Arroyo Malo - May/2025



Bitácora:


Cursos: Arroyo Malo
Recorrido: Paso Hondo (R59) – Picada de Oribe
Distancia: 78 km
Estado del Cauce: Bajo
Clima: Frio a caluroso y soleado
Días: 4
Lugares / acampar: Buenos, pero pocos lugares buenos, poco monte.
Año: 2025
Fecha: 1/05/2025 al 4/05/2025
Departamento: Tacuarembó - Durazno
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RELATO DE UNA TRAVESÍA.


Foto de portada del relato

Arroyo Malo. Desde Paso Hondo al Río Negro.

TRAVESÍA DE BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS O AL ENCUENTRO DEL JABAPINCHO


Seleccionados los voluntarios, el grupo quedó compuesto por una canoera y siete canoeros: Fio, nuestra Blancanieves y sus siete “enanitos”: Pablo 8A, Ernesto “Bigfoot”, el Primo, Daniel, Leo, Aqua y el relator.

La salida con puntualidad inglesa como tenemos aprendido.
Arrancaron dos coches desde el club con todo cargado. El coche de Daniel tirando el tráiler con las canoas y una primera parada en Durazno al encuentro del Aqua, nuestro octavo pasajero (¿¿Alíen??)

En el club quedaron estacionados varios autos, entre ellos el de Pablo 8A que dejó la valija levantada. Creo que dijo que se la había dejado así para que el hijo no tuviera que abrirla cuando se llevara el auto al día siguiente.

El viaje en la noche fue a puro mate y conversación. Fio toda la noche durmiendo completamente estirada en el asiento trasero. Ventajas de la estatura de Blancanieves.

Llegamos al puente de Paso Hondo en la ruta 59 todavía de noche, y tan de noche que encontrar la bajada al río no fue inmediata, algunas vueltitas para atrás y para adelante hasta encontrar el trillo.
Mientras se llevaban los coches a destino, confiados que el taxista no nos fallara, quedamos a la espera abajo del puente.

La madrugada estaba fría, encendimos un fuego y comimos unas muy buenas galletitas de avena. Según Fiorella que las hizo, no tenían avena, pero las chispitas de chocolate le dieron un toque.

Las embarcaciones y la tripulación estaban formada por: ELECE: Pablo y Leo, Angirú: Fio y el Primo, Rayer: la pareja estable de Daniel y Ernesto, A.M.P.A: Aqua y Gino.

Amaneció y aclaró. Llegaron Daniel y el Primo en taxi y rápidamente nos metimos en el agua.

Día 1 (en el Malo)
El día arrancó con lagunones, pero al avanzar la mañana el Malo empieza a mostrarse tal cuál lo describieron: tramos de monte galería, ramas y agua que corre rápido donde se acumulan ramas y el paso parece cerrado.
La sierra para cortar ramas siempre pronta y a mano. Bajarse, cortar aquellas que cierran el paso, dejar que la fuerza del río lleve los troncos y volver a subir fue una operación que repetimos innumerables veces, cada uno con su técnica y dependiendo del compañero de canoa.
Bajáte! Pasamos! Ojo la rama! No era por acá! Algunas de las frases más repetidas.
El nivel de agua era suficiente para no andar a los tirones con las canoas. Algunos bajos, poca agua, toca, no pasamos, otra vez arriba, algún rápido, … y así seguimos.
Lo que se dice una travesía muy activa que no fue solo remar.
De tardecita casi al final de la jornada nos encontramos de frente con una familia muy numerosa de ocho o diez “capinchos”. Algunos ya estaban en el agua y otros por la ribera, la madre adelante y en el afán de agruparse y seguirla, los carpinchos empezaron a tirarse al agua desde la barranca. Un par se tiraron muy cerca delante de la Rayer.
Enseguida surgió la discusión: que si los jabalíes nadan o no y que si vemos uno sumergido no puede ser un jabalí, seguramente una especie nueva:…el jabapincho.

El clima en mayo es un azar, pero esta vez, tanto la cantidad de agua del río como el clima estuvieron de nuestro lado. Agua la suficiente y la temperatura espectacular.
La primer mañana fría pero el resto de los días buenísimos. A pura remera.
Los walkie talkies sumergibles muy útiles y el registro del avance por varios relojes Garmin ya son parte de la información que recogemos de las travesías.
En resumen, un día sin grandes incidentes: una emparchada a la Elece y alguna tumbada sin consecuencias.
De tardecita el baño en el río y a buscar señal para reportarse.
Como siempre y no falla, buena carne a la parrilla y fogón. Leña con este arroyo nunca nos faltó.





Día 2 (Menos Malo) Otro día entretenido muy parecido al día anterior.
A veces a bajarse y tirar de la canoa, alguna corredera y el río que nos lleva. Ramas y suciedad cada tanto y muchas veces adivinando de qué lado de la bifurcación que tenemos delante es mejor seguir el recorrido.. y no siempre se acierta.
Vimos un zorro quietito durante un buen rato y los Martin Pescador no dejaron de acompañarnos todo el trayecto.
La cena un rico guiso con carne y verduras. No tengo experiencia de haber comido mal en ninguna travesía.





Días 3 (Malo y Negro) El desayuno de la mañana fue acompañado con unas espectaculares tortas fritas que hizo Daniel.
Divino día de sol y calor.
Antes del mediodía ya estábamos en el Río Negro. En la desembocadura varios campamentos grandes aprovechando el fin de semana largo.
El Río Negro un plato.





Día 4 (Hum) Tramo corto, 16km según la información del Garmin fénix 7X solar (4.239 paladas totales).
Llegamos a la Picada de Oribe sobre el mediodía. Los gritos y saludos a nuestro taxista que nos esperaba según lo convenido seguro se escucharon desde San Gregorio.

En esta salida terminamos haciendo dos travesías en una.
El Malo y el Negro ríos completamente distintos y el Malo resultó no ser tan malo como lo habían presentado.
Pero como ya sabemos…. nunca subestimar los ríos, algunos con agua pasan a ser malos de verdad.





Hasta la próxima travesía.
Gino

Relato: Gino Grisi
Fotos: Grupo Canotaje Travesía club ACAL