasar por el puente de hierro — un viejo puente ferroviario, hoy reciclado y convertido en paseo — hicimos una parada obligada para conocerlo y "chivear" un poco. Probablemente, algunos de los gurises nunca habían caminado por donde antes pasaba un tren, y casi seguro que nunca subieron a un tren de pasajeros en Uruguay.
Al llegar al montecito, algunos compañeros siguieron remando un poco más, mientras otros, junto a los niños —grandes colaboradores en esta tarea—, recogíamos leña. Dora, con la ayuda de los más chicos, juntó la leña, y Fiorella se encargó de encender el fuego. El primo fue quien se encargó de preparar el asado. Se celebraban dos cumpleaños, ambos del 1° de abril.
Mientras el asado se cocinaba, llegaron los dos kayakistas que faltaban. Celebramos con asado, criollita, ensalada, torta, alfajores y masitas. Uno de ellos, siempre atento, reunió gran parte de la basura en bolsas y dejó el lugar en mejores condiciones que como lo habíamos encontrado.
Entre compañeros experimentados del ACAL y algunos principiantes, disfrutamos de un almuerzo acogedor y una celebración entrañable. Entre los más pequeños estaban un niño de 6 años y una niña de 7, que se subieron solitos a una canoa y, valientes, se aventuraron a dar un loco paseíto por el medio del arroyo. Fueron observados atentamente desde la costa —sin temor alguno, dos audaces navegantes— y finalmente rescatados por dos adolescentes con más experiencia. Los cuatro resolvieron por sí mismos cómo pasar de canoa en canoa en el agua, desembarcar en la costa opuesta y volver.
El regreso fue sin apuro. El clima, inmejorable. Aunque sabíamos que la vuelta podía presentar la dificultad del viento —infaltable en esa zona— con las corrientes del Río de la Plata que a veces complican un poco la remada, el paseo resultó más que disfrutable. El espíritu de colaboración, iniciativa y trabajo de los organizadores se hizo notar. Aplausos, y más aplausos.
Todo esto, claro, fue con la excusa de celebrar el cumpleaños de "el abuelo" Filippini y María del Carmen, quien estuvo acompañada por su nieto, una nieta y una amiga de la nieta.
Relato: Dora Ois y Fiorella Giovannini
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL