Río Santa Lucía- Feb/2025 (Paso Pache – Aguas Corrientes)
Bitácora:
Cursos: Río Santa Lucía | |
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Recorrido: | Paso Pache (R5) – Aguas Corrientes |
Distancia: | 36 km |
Estado del Cauce: | Muy bajo |
Clima: | Muy caluroso y soleado |
Días: | 3 |
Lugares / acampar: | Buenos, mucho arenal y poco monte |
Año: | 2025 |
Fecha: | 8/02/2025 al 10/02/2025 |
Departamento: | Canelones Florida San José |
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Fotos: | Ver fotos |
“Descenso” con académicos …

Río Santa Lucía tramo: Paso Pache a Aguas Corrientes
8 al 10 de febrero de 2025
Mi relación con los ríos nace mucho antes de conocer el ACAL casi, antes de los recuerdos que tenemos de niños, porque mi primer campamento a orillas del Río Tacuarembó, fue a los dos años y los recuerdos son cuentos de mi madre de mi primer campamento.
Uno de ellos, yo todavía comía solo purecitos y como ya tenía instintos exploradores, se distrajeron y rumbié para el fogón, encontrando un rico huesito que había quedado ahí, lo agarré y empecé a tratar de comer lo que tenía, cuando me encontraron dije: “mamá que luro esta este papallo”
También antes de empezar a salir con el ACAL, aprendí que los ríos y arroyos dependen y están interrelacionados con los territorios desde donde les llega el agua que corre por ellos. Y ello lo aprendí como activista ambiental desde REDES-Amigos de la Tierra que entré 20 años después de mi primer acampada y trabajando muy estrechamente con los compas de la Facultad de Ciencias, del Departamento de Geografía, hoy Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales.
Horas de intercambios, recorrer el país, ir tras denuncias y conflictos ambientales en nuestro territorio, y por allá a fines de los 90 principios del 2000, comenzamos un Diagnóstico Socioambiental Participativo de Uruguay, tomando como referencia las cuencas hidrográficas.
Los compas de Ciencias trabajaban con un programa informático, el Sistema de Información Georreferenciada SIG, más recientemente tienen un convenio con un satélite Sentinel, que cada vez que pasa por arriba nuestro, les manda las fotos satelitales de nuestro territorio, esto desde hace varios años. Por tanto, teníamos los mapas de cada cuenca, con los ecosistemas de la cuenca, otro con los usos agropecuarios del suelo, otro con sistemas paisajísticos, otro con los conflictos ambientales, otro con proyectos productivos alternativos amigables con los ecosistemas de la cuenca.
Y obvio no se hicieron todas las cuencas del país a la vez, fuimos por cuencas y adivinen cual fue la primer cuenca que tuvimos un gran poster que llevábamos a todas las actividades para ver la metodología, la Cuenca del Río Tacuarembó!!!!
Editamos revistas por cada cuenca, luego el primer libro y luego desde los principios del 2000 hasta ahora muchas ediciones actualizadas ha realizado el equipo integrado por Marcel Achkar, Ana Domínguez, Fernando Pesce, Ismael Diaz, el último editado por Banda Oriental, les aviso que está re agotado.
Y la otra cuenca estrella en nuestro trabajo fue la del Santa Lucía, con muchos trabajos por parte del Equipo y de los estudiantes, tesis de grado, de post grado y maestrías, trabajo con las comunidades, combinar el conocimiento científico con el conocimiento popular, porque nadie conoce mejor el comportamiento de un río que el que lo habita, el que lo visita frecuentemente y ve sus comportamiento y cambios.
Y bueno pasan los años, en todos los equipos hay renovación, algunos se jubilan, mientras otras se incorporan con muchas ganas y fuerzas.
El año pasado participé en una mesa redonda en la ciudad de Santa Lucía, organizada en el marco de un trabajo conjunto de la Facultad con la Asamblea por el Agua por el Río Santa Lucía, una organización de compas muy potente en defensa y monitoreo del río, en esa actividad estaba también la Intendencia de Canelones y el alcalde de Santa Lucía.
Terminada la actividad charlando con Marcel y Lucía de Facultad dicen tenemos que navegar el Santa Lucía desde San Ramón a Aguas Corrientes para ver in situ, lo que vemos desde las imágenes satelitales. ¡¡Inmediatamente me metí en la conversación, con total entusiasmo y les dije hacemos un Canotaje!! Buenísimo me dicen, inmediatamente comentan, ¡¡¡nosotros nunca nos subimos a una canoa!!!
No hay problema con el ACAL tenemos experiencia hacemos de timoneles, podemos alquilar las canoas, un tráiler y hacemos la travesía, ellos comenzaron a hablar de un “descenso”, no la llamaban travesía.
¡¡Entramos a manejar fechas, una travesía o “descenso” con científicos!! Ya me compartieron un documento en un drive, con el equipo que iba a participar y pusimos fecha 8 de febrero, empezaba:
“Objetivo de la salida: Conocer el río, levantar puntos (GPS, fotos) con: deforestación; extracción de arena, bancos de arena, presencia de exóticas, sitios conservados.
Detectar lugares para colocar las boyas de alerta temprana en inundaciones, un sitio de interés es la unión del Santa Lucía con el Santa Lucía Chico”
Yo les compartí la lista de cosas personales que tenían que llevar a un canotaje, y contacté al Primo para ver bien como era el tramo San Ramón - Aguas Corrientes, las canoas, el trailler etc.
Ya en el intercambio me di cuenta que había que hacerlo en dos tramos (tenemos pendiente el primero, que lo hice hace pocos días para tener conocido el terreno para febrero 2026). A su vez en la fiesta de fin de año de ACAL estuvimos intercambiando con unos cuantos, sobre esta experiencia de apoyar a los científicos en la expedición, ¡¡¡“nunca se subieron a una canoa!!!????”, ni navegaron el río!!, era el comentario, ahí con Pucho y Fernando en la cena ya comenzó nuestra travesía de timoneles de los académicos.
En principio éramos más pero se fueron cayendo algunos académicos y los timoneles quedando al final cuatro canoas, pero nos faltaba un timonel e invitamos a Claudio un baquiano compañero de la Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía, que cuando lo invitamos, no dudó en dejar a unos amigos plantados y venirse con nosotros. Había leído muchos relatos de travesías del ACAL, además de conocer a nuestros académicos.
Día 1 El 8 de febrero a las 6.30 am estábamos con Fernando esperando que apareciera Marcel e Inés en su camioneta, en una chacra cerca de Las Piedras donde íbamos a levantar el tráiler con las canoas, los remos y los chalecos, en el intercambio habíamos visto que en Facultad tenían tarrinas azules y yo llevaba todas las que tenía en casa, que con eso nos arreglábamos.
Levantamos las canoas y en un rato estuvimos en Paso Pache, ya estaban los académicos y Pucho se nos unió en un cruce de caminos, un poco antes. Ahí quedamos Lucía, Anto y yo, y el resto se fue a Santa Lucía a dejar los autos y a buscar a Claudio.
Mientras con las canoas en la orilla, íbamos a armar las cargas, ¡detectamos un problema!, ¡las tarrinas de Facultad eran más grandes que las que nosotros usamos en el ACAL, que entran óptimamente en las canoas, estás entraba una y la segunda no! Comenzamos a rearmar tarrinas para llevar solo una de las grandes y el resto ver como entraban en las que habíamos llevado nosotros, lo que hizo que, durante toda la travesía, tuviéramos tarrinas comunitarias con cosas personales, muy mezcladas.
Al rato volvió la camioneta con los tripulantes e Inés que se la llevaba y nos iba a buscar al final de la aventura. También llegó Claudio con sus cosas, ¡¡y una conservadora!!, sus pertenencias bastante sueltas, se tenía fe que no iba a volcar y una caja de cartón grande, que me intrigó mucho. Estaba pronosticada para ese fin de semana una ola de calor de más de 40 grados, que nos había asustado un poco, por lo que habíamos reforzado la cantidad de agua de la travesía. Cuando estaban las canoas armadas Claudio desarma la caja de cartón la moja y la pone arriba de la carga de su canoa, ¡¡¡¡para mantenerla fresca y que el sol no recalentara todo!!!!, muy buena estrategia.
Bueno tenemos que entrar al agua, las canoas salieron con las siguientes tripulaciones, científicos con un timonel cada uno:
Antonella y Pucho, Ismael y Fernando, Lucía y Claudio y Marcel y Ma Selva, previo a la salida el profe grado 5 de canoero, no solo de facultad Pucho, dio algunas nociones básicas sobre canoa y remo a los científicos.
Comenzamos las paradas en cada arenera que encontrábamos en el río y en alguno de los casos la desazón de los académicos, porque el río no tenía que ir por donde iba, según su percepciones desde las imágenes satelitales, lo que en realidad pasaba es que la extracción de arena había cortado el cauce para que pasaran los camiones y el río se había abierto camino por un brazo secundario. En esas paradas los tres timoneles Acalenses nos quedábamos en la orilla, con las sillas, la bandera, buscando una sombra y dándonos algún que otro chapuzón, lo que hacía totalmente llevadera la ola de calor anunciada.
Uno de los puntos importantes que querían relevar y analizar era la desembocadura del Santa Lucía Chico en el Santa Lucía Grande, de donde viene el agua de la Represa de Paso Severino, llegamos ahí para el almuerzo del primer día, estuvimos acampados en la desembocadura recorriendo y subiendo un arenal, además de contemplar en un árbol del otro lado del río una hermosa garza colorada juvenil con largavistas.
Los timoneles escuchábamos muy atentos los análisis que realizaban, sobre que ese era el mejor lugar para poner una de las boyas de alerta temprana de crecientes, y se nos ocurrió preguntar cómo la iban a colocar en ese lugar, en el medio de la nada y con dos ríos que subiendo deben ser muy poderosos, “Ahhh ese ya es problema de los ingenieros, nosotros sólo definimos el mejor lugar…”
Después de un largo almuerzo, relevamiento, descanso y fotos, volvimos a navegar con el objetivo de llegar al Refugio de Claudio que iba a ser nuestro primer campamento. Ohhh sorpresa ya llegamos, sino íbamos con él, no nos hubiéramos dado cuenta, aunque había un muelle para una o dos canoas, ahí comenzamos a descargar de a una canoa, esperando turno del otro lado del río y dejando las canoas vacías a soga.
¡¡Cuando subimos!! Nos encontramos con mesas, bancos, fogón y una casa con tremenda estufa de piedra y horno de hierro, todos los muebles y colchones colgados como en un segundo piso, para cuando vienen las crecientes y un baño con una estufa tipo salamandra tapada con piedras, para resistir cualquier frío bajo cero en los inviernos. Ahí no tuvimos que sacar prácticamente nada de lo comunitario, porque teníamos todas las comodidades y un monte de galería con lugares para las carpas espectaculares. Al Refugio de Claudio se llega solo por río o caminando por el monte, no llega ningún camino y así se lo ha ido armando, con todo para resistir lo que venga.
Después del café con queso y dulce comenzamos a preparar ya el fogón para las colitas de cuadril, la bondiola, choclos y boniatos que iba a hacer Pucho o sea timoneles completos nosotros. En la charla de fogón entramos a encontrar tíos y tías, resulta que Lucía es sobrina de Carolina del ACAL y que uno de los integrantes de la Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía es uno de los sobrinos de Pucho.
Acá terminaba nuestro día 1, con una hermosa luna llena sobre el río, habíamos navegado 10 km.
Día 2 Después de un largo desayuno y con logística para cargar las canoas, retornamos al agua, las instrucciones para el segundo día eran: *recomiendan llegar próximo a 25 de agosto antes de Santa Lucía. Pasando 25 de agosto a la derecha 1,5km aprox hay un lindo arenal para acampar (frente a toma de agua de ose nueva pero abandonada)
Hasta acá el río es de llanuras, playas, correderos piedras y; 1 km abajo del puente viejo de Santa Lucía el río cambia y es de lagunas, barranca con poca playa. Encontramos más areneras, algunas nuevas que tomaron nota porque no tenían registro de permisos, en cada una de ellas cuando se adentraban en el arenal, los timoneles plantábamos la bandera del ACAL y nos quedábamos bañándonos en la orilla, realmente estábamos disfrutando todas las paradas, y hasta ese momento lo poco que estábamos remando.
