
Navegación en emergencia en el Río de la Plata NGPS Náutica y GPS
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Introducción:
Si bien hoy en día, es casi imposible encontrar una embarcación que carezca de instrumentos o herramientas necesarias para trazar un rumbo franco hacia un punto determinado, lo cierto es que debido a circunstancias fortuitas o accidentes imprevistos a bordo, es probable que alguna vez algún navegante deba conducir su barco a un puerto seguro sin el auxilio de los elementos técnicos apropiados para llevar a cabo una navegación precisa.
Entendemos navegación de emergencia, a toda aquella singladura que se realiza sin el apoyo de instrumental apropiado y no a la emergencia causada por circunstancias propias del navío, como ser rumbos, roturas de la planta motriz, incendios, naufragios, etc.
Nos referimos entonces al hecho de tener que trasladar el barco y la totalidad de la tripulación con seguridad, utilizando los medios de locomoción ya sea mecánicos o eólicos que posea el navío pero sin disponer de artefactos de orientación o localización geográfica
Las circunstancias por la cual puede producirse este tipo de emergencia pueden ser varias, pero la más usual y determinante es la que se debe a un colapso del sistema eléctrico que alimenta los artefactos electrónicos abordo y que por su inutilización, hace que el nauta se quede sin los elementos de observación y comunicación necesarios para afrontar una travesía por los caminos correctos.
Actualmente es indiscutible que el uso del GPS ha ganado terreno por sobre todos los demás elementos de navegación, incluso la milenaria brújula ha tenido que ceder su lugar ante este coloso de la ingeniería electrónica. Su poder, precisión, confiabilidad y facilidad de interpretación hace que la navegación hoy sea muchísimo más eficaz y placentera que hace algunos años atrás.
Pero como todo ingenio electrónico, puede fallar. No nos olvidemos que estos aparatos están compuestos por infinidad de subcomponentes electrónicos que, tan sólo uno de ellos que no funcione correctamente y…adiós GPS. Y ni hablar de la vialidad en la recepción de las señales satelitales que dependen mucho de la decisión un Gobierno constantemente amenazado bélicamente.
Sin ser tan drásticos, pensemos que las pilas, baterías o incluso la fuente eléctrica del propio navío, puede descomponerse o agotarse, inutilizando nuestro prodigioso artefacto electrónico y sumiéndolo a un montón de circuitos inútiles.
No importa su valor comercial, marca, pantalla color, sensibilidad extrema, touchscreem, portátil o de mamparo, todos, absolutamente todos necesitan una fuente de poder para funcionar por lo que nunca pueden ser 100% confiables pues dependen en parte de nuestra ”humana” previsión.
Por lo tanto, aquí trataremos de transmitir algunas técnicas de emergencia que permitan mediante la observación a ojo del sol, estrellas y la utilización de algún elemento de ayuda, desarrollar una navegación axiomática hasta un punto en tierra firme para luego ser socorridos si fuese necesario.
En este caso trataremos de abordar ejemplos referenciados en un lugar no tan vasto como el océano abierto, pero que es visitado por gran cantidad de embarcaciones deportivas y de paseo que apoyados en un GPS, se internan muy lejos en este, nuestro enorme y no menos peligroso Río de la Plata.
No es la intensión de esta guía práctica de navegación de emergencia, entrar en el terreno de la navegación astronómica, ni emplear términos como loxodromia ni ortodromia, tampoco hablaremos de declinación astral ni de sextantes. Sólo emplearemos algunos elementos que de aquí en más, tendríamos que considerar la posibilidad de embarcarlos y tenerlos en cuenta a la hora de planificar una larga travesía, al margen de llevar para nuestra orientación un receptor de GPS.
Orientación diurna de emergencia:
Sin duda que esta situación podría sobrellevarse sin mayores inconvenientes si llevamos una brújula a bordo, pero… ¿que sucedería si no la tenemos?
Es aquí donde comenzamos a utilizar las señales de la naturaleza para saber donde están los puntos cardinales que después de ser determinados, utilizáremos para trazar un rumbo de regreso. Una de esas señales es el propio Sol que como sabemos, en su periplo por la bóveda celeste, describe un arco que comienza al Este y culmina por el Oeste, pero esto sólo sucede dos veces al año y es durante los equinoccios del otoño y el de la primavera, es decir el 21/03 y el 21/09 respectivamente.

Luego de esas fechas el sol comienza su desfasaje de 23.5° hacia los trópicos, alcanzando el punto más bajo (para el hemisferio Sur) durante el solsticio de invierno el 21/06 y el más alto, en el solsticio de verano el 21/12. Pero como este recorrido en altura, es paralelo a la línea del Ecuador, podemos utilizarlo para determinar su trayectoria E-O mediante un sencillo dispositivo formado por una base plana, y un poste vertical que gracias a la sombra que proyecta el sol del medio día sobre él, podemos determinar con mucha aproximación los puntos cardinales E y O.
El procedimiento se basa en el utilizado en tierra para obtener los puntos cardinales en base a las sombras que proyecta el astro rey en su pasaje por el cielo. Generalmente se usa una rama clavada en el suelo, aprovechando su sombra como determinante de los puntos a medir. La única diferencia con el método náutico, es que en el agua debemos procurar que la base donde se realizan los trazados, quede siempre en una determinada posición, algo muy difícil de lograr en un medio flotante. Para lograr tener un punto de referencia, podemos usar un cataviento hecho con un hilo, trozo de bolsa de nylon o cualquier otro elemento que permita determinar con razonable exactitud, la dirección del viento.
Si tenemos en cuenta que las circulaciones de aire son más estables en el agua que en tierra, y que la medición puede ser realizada en un lapso de 30 minutos entre marca y marca, podemos afirmar que el resultado es bastante seguro y confiable dentro de la precariedad de la situación en sí.
Para trazar estos puntos basta con observar la figura siguiente, teniendo en cuenta lo antedicho. Podemos usar de poste un cuchillo clavado en una madera (tabla de carnadas, pala fichero, etc.) y asegurar el cataviento a él.
Es preferible realizar la medición en horas del mediodía, en donde el sol crea una sombra más corta y cómoda para trabajar.
Acomodamos la tabla con su cataviento y marcamos la dirección que toma el mismo como referencia estable y un primer punto, coincidente con la sombra proyectada por el poste. Este primer punto será que este orientado al OESTE.

Media hora más tarde, y controlando que la madera base este perfectamente orientada con relación al cataviento, trazamos el segundo punto coincidente de la sombra con la tabla y esta nueva marcación indicará la dirección del ESTE

Por último trazamos una línea recta entre ambos puntos obtenidos y esos corresponderán a la dirección ESTE-OESTE y ahora trazando una segunda línea perpendicular a la primera, obtendríamos la dirección NORTE-SUR.

Orientación nocturna de emergencia:
Ya no tendremos el sol para guiarnos y siguiendo con la misma temática de no poseer una brújula para orientar nuestra derrota con seguridad, debemos apelar a otro procedimiento y es el que corresponde a la observación astronómica a ojo, sin utilizar ningún instrumento. Pero tengamos en cuenta que es tan peligroso navegar de noche como llegar a un punto sobre la costa que desconocemos, ya que no sólo corremos el riesgo de dirigirnos contra objetos sumergidos no señalizados, sino que también embancarnos peligrosamente o quedar a merced de piedras, taludes o incluso boyas apagadas o garreadas.
Lo ideal y recomendable en estos caso es intentar la aproximación a vista de costas iluminadas y luego, con los primeros albores matinales, intentar el desembarco teniendo en cuenta que ya la oscuridad no es un problema y los objetos y bajíos se distinguen más fácilmente.
Así mismo, intentar seguir navegando paralelos a la costa, es un opción viable siempre y cuando sepamos que dirección tomar.
Por supuesto que lo ideal es tener a mano una brújula o compás magnético, pero si carecemos de ellos y la noche se encuentra estrellada, podemos intentar localizar la Cruz de Sur que con mucha precisión, nos indicará donde se encuentra el Sur geográfico y de ahí en más podemos trazar una dirección conveniente.
Si consideramos que en el Río de la Plata, todo rumbo que tomemos hacia el Sur, Norte u Oeste, indefectiblemente nos llevará a tierra firme aunque como ya expresamos, no siempre es seguro acercarnos demasiado a la costa en la noche, podemos señalar que navegando hacia una dirección segura, logramos alejarnos del peligro que conlleva estar en medio del río sin reparos de ninguna índole.
Para encontrar la Cruz del Sur, es necesario dirigir la vista hacia las estrellas bajas cercanas al horizonte y localizar en primer lugar dos estrellas notables que ofician de punteros y corresponden a un brazo de la constelación del Centauro. Para facilitar la búsqueda de estas constelaciones, podemos utilizar el reflejo de la luces de las ciudades costeras que actúan como faros.

Una vez ubicada la Cruz del Sur, sólo queda prolongar su brazo más largo unas cuatro veces en la dirección que indica la figura precedente e inmediatamente debajo del punto M obtenido, prolongando una vertical hacia el horizonte, hallaremos el Sur geográfico. Con el transcurso de las horas, notaremos que las estrellas conservan un movimiento de rotación en sentido horario pero teniendo como eje central, el punto M que hemos obtenido al prolongar el brazo de la Cruz por lo que siempre que determinemos punto M, este permanecerá invariable con el correr del tiempo aunque las estrellas se muevan.
Las olas y el viento…
Por lo general, estos movimientos de agua y aire respectivamente, están relacionados intrínsecamente entre sí. En nuestro caso, dada la navegación de emergencia, la sola observación de la dirección que tienen las ondas de agua, pueden servirnos de referencia al momento de mantener un rumbo establecido, luego de determinar su dirección, ya sea por compás, brújula o cualquiera de los elementos descriptos anteriormente.
Radiogoniometría. Predecesora del GPS
Antes del advenimiento del GPS, los barcos navegaban con la ayuda del compás y para las aproximaciones a la costa se utilizaba un sistema de direccionamiento basado en la emisión de ondas de radio, llamado radiogoniometría.
Este sistema empleaba la radiación de ondas de radio de determinada frecuencia (generalmente en el espectro de las ondas ultra largas: 220Khz -330Khz) y la ubicación de la antena irradiante en tierra firme o un punto notable en canales de ingreso, podía ser localizada mediante un receptor apropiado y una antena especial con características directrices. Determinando la dirección de donde provenían dos o más señales, se podía triangular la posición aproximada del buque en alta mar.
A su vez, se montaban este tipo de emisores, en boyas especiales o balizas para marcar pasos o aproximaciones a canales de navegación y se las llama BEACON

Al principio las antenas orientables más usadas eran las del tipo Loops pero luego fueron reemplazadas por las de composición de ferrite que es un material ferro- magnético y posee características particulares como ser la de concentrar de las señales electromagnéticas y transmitirlas a una bobina que se halla en su entorno, mejorando la captación de las señales.
Esta antena giraba 360° y gracias a esto podía localizar la dirección de la señal. Generalmente se utilizaban dos antenas para captar dos señales al mismo tiempo y con ello se procedía a determinar mediante el uso de compás y una carta náutica, la correspondiente referenciación geográfica.
Para mejorar la performance de este sistema, los emisores podían transmitir señales audibles, generalmente estas eran señales telegráficas asociadas a las letras del abecedario, comúnmente conocido como clave Morse. Este sistema permitía al navegante estar atento a los cambios en los sonidos emitidos y con esto lograba mayor precisión en el gobierno de su derrota.

Utilización del radiogoniómetro en el Río de la Plata
Basándonos en el hecho mencionado al principio de esta nota, que el GPS puede llegar a fallar ya sea por problemas en el suministro de energía eléctrica o a anomalías internas repentinas, nos hacemos la siguiente pregunta.
¿Es posible utilizar la radiogoniometría para navegar en emergencia en el Río de la Plata? La respuesta es sí, y para ello debemos basar nuestra ubicación utilizando ni más ni menos que las señales que emiten las antenas de broadcasting comunes dentro de la gama de frecuencias comerciales de AM conocidas dentro del rango de frecuencias de 550Khz a 1650Khz.
Conociendo la ubicación de estas antenas, podemos determinar la dirección que debemos tomar para una derrota segura. Las cartas náutica oficiales, tienen dibujadas en las mismas la ubicación de casi todas las antenas emisoras tanto de AM comerciales como las de los radiofaros o balizas costeras (BEACON) que mencionamos anteriormente que por supuesto, deben ser captadas estas últimas con receptores especiales y que no es precisamente el motivo de esta nota
Sabiendo entonces donde están ubicadas las torres emisoras de señales radioeléctricas de Amplitud Modulada, podemos orientarnos sin demasiados errores hasta un punto de el cual luego lograremos a vista de costa, buscar una zona segura o tal vez, nuestro lugar de desembarco.
Procedimiento.
Es claro decir que para hacer este tipo de medición, debemos tener a bordo un receptor de onda larga en amplitud modulada o AM (550Khz a 1650Khz) y conocer la posición de la antena de ferrite que mencionamos anteriormente. Para esto, será necesario quitar la tapa trasera del receptor, removiendo algún tornillo. Al dejar al descubierto su placa interna, podremos ver entonces la ubicación del mencionado elemento captor.

Como veremos en las figuras siguientes, la mayor señal captada será la que corresponde cuando la antena de ferrite se haya perfectamente perpendicular (90° grados) a la señal. Es decir que, al orientar la radio cuya antena interna sabemos como está situada, tendremos en algún momento una muy buena recepción (evidenciada por la claridad y potencia del sonido) y en otro momento una mala recepción de la señal que por lo general se logra orientado la radio a 90° grados de la posición de buena recepción. El aumento de soplido será más notable e inversamente proporcional al nivel de señal captada.

Si sabemos entonces que frecuencia debemos buscar, al hallar la posición de máxima recepción por el procedimiento antedicho, entonces podemos saber en que dirección se halla la antena emisora.
Supongamos entonces que nuestro destino se encuentra en la desembocadura del río Lujan en el Río de la Plata (punto de partida y llegada de la gran mayoría de clubes náuticos y marinas). Observando las cartas náuticas oficiales, determinamos que la antena emisora más cercana a este punto es la que corresponde a Radio El Mundo en 1070 Khz y ubicada en Gral Pacheco.
Siempre en el terreno de las suposiciones y observando la imagen siguiente, nos hallamos en emergencia en algún punto de Playa Honda (X). Necesitamos entonces saber por cualquier medio donde está el Norte, pues esto nos orientará en Longitud y ahora, buscando la mejor recepción de la 1070, lograremos determinar que rumbo tomar.

Este procedimiento nos indicará que dirección escoger, pero nos dirá muy poco sobre nuestra ubicación pues, si observamos la figura precedente, podríamos encontrarnos sobre cualquier punto de la recta que hemos trazado para diseñar nuestra derrota.
Para saber exactamente donde estamos, corresponde entonces usar una carta náutica y mediante el método descripto, buscar al menos dos o tres estaciones conocidas y trazando las líneas rectas correspondientes a las direcciones de la mejor recepción de cada una de ellas, éstas deberán cruzarse en un punto determinado, siendo el mismo el coincidente con nuestra ubicación.
A los efectos de tener un mínimo de puntos de referencia, hemos elegido entonces 3 emisoras conocidas y que aún sin tener una carta náutica a bordo, será una indicación suficiente como para determinar rumbos aproximados, y cuyas frecuencias y ubicación sería conveniente memorizar.
Radio el Mundo: 1070Khz ubicado en la Localidad de Pacheco.
Radio Provincia: 1270Khz ubicada en Villa Elisa.
Radio Colonia: 550Khz ubicada al norte de la ciudad de Colonia R.O.U.
Si ya tomamos una decisión de la trayectoria y sentido a seguir y ya comenzamos la navegación en sí, cada tanto y en forma prevista, deberíamos detener la marcha para realizar una nueva medición a fin de corroborar la precisión del rumbo fijado, como así también corregir los subsecuentes desvíos que se originen por el abatimiento y/o la deriva.
Esto no sólo servirá para corroborar la derrota, sino que además al acercarnos a la costa, podemos tomar un punto de referencia en tierra, coincidente con la trayectoria a seguir para fijarlo y se transforme en la determinante del curso. A su vez y como ya dijimos, en presencia de olas, estas nos servirán de guía también para verificaciones y correcciones del rumbo.
En todos los casos, la navegación se debe hacer bajo una estrecha vigilancia porque se debe considerar enfáticamente que carecemos de toda guía que nos señale la presencia de obstrucciones peligrosas, boyado, hundimientos y bancos por lo que la velocidad debe ser de moderada a baja para darnos tiempo a reacciones ante la presencia de obstáculos visibles.
Consejos:
Solamente el conocimiento acabado del medio nos puede ofrecer confianza en la navegación en emergencia por lo que es siempre recomendable aprender mientras confiamos en nuestro GPS en el momento de navegar habitualmente. Memorizar enfilaciones, construcciones en tierra notables cercanas a la costa (edificios, torres, etc.) boyado y su significado, pasos, la presencia de bancos y como detectarlos a simple vista por la diferencia en el comportamiento del agua directamente encima de él, son ejercicios que todo buen capitán debe practicar de por vida cada vez que se halle navegando.
También es buena idea saber ubicar y memorizar la Cruz del Sur en el cielo nocturno mientras paseamos por la terraza de nuestra casa y no esperar estar en emergencia para tratar de buscarla entre cientos de miles de puntos luminosos.
Llevar una brújula o compás y prismáticos 7 x 50 a bordo es tan indispensable como llevar combustible suficiente para ir y volver a casa y desde ahora considere la posibilidad de adquirir una radio portátil de AM y llevarla siempre en su derroteo con sus pilas en condiciones (no las deje puestas por la sulfatación) y otras más de repuesto. No confié ciegamente en su GPS por más caro que le haya costado.
También lleve adosada a ella un papel con las frecuencias y ubicaciones detalladas anteriormente y no se olvide de protegerla de la humedad. Una bolsa plástica del tipo Ziploc, sirve perfectamente para albergar y resguardar en su interior la radio, sus pilas, brújula, cartas náuticas en escala de la zona, una regla, lápiz o marcador y un anotador
La cercanía de barcos de gran porte, nos dará la idea que nos encontramos próximos a un canal de acceso a puerto, como así también la presencia de veleros navegando significa que donde ellos están arrumbando, hay agua suficiente debajo de sus quillas.
Otra situación que puede ocasionar que nos quedemos sin GPS, y que lamentablemente a más de un nauta le sucede, el aquella en que por exceso de curiosidad nos ponemos a “jugar” con las configuraciones del receptor y por error intentamos establecer comunicaciones con información externa, como por ejemplo la suministrada por las estaciones de marea (servicio que en nuestro país no está implementado aún ¿?) y que nos tildará la recepción de los satélites hasta que encuentre la información requerida, cosa que lógicamente no sucederá por estar ésta fuera de nuestro alcance.
La única forma de reestablecer el normal funcionamiento del receptor ante esta situación es provocar un master-reset y en cuyo caso perderíamos toda la información grabada en él incluso las cartas náuticas que tengamos si estos poseen memorias internas no extraíbles.
Sería conveniente conocer como actuar en este caso dependiendo del modelo que tengamos, no obstante antes de resetearlo, sería prudente anotar las coordenadas de aquellos waypoint imprescindibles para luego volver a cargarlos al GPS y así reanudar la travesía normalmente. Los archivos de cartas náuticas alojadas en memorias extraíbles, serán conservadas no así las que se hallen en memorias internas no removibles.
Consideraciones finales:
Sin dudas, las recomendaciones, consejos y prácticas profesionales que existen sobre este tema en particular, deben exceder el contenido de esta guía práctica, no obstante queríamos dar un pantallazo general sobre como salir de este tipo de situaciones mucho más habituales de lo que uno piensa.
La sola idea de quedar a merced de los elementos en una situación imprevista, nos dará una imagen atinada de los que deberíamos aprender y preveer antes que sucedan las cosas.
La prevención es una buena práctica marinera.

Buenas Travesías!!! Claudio D Ambrosio