Llegamos a la única parte del río en ese tramo complicada, una corredera de piedra bien divertida, pero nuestro baquiano la tenía totalmente dominada, como pasar las canoas en la parte difícil llevándola sólo con una cuerda y la tripulación por la orilla, hasta llegar casi al final que nos decía que subiéramos para tener en el último tramo un poco de adrenalina. Su objetivo era que las canoas, se cuidan no se podían rallar, ahora que me doy cuenta no recuerdo si llevábamos kit de reparación, creo que no.
Después de la corredera Claudio dijo que en poco rato llegábamos a dónde podíamos acampar, por tanto, no era necesario parar para almorzar, el problema fue que a partir de ahí todas las playas y todos los campamentos estaban llenos de gente, me asombró la relación con el río, era un río poblado, habitado, disfrutado con familias, niños jugando, gente pescando en cada playita, campamento y parque por el que pasábamos. El hambre empezada a campear, y las ganas de llegar, que no llegaba, en ese último tramo ya no parábamos cada 10 minutos, pasamos 25 de agosto con todo el pueblo en el Parque, pasamos por una playa larga llena de sombrillas, hasta que llegamos a Santa Lucía y paramosss y comimosss.
Luego cruzamos para el otro lado y encontramos una playa muy grande y linda donde armamos el campamento y comenzaron a llegar compas de la Asamblea por el Agua, esa noche me tocaba hacer pizzas, en un sartén de hierro del compañero de Lucía especial para las travesías (se lo pedimos para el Cebollatí, y se repitió la magia de pizzas con luna llena).
Fue una noche mágica, fogón, pizzas, música y luna llena. Claudio nos seguía sorprendiendo dado que también tenía canciones de su autoría sobre el Agua, que los compas que vinieron con sus guitarras cantaban y el sobrino de Pucho también se sumó con una flauta traversa, junto al río plateado, con las canoas acompañando.
Dia 3 Amaneció el tercer día, desayuno, desarmar, el sol estaba picante, salimos a navegar, definimos que cada 20 minutos parábamos a darnos un chapuzón y así lo hicimos.
El río había cambiado, seguía siendo un río habitado, pero más lagunones y también muchos carros de leña, muchos monteadores que dejaban los troncos en la orilla y se veían botes a remo que los cruzaban y los carros para cargarla.
Paramos a almorzar en un campamento de monteadores, en una playa debajo de un gran sauce, teníamos pre pizzas que habíamos dejado prontas la noche anterior, llega un mensaje a mi celular y era Mariana periodista de Brecha que quería hacer un artículo sobre el Santa Lucía, porque le parecía importante volver a poner el foco ahí, dado todo el debate sobre el Proyecto Neptuno, le conté lo que estábamos haciendo y quedó muy entusiasmada para llamar a Marcel el lunes. En realidad, el primer relato de la travesía salió en el Semanario Brecha en un artículo de Mariana Contreras y se llamó: Con Marcel Achkar, director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias «El Santa Lucía tiene un potencial tremendo». Comenzando así: Días atrás estuvieron recorriendo el río Santa Lucía en canoa, ¿con qué se encontraron? Lo pueden leer en el link: https://brecha.com.uy/el-santa-lucia-tiene-un-potencial-tremendo
Después del almuerzo seguimos remando y bañándonos hasta llegar al destino, nos estaba esperando Inés con la camioneta y bebidas frías, en el río no teníamos conciencia del calor que hacía en el mundo terrestre, los proeles académicos llegaron sanos y salvos, sin ningún naufragio y habían tenido un excelente desempeño, los timoneles muy contentos de la travesía, fueron algo así como 26 km en tres días, o sea lo que normalmente hacemos en un día de travesía.
Esto se tiene que repetir, proyectamos el otro tramo San Ramón – Paso Cuello para febrero 2026, ya estamos poniendo fechas, van a ser más científicos, así que necesitamos más timoneles acalenses!!.
Participantes:
Canoeros: Pancho Franciso Pucci, Fernando Pita, María Selva Ortiz
Asamblea: Claudio Perdomo
Geografía: Ismael Díaz, Marcel Achkar, Antonella Hergatacorzian, Lucía Eluén
Relato: María Selva Ortiz
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